miércoles, 13 de noviembre de 2013

Difícil...


Difícil no es nacer, difícil es vivir. 

Difícil no es vivir, difícil es disfrutar de la vida. 

Difícil no es respirar, difícil es quedarse sin aliento. 

Difícil no es caminar, difícil es avanzar. 

Difícil no es mirar, difícil es ver y observar. 

Difícil no es hablar, difícil es comunicar. 

Difícil no es pedir perdón, difícil es perdonar. 

Difícil no es querer, difícil es amar. 

Difícil no es caerse, difícil es levantarse y volver a empezar. 

Difícil no es ponerse en pie, difícil es mantenerse erguido. 

Difícil no es dormir, difícil es soñar. 

Difícil no es soñar, difícil es hacer realidad tus sueños. 

Difícil no es despertar, difícil es conciliar el sueño. 

Difícil no es tener una casa, difícil es construir un hogar. 

Difícil no es tener hijos, difícil es educarlos, amarlos y guiarlos. 

Difícil no es escribir, difícil es transmitir. 

Difícil no es estudiar para obtener conocimientos, difícil es tener educación. 

Difícil no es aprender a hablar, difícil es aprender a callar. 

Difícil no es comer, difícil es alimentarse. 

Difícil no es tener miedo, difícil es conquistarlo. 

Difícil no es llorar de dolor, difícil es sonreír a pesar de él. 

Difícil no es llegar, difícil es quedarse. 

Difícil no es ser distinto, difícil es ser original. 

Difícil no es ser sensato, difícil es estar un poco loco. 

Difícil no es conquistar, difícil es perseverar. 

Porque el mundo es de los locos que sueñan, sonríen, aman, construyen, perseveran y viven a pleno pulmón.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Soundtrack para una historia...


“Nos conocimos una tarde, bajo el sol de primavera...” en los pasillos de la universidad a finales de los ochenta. Nos hicimos amigos “...de los que hacían castillos en la arena y juntos contaban gaviotas...”, y poco a poco te convertiste en “My shoulder to cry on...” 

Dejaste de verme como a amiga y empezaste a preguntarte “...amigos para qué, maldita sea...” y me dijiste “...tengo todo excepto a ti...” 

No podía corresponderte aun cuando lloraba al escuchar “...ella para las horas de cada reloj y me ayuda a pintar transparente el dolor...” pero tenía miedo, el amor no había sido bueno conmigo y me había equivocado varias veces...y te decía “...yo quisiera volverme a ilusionar, poder amar y ser amada...” y me decías “...sé que el amor te ha fallado en el pasado, pero te aseguro que ahora es de verdad, dame la oportunidad de quererte una vez mas, déjame enseñarte cómo se conjuga el verbo amar...” 

Así transcurría el tiempo, yo empeñada en mi NO, tu empeñado en “Me amarás, aunque tenga que rogarte me amarás...” Tanto insistías cuando me decías “...busca por dentro amor, que hay una fuente inagotable de agua fresca...y un corazón lleno de amor en mi equipaje...” y me preguntabas “...dime si lo notas y ves...” que “...por ti me volví al revés...” y no pude mas que confesarme “...que estaba enamorada y tu amor me hacia grande...y qué bien me hace amarte...” 

 “...poquito a poco me fuiste camelando, poquito a poco me fuiste demostrando tu amor...”y “...con un beso que nos dimos en el puerto...” empezó nuestra historia y “Beso a beso” me convencí que “...por ti me casaré...porque estas casi tan loco como yo...y esto me da mas miedo que vergüenza, porque casarse es una adivinanza...” 

Hoy puedo decir que tengo un “Amor del bueno” y que “...es tu amor que me enseña a ser feliz, es tu amor que me ayuda a no morir...” No sé “...cómo había podido vivir sin ti, hasta ese momento...” 

Me dices que soy “La mujer perfecta”, te digo “Valió la pena, lo que era necesario para estar contigo amor...”; me dices “...yo puedo hacer que noviembre, en lo adelante caigan 8 todo el mes...”; te digo “...le pido a Dios que me alcance la vida y me de tiempo para regresar, aunque sea tan solo un poco de lo mucho que me das...”; Me dices “...y si volviera a nacer, te volvería a querer, volvería a conquistarte, volvería a enamorarme...” y yo te digo que “Eres la suerte de mi vida” “Mi bendición”. 

Esta historia nación una tarde cualquiera de un mes cualquiera “...en el momento indicado...” desde entonces “Love is in the air, everywhere I look around, every sight and every sound...” porque “...juntos somos uno y mucho mas que dos...” y “Sólo contigo abro mis alas y el corazón encuentra la razón cuando miro tu cara...” y “...no hay espacios vacíos entre tu cuerpo y el mío...” porque “...mientras mas lo pienso tú, llenaste mi tiempo tú, la razón que me hace ser feliz...” y prometo, una vez mas “....que te amare, por siempre...” 

Y esta es la Banda Sonora de una historia de amor que hoy cumple 16 años...

miércoles, 30 de octubre de 2013

15 años, princesa!!!


Es increíble que hayan pasado 15 años desde aquella mañana que te vi por primera vez. No sé si eras la niña mas hermosa del mundo, desde luego mis ojos no habían visto otra igual, la mas bella de todas las niñas del mundo mundial, parte del extranjero y zonas aledañas. Eras tan perfecta, tan pequeña, tan mía. Estaba tan orgullosa de ti que la sonrisa no cabía en la cara y la felicidad me hacía llorar cada vez que te veía. Parecía tonta observándote y llorando mientras pensaba que esa pequeña criatura era mía y había nacido de mi.

Llegaste a nuestras vidas una mañana de finales de octubre, y llegaste y lo revolucionaste todo. Fuiste el regalo mas bello que pude recibir jamás, una muñequita que los reyes me habían traído adelantada, la mejor muñeca del mundo porque te movías, llorabas y había que amamantarte. Jugaba contigo, te ponía vestiditos, te peinaba, te cantaba y vivía solo para ti. Los momentos mas felices eran los que pasabas en mi pecho, alimentándote de mi, te miraba, te observaba, veía tus piecitos y tus manitas y lloraba de la emoción de saber que alguien tan perfecto había sido creado dentro de mi ser, entonces me sentía bendecida, inmensamente bendecida por tener la dicha de haberte dado la vida. 

Eras una enana llena de luz, vida y energía, que nos despertaba con una inmensa sonrisa que llenaba de luz el día mas gris. Eras la bebé mas guapa y perfecta que había en el mundo. Creo que aprendimos mas de ti que tú de nosotros. Me enseñaste que no sabes lo que es el verdadero amor hasta que no tienes un hijo, porque yo te amaba antes de conocerte. Me enseñaste que la palabra vida empieza cuando eres capaz de darla. Me enseñaste que hijo es mucho mas que una palabra, es amor, es felicidad, es plenitud, es volver a nacer el día que nacen.

Hoy empiezas a abrir tus alas, hoy empiezas a convertirte en mujer. Mi niña, mi pequeña, mi princesa, alza tu vuelo y surca los cielos, abre tus velas y conquista los mares. No pierdas nunca la capacidad de regalar luz al mundo a través de tu sonrisa. 

No puedo evitar que sufras, pero estaré a tu lado para abrazarte; no puedo evitar que caigas, pero estaré a tu lado para levantarte; no puedo evitar que te equivoques, pero estaré a tu lado para ayudarte a rectificar; no puedo evitar que llores, pero estaré a tu lado para secar tus lágrimas; no puedo volar por ti, pero estaré a tu lado para enseñarte; no puedo soñar por ti, pero estaré a tu lado para ayudarte a hacer realidad tus sueños; no puedo caminar tu camino, pero estaré a tu lado para acompañarte. Siempre, en cualquier momento, estaré a tu lado, aún cuando no puedas verme o pienses que soy un coñazo. Te perdonaré antes de que me lo pidas, te amaré cuando no me ames y estaré cuando pienses que no me necesitas.

Como padres podemos ser insoportables, pero es nuestro trabajo, educarte, enseñarte, guiarte y lo hacemos lo mejor que podemos, y estaremos ahí, incluso después que tus ojos dejen de vernos, estaremos a tu lado mas allá de la vida. 

Niña hermosa, niña perfecta, niña amada y mimada sé feliz no importa cómo vengan los tiempos, la felicidad es un modo de vida, una manera de llegar, una forma de vivir. Mira a la vida de frente, sin miedo y ponte en pie cuantas veces sea necesario, porque la vida es para los fuertes y valientes. Perdona, ama, sonríe, aunque no te perdonen, aunque no te amen y aunque no te sonrían, porque nadie tiene mas necesidad de perdón, de amor y de una sonrisa que quien no es capaz de dar estas tres cosas. Baila, disfruta, vive como si nadie te estuviera mirando, porque la vida es corta y el tiempo corre de prisa.

Hoy cumples quince años, y para este día había hecho tantos planes desde que naciste que duele no verlos plasmado. Hubiese querido bajarte la luna y las estrellas, poner el mundo a tus pies, regalarte el universo con todos sus planetas. Pero solo puedo abrirte mis brazos y mi corazón y decirte lo mucho que te amamos, lo feliz que nos haces y lo orgulloso que estamos de ti.

Feliz cumpleaños cariño, te amé, te amo y te amaré hasta el infinito y mas allá!!!

lunes, 21 de octubre de 2013

Asperger...


Según la definición plasmada en las conclusiones del Segundo Congreso Internacional sobre el síndrome de Asperger, realizado en Sevilla en 2009, se trata de una discapacidad social de aparición temprana, que conlleva una alteración en el procesamiento de la información. La persona que lo presenta puede llegar a tener una inteligencia superior a la media. Es un caso leve de Autismo. 

Nunca había oído hablar de ella, hasta que vi “Doctor Mateo”, serie donde su protagonista poseía esta condición. Como no sabía lo que era, inmediatamente la busqué en google. Pero no fue hasta saber que el niño de una compañera del colegio era Asperger cuando me empecé a interesar de verdad en ello. 

Voy a confesar que cuando vi a Rosanna Cadena en Facebook abrí su foto antes de aceptar o solicitar su amistad (ahora no me acuerdo quien contacto a quién) para saber quién era, pues aunque me sonaba su nombre y sabia que éramos del Serafín, no me acordaba físicamente de ella. 

Llegué justo en el momento que luchaba con uñas, dientes y garras, como una leona, para sacar a Manuel, su hijo, adelante, en un mundo donde se cree que el Asperger es sinónimo de demencia, retraso, etc., cuando en realidad es todo lo contrario. Tanto sentí su dolor y frustración a través de la red, que la curiosidad me pudo y le pregunté qué tenía el pequeño. Desde entonces la admiro a ella, y al pequeño Manuel lo tengo como el niño más tierno, inteligente, sensato y amable que puedo conocer. 

Ojo, tengo 26 años que me gradué del colegio, con lo cuál debo tener mas o menos el mismo tiempo de no ver a Rosanna personalmente, por lo que conocer a sus hijos, verlos y hablar con ellos no ha sido posible. Sin embargo, verla pelear día a día por ellos, ver cómo habla de Alondra y Manuel, saber lo orgullosa que está de los dos me hace sentir que los conozco de toda la vida...es mas, puedo decir que les tengo un cariño como si los hubiese visto nacer. 

Sé que su camino no ha sido fácil, sé que aún le queda mucho por recorrer, que todavía queda mucho qué hacer, pues el mundo no está preparado para estas personas tan especiales. 

El Asperger, contrario al Autismo, se comunica, aunque tiene dificultad para el lenguaje no verbal, y no suele conocer los límites y las normas sociales. No captan un significado no literal y sienten poca o ninguna preocupación por las respuestas del otro. Es decir, son sinceros, claros, concisos, directos y no tienen capacidad para la mentira y las falsas poses. 

Después de empaparme para poder seguir de cerca en la lejanía a Manuel, y lograr entender un poquito la situación, puedo decir que los Asperger son inadaptados, porque nosotros no estamos preparados para un mundo sincero, sin poses y sin hipocresía. Vi toda una novela “La mujer perfecta” para llegar a la conclusión que el mundo sería maravilloso si todos fuéramos Asperger, y aunque sé que no estamos preparados para entenderlos, estoy segura que me hubiese encantado ser uno de ellos. Porque aunque Flobre me dice que yo soy un caso leve, tengo mucho de mundana, de falsa y mentirosa, porque soy “normal” y porque vivo en el “mundo normal”, ese que te sonríe a la cara y te apuñala a la espalda. 

Para los que no lo saben, nuestro Sheldon Cooper de “The big bang theory” es Asperger, y aunque esto es en la ficción y esta tratado desde la comedia, tenemos muchos Asperger conocidos y famosos, entre ellos Isaac Newton, Nikola Tesla, Albert Einstein, Keanu Reeves, Bill Gates, Daryl Hannah, Dan Aykroyd, Tim Burton, Syd Barret (fundador de Pink Floyd), y recientemente se ha dicho que Messi es Asperger, aunque esto no ha sido confirmado. 

Rosy, te lo he dicho a ti, y lo vuelvo a decir aquí, te admiro por tu capacidad de lucha, por haber logrado lo que has logrado en Puerto Rico, porque has salido a flote, porque te he visto pelear como una fiera por tus hijos, porque has sacado a Manuel adelante en este mundo tan difícil y tan ignorante. Gracias por dejarme participar en tu pequeño gran proyecto, gracias por dejarme formar parte de esto, gracias por dejarme aportar mi granito de arena. Te envío a ti, a Manuel y a Alondra un besazo y un abrazo enorme, tus triunfos y fracasos los hago míos y aunque estoy lejos, lejos, muy lejos, sabes que en la lucha no estás sola, que en la distancia estoy contigo.

domingo, 13 de octubre de 2013

Dos mundos, una identidad...


Soy de tortilla española y moro, de patatas fritas y tostones.

Soy de locrio y de paella, de gnoqui y de domplin.

Soy de cocido y de sancocho, de mofongo y de fabada.

Soy de chorizo y longaniza, de morcilla y chicharrón.

Soy de tortos y casabe, de boroña y de arepa.

Soy de Pasteles en hoja y bollu preñau, de mangú y  picadillo.

Soy de castañas y pan de fruta, de avellanas y semilla de cajuil.

Soy de pastelitos y quesadielles, de frixuelo y yaniqueque.

Soy de arroz con leche y majarete, de turrón y conconete.

Soy de manzana y mango, de coco y de cereza.

Soy de vino y ron, de sidra y de mabí.

Soy de Albariño y cerveza Presidente, de Mamajuana y orujo gallego.

Soy de merengue y pasodoble, de bachata y jota.

Soy de güira y de gaitas, de castañuelas y de tambora.

Soy de Cereceda y Villa Duarte, de playa y de montaña.

Soy del Río Piloña y del Ozama, del Yaque del Norte y del Nalón.

Soy de la Cordillera Cantábrica y la Cordillera Central, de la Sierra del Sueve y de Bahoruco.

Soy de isla y de península, de América y de Europa.

Soy de Cuélebre y de Bacá, de Xana y de Ciguapa.

Crecí escuchando a Manolo Escobar y Johny Ventura, a Vicente Díaz y Víctor Víctor.

Canto "Que viva España" y "Quisqueya la tierra de mis amores", y bailo el "Porompompero" y "Compadre Pedro Juan".

Me vestí de campesina dominicana, aldeana asturiana y maja española.

Voy al Licey y a la selección dominicana, al Sporting y a "La roja".

El Mar Caribe y el Cantábrico mojan mis pies, el Pico Duarte y Los Lagos de Covadonga adornan mi geografía.

La Santina y Tatica me acompañan en el camino y Juan Pablo Duarte y Pelayo son los culpables de mi identidad.

Nací dominicana y nací española, tengo dos pasaportes, DNI, cédula, libro de familia y dos carnets de conducir.

Tengo dos países, dos banderas, dos himnos y una maravillosa y rica cultura.

Tengo corazón dominicano y sangre española; el corazón bombea la sangre y la sangre lleva oxígeno a todo el cuerpo.

Tengo dos mundos y dos mundos me pertenecen, soy dominico española.

Soy un híbrido de dos países de dos culturas, nada me sobra y si me faltara algo de todo lo anterior, ya no sería quien soy.

Soy de aquí, soy de allí y me encanta haber nacido así!!!

jueves, 15 de agosto de 2013

Me c.... en to' lo que se menea!!!


Hoy me desperté con dolor de cabeza y muy, muy cabreada!!! Cabreada con el mundo que gira sin parar, con la vida, con la circunstancias, con el destino y con la madre que los parió a todos.

Sí, estoy cabreada y estoy cansada de poner buena cara a los problemas, de luchar con uñas y con dientes para salir adelante, de navegar contra corriente y vivir con los pulmones llenos de agua siempre a punto de ahogarme.

Estoy cabreada y cansada de parecer valiente, sí, porque en el fondo siempre he sido cobarde, miedosa y una gran llorona. Hoy estoy cansada de estar siempre en pie, de que mis espaldas sean fuertes, de mantener la cabeza en alto, cuando lo que quiero es tirar la toalla y que sea otro el que luche esta batalla.

Hoy me desperté harta de que los resultados no sean directamente proporcionales al nivel de esfuerzo. Estoy harta, cansada, aburrida y cabreada...muyyyy cabreada.

Estoy harta de estar tan lejos y tan sola, de no encajar, de sentirme como cucaracha en gallinero y de esa sensación de no pertenecer. 

Estoy hasta el moño de ver a mis hijos creciendo lejos de sus abuelos, no hay derecho, no lo hay. Ellos tienen el mismo derecho que todos los niños a disfrutar de ellos y que ellos disfruten de estos nietos; de crecer, jugar y matarse con sus primos, como lo hice yo. De tener cerca a sus tíos y que todos juntos contribuyan a malcriarlos.

Estoy hasta la coronilla de estar lejos de todo lo que pasa, bueno o malo, positivo o negativo; de no estar en ningún momento importante. De no tener un lugar a donde ir a buscar un abrazo, una palabra. De no tener con quien hablar, a quien contarle mis diferencias con Flobre. De no tener una voz que me diga: Adelante, que tú puedes...haaaaaarta!!!

Sí, ya lo sé, que estoy aquí por mis decisiones, que el destino se lo construye uno mismo...pero hoy me voy a cagar en las decisiones tomadas, en el destino y en todo lo que se le ponga al lado, porque hoy estoy harta de todo. Y no me arrepiento, pero sí que me cago en todas y cada una de las decisiones y de los pasos que me llevaron a estar donde estoy hoy: aquí, sola y lejos!!!

Hoy me levanté aburrida de sonreír, de poner buena cara, de pintar arco iris en mi cielo gris, de ver el sol a través de las nubes y de poner happy face como una idiota...

Mañana será otro día y tal vez vuelva a recuperar la cordura, quizás vuelva a ser la misma de todos los días. A lo mejor mañana me levanto con fuerzas y deseos de tirar pa' lante con buena cara y la mejor actitud...pero hoy, hoy estoy harta, aburrida, cansada y HASTA EL MOÑO de correr para estar cansada!!!

domingo, 11 de agosto de 2013

Feliz cumpleaños para mi!!!


Hoy voy a dedicar este espacio para mi, hoy estoy de cumpleaños y hoy me voy a felicitar por un año mas de vida. Hoy voy a cantar a todo pulmón: Feliz, feliz en mi día, Mari que Dios me bendiga, que reine la paz en mi vida y que cuuuuumpla muchos mas!!!

Hoy me deseo paz, prosperidad, fortaleza y sabiduría en mi camino y que el Señor me llene de bendiciones todos y cada uno de los días que me quedan por delante.

Hoy me felicito y doy gracias al Señor por 44 años de vida, por el camino recorrido y por cada uno de los pasos que he dado hasta llegar a hoy.

Hoy me felicito por cada lágrima derramada, por todas las veces que he sonreído, por las veces que me caí y las veces que me he puesto de pie.

Hoy me felicito por cada puerta que se me cerró y por todas las ventanas que se abrieron y me dejaron ver  y disfrutar el sol.

Hoy me felicito por todas las personas en mi vida, aquellas que me la han hecho mas fácil y me han demostrado una verdadera amistad y por aquellas que me han enseñado a ser mas desconfiada.

Hoy me felicito porque sí, porque me lo merezco, porque he sido muy feliz en estos años que no han sido siempre sencillos.

Y hoy me deseo todo lo mejor del mundo junto a los míos; me deseo, fuerza y fortaleza para guiar a mis niños en el camino, para poder terminar de cocerles las alas y para empujarlos a volar. Me deseo muchos años mas, para verlos crecer, desarrollarse y triunfar en la vida. Y pido salud para poder disfrutar junto a Flobre de todo esto.

Por último pido a Dios me permita volver a celebrar junto a mis padres, mis hermanas, primos y amigos un día como hoy.

Feliz Cumpleaños Mari, te mereces lo mejor del mundo. Disfruta, vive y sonríe, que la vida es un ratico y no se puede perder el tiempo en tonterías.

lunes, 29 de julio de 2013

Hoy quiero...


Hoy no quiero levantarme...

Hoy no quiero bajarme al mundo...

Hoy no quiero subirme al tren...

Hoy no quiero izar mis velas...

Hoy no quiero navegar en contra corriente...

Hoy no quiero pensar en mañana...

Hoy no quiero mirar el ayer...

Hoy quiero pensar solo en presente...

Hoy quiero olvidarme del tiempo...

Hoy quiero dejar que los minutos corran y las horas se pierdan...

Hoy quiero sentarme a ver, observar y disfrutar...

Hoy quiero escapar y dejarme llevar...

Hoy quiero quitarme los zapatos y caminar descalza...

Hoy quiero arribar al puerto que las olas dispongan...

Hoy quiero ser irresponsable y portarme mal...

Hoy quiero romper las reglas, violar las normas y saltarme las leyes...

Hoy quiero cantar, bailar, reír y llorar...

Hoy quiero mi habitación desordenada...

Hoy quiero pronunciar las palabras prohibidas y hacer lo “no correcto”...

Hoy quiero ser otra y mañana...ya mañana recuperaré la normalidad.

martes, 23 de julio de 2013

Cuando me vaya...


Cuando me vaya, me llevaré las risas y las lágrimas de felicidad.

Me llevaré los besos y los abrazos fuertes.

Me llevaré los "te quiero" sinceros y las palabras dulces.

Me llevaré las miradas limpias y los pasos firmes.

Me llevaré mil canciones de amor y otras mil para bailar muy juntos.

Me llevaré los zapatos de tacón y las sandalias de verano.

Me llevaré el color del Mar Caribe y una puesta de sol en mi Malecón.

Me llevaré el sonidos de los pájaros y el aroma de las flores.

Me llevaré el cielo azul y las nubes blancas.

Me llevaré una luna llena y miles de estrellas.

Me llevaré los juegos, los cantos y las riñas de mis hijos.

Me llevaré el olor del café recién colado y el de las sábanas recién lavadas.

Me llevaré los panes con tomates y las reuniones de familia.

Me llevaré las ventanas y las puertas abiertas.

Me llevaré un arco iris, un amanecer y un aguacero tropical.

Me llevaré las manos entrelazadas y cuatro pares de pies bajo la colcha.

Me llevaré las palabras que no dije y los secretos que no conté.

Cuando me vaya, me llevaré todas las pequeñas cosas que el dinero no puede comprar.

Cuando me vaya sólo me llevaré los buenos recuerdos, los buenos momentos, las buenas personas y las palabras positivas. Lo demás...lo demás se lo dejo a quien lo quiera comprar.

...Cuando me vaya...

miércoles, 17 de julio de 2013

Felicidades pequeño...


Hoy estas de cumpleaños. Hoy cumples trece añitos. Hoy estas, oficialmente, en los “teen”, como bien dijo tu padre. 

Hace trece años te tuve por primera vez entre mis brazos. Hace trece años disfrute de tu carita, tus ojitos, tus manitas, tus piecitos. Todo perfecto, todo suave, todo hermoso. 

Hace trece años fui, por segunda vez, la mujer más feliz sobre la tierra. Hace trece años, volvía a abrazar y a besar un pequeño ser salido de mi ser. 

Llegaste a iluminar, junto con tu hermana, mi vida, a completarla, a llenarla, a hacerla mas perfecta, mas feliz. No sabía que podía se ser más feliz, estar mas completa, sentirme mas llena, hasta que te vi, hasta que te abracé, entonces comprendí la capacidad de amar sin medidas que tenemos las personas. Tú, junto a tu hermana, me enseñaron que se puede amar a alguien, más que a tu propia vida. 

Hoy estas de cumpleaños, y espero que tus días sean hermosos y llenos de luz, que el sol brille para ti siempre... 

Hoy estas de cumpleaños, y espero que, aunque pasen los años, no pierdas la capacidad de amar, de sonreír, de vivir, de ilusionarte, de jugar... 

Hoy estas de cumpleaños, y espero que, aunque te hagas mayor, me sigas abrazando, me sigas besando, me sigas apapuchando... 

Hoy estas de cumpleaños, y quiero que sepas que te amo, que los amo, a ti y a tu hermana, mas que a nada en el mundo. Que los amo por encima de mi, de mis miedos, de mis dudas, de mis sueños, de mis ilusiones. Porque mi único miedo es que me falten, porque mi único sueño es ayudarlos a crecer, porque mi única ilusión es verlos felices, realizados, viviendo en un mundo perfecto...aunque para ello, tenga que dibujárselos cada nueva mañana. 

Hoy estas de cumpleaños, hoy estas celebrando tus trece años, hoy quiero que seas feliz el resto de tu vida, que disfrutes el día a día, que vivas a plenitud, que respires profundo, que abraces la vida, que le bailes a los problemas, que le sonrías a las dificultades. 

Felicidades mi querido y amado pequeño...porque sabes, no importa cuántos años cumplas, siempre serás mi pequeño. Te amo.

sábado, 13 de julio de 2013

Soy como soy...


“...soy como soy,
 No quiero parecerme a ti,
Soy como soy,
No digas que no lo advertí.
Dulce, independiente,
Frágil, pero fuerte
Diferente que
suerte ser como soy...”

Me encanta esta estrofa de la canción de Edurne, mas que nada porque me parezco a ella. Soy como soy, soy única e irrepetible. Las hay más guapas, más simpáticas, más inteligentes, más altas. También las hay más feas, más odiosas, más tontas, más bajitas...pero como yo: NINGUNA. Mis padres cuando me hicieron rompieron el molde, igual que todos los padres del mundo, con todos los hijos del mundo. Es lo maravilloso de la vida, que no hay nadie igual a otro.

Te puedo caer mejor o peor, pero ni por ti, ni por nadie voy a dejar de ser quien soy. Soy llorona, caprichosa, mañosa, meticulosa, perfeccionista, y un coñaso cuando se habla de limpieza y orden. Me gusta sonreír, abrir las ventanas y disfrutar del día. Soy amiga de mis amigos e incondicional de mi familia. Me gusta dormir hasta tarde, me gusta discutir, y sobre todo, me gusta llevar la razón. No me callo ante nadie, tampoco rindo pleitesías a nadie...si no te gusto, ya sabes lo que hay que hacer: AIRE!!!

Tengo mis propios problemas y, a veces, no los comparto con nadie. No te equivoques si me ves siempre sonriendo, porque como dice una frase famosa en las redes sociales, sonreír no significa que no tenga problemas, si no que soy capaz de vivir por encima de ellos y de aplastarlos con esa maravillosa curva hacia arriba dibujada debajo de mi nariz.

Maridalia Hernández dice en una canción “...para quererme hay que entenderme, para amar mi libertad, hay que encerrarse en mi prisión...”. Para criticarme hay que conocerme, para juzgarme hay que calzar mis zapatillas, para condenarme hay que haber recorrido mi camino. Si no me conoces, si no te has puesto en mis zapatos, si no has andado mi camino, no me critiques, no me juzgues, no me condenes. Porque soy como soy y seguiré siendo así pese a ti, a aquel, a aquella...y pese a todos.

He dicho.

sábado, 6 de julio de 2013

Viaje en voladora...

Típica "voladora"

Hace unos días teníamos que ir al centro comercial, y como el día estaba tan guapo, Flobre y yo decidimos irnos dando un paseo. Para ello dejamos el coche y nos fuimos en el autobús: sin prisas, sin agobio y disfrutando del sol y de la tranquilidad de que vaya otro conduciendo. Fuimos y volvimos sin ningún problema, el autobús pasó a su hora sin retrasos, nos sentamos cómodamente y sin atropellos, íbamos hablando y nos escuchábamos. Hacía mucho tiempo que no usaba el transporte público de este lado y de regreso pensando precisamente en que tenía tiempo sin subirme a un autobús, me vino a la memoria la última vez que me subí a uno en Santo Domingo...bueno, que no se puede llamar autobús, porque autobús es el de aquí, los de allí son “Voladoras”, y SÍ, VUELAN!!! 

Hay que, ya no digo vivir allí, pero pasar un buen tiempo para ver cómo es nuestro transporte público, disfrutar de él, utilizarlo y saber lo magnifico que es subir limpia y planchadita y bajar estrujada y oliendo a pueblo.

Cuando iba a la Universidad y en mis primeros años de trabajo solía usarlo con frecuencia, y era una prueba a la fortaleza, al deseo de superación y a la tenacidad de sacar una carrera adelante tener que usarlo diariamente. Recuerdo subirme a “conchos” lo que aquí en España elegantemente llamamos “Taxi”, cuyo tanque de combustible se encontraba en los pies del chófer, justo al lado de los pedales; estaban los que la puerta no cerraban y su dueño, en un derroche de ingeniería, dobla una varilla para cerrarla a modo de gancho; también recuerdo salir de mi casa con un paraguas porque llovía a cantaros y no podía perder clases, montarme en el carro público y comprobar tristemente que adentro llovía mas que afuera. Y no hablemos de que no valía mucho la pena bañarse antes de salir de casa, porque bien podías llegar a tu destino con el mismo olor del o los amigos que se te sentaron al lado. Tenemos los motoconchos, que como su nombre lo indica, son motores que se dedican al transporte público y que son una iniciativa singular no sé si de los dominicanos o de los latinoamericanos en general y que son mas bien para trayectos cortos, allí donde no llegan los conchos...estos nunca lo utilicé, gracias a Dios, pues no me imagino yo en la cola de un motor abrazando a su conductor!!! 

Y como dije al inicio están nuestros particulares y singulares autobuses o mas bien autocar: las voladoras, donde meten 120 personas donde caben 60 y a la que el chófer la lleva a una velocidad tal que parecería que lo único que tiene por delante es la felicidad. Y este es, precisamente, el tema: el día que se me ocurrió montarme en un pájaro de estos. La diferencia de tomar un carro público y montarse en una voladora es el mismo que coger un taxi o esperar el autobús: es mas "económico". Si optas por el carro público, lo mas probable es que tengas que pagar un pasaje o dos, dependiendo qué tan lejos vayas; en la voladora pagas un pasaje y llegas hasta dónde ella llegue. 

Aquella tarde estaba yo en la oficina tan ricamente sentada detrás de mi escritorio, tranquila trabajando mientras disfrutaba de mi soledad y de mi aire acondicionado, cuando se me ocurrió la brillante idea de llamar a Flobre y decirle que no me fuera a buscar, que ya me iba yo con una de las compañeras de la oficina. Por aquel entonces sólo teníamos un coche y yo tenía que esperar que él saliera de trabajar para que fuera a por mi, y yo, aquella tarde, quería llegar temprano para planchar...sí, sí, para planchar. Dejé mi silla ergonómica y confortable y mi tranquila oficina y me entregue a la aventura para IR A PLANCHAR!!! 

Cómo tenía años de no coger un carro público y más de subirme a una voladora, tuve que preguntarle a mi compañera el precio del transporte, mas que nada para no pasar vergüenza y pensarán que yo era toda una pija...bueno, mas bien comprobaran que yo era una pija. Resuelta me fui hasta el lugar donde se cogen las voladoras, que no vayan a creer ustedes que es una parada, umm, umm, es cualquier esquina que al chófer le parezca, da igual que haya semáforo, paso de cebra o cualquier otra cosa que pueda impedir esa parada en cualquier otra parte del mundo. 

Nos subimos al bicho en cuestión, gracias a Dios encontramos donde sentarnos, porque de repente a aquel lugar empezó a entrar un número de personas en cada parada, que llegué a pensar que terminarían sentadas unas encimas de otras...cosa que mas adelante comprobé. Sin embargo lo que mas me preocupaba era a la velocidad a la que iba, a mil por horas, y la forma de frenar de repente y sobre el coche de delante, que con una mano mas de pintura chocaban seguros.

El recorrido era bastante considerable, por avenidas principales y a hora punta, con lo cual en cada esquina que se paró a montar y desmontar pasajero el dichoso vehículo y que frenó con todo su ímpetu, me daba un pequeño ataque al corazón. Lo que mas "disfruté" fue de lo folclórico del pitcher, así se llama el tiguere que va en la puerta, siempre abierta, y que va gritando ¡KILOMETRO, KILOMETRO!, mientras silva y aporrea la carrocería, encargado él de cobrar y de "sentar" a los pasajeros.

A lo que iba, mi desconcierto y el terror se iban apoderando de mi en cada frenazo y cada vez que arrancaba y tomaba velocidad, o sea, que si no había quedado algo claro en la clase de inercia de Sor Inma, ahí se me despejaron las dudas. No podía dejar de pensar en mis hijos y lo pequeños que eran para quedarse huérfanos, porque ríanse, pero yo estaba segura que aquella tarde moriría sin más a manos de aquel chófer endemoniado en aquel vehículo del infierno. No voy a entrar en el detalle, que ya dentro, me di cuenta que no me había quitado la gargantilla, los anillos, aretes y brazalete que me había regalado mi, casi viudo esposo para el día de mi cumpleaños y que era una hermosa combinación de los tres oros engarzados entre sí. Al pensar en lo que podía suceder si alguien de los allí presente se antojaba de ellos, me entraron escalofríos y vértigo, traté de no pensar en esa posibilidad y sí en tratar de llegar viva a mi destino, tratando de viajar en un bajo perfil y como "ajena" al mundo, mientras iba contando los minutos, segurisima que eran los últimos de mi vida; tampoco voy a entrar en el detalle de los olores varios que allí se respiraban, pues estos no se describen, éstos hay que olerlos... 

Finalmente llegue a mi destino, la voladora paraba justo delante de la entrada de mi portal, pero yo decidí quedarme antes, una esquina o dos, porque ya que había llegado viva a ese punto no quería seguir tentando la suerte, aproveche a alguien que gritó ¡"CHÓFER, LA PRÓXIMA"!. Además pensé que igual convenía que me aireara un poquito y soltara algún que otro tufillo que se me hubiese pegado en el camino. 

Llegué a mi casa, valiente yo, decidida yo, con el único propósito de "bajar" toda la ropa que tenía por planchar antes de que llegará Flobre con los peques que estaban en casa de mami, quien vivía a escasos 5 minutos caminando desde mi puerta hasta la suya, para lo cual tenía una o dos horas. Meto la llave, abro la puerta, entro en mi casa y enciendo la luz, para mi agradable sorpresa de que ¡¡¡NO HABÍA ENERGÍA ELÉCTRICA!!!, se había "ido" no sé para dónde la verdad y no tenía hora de regreso. Con lo cual mi travesía, mi viaje infernal, mi baño de pueblo fue total y absolutamente en vano.

Como buena dominicana, lo tomé con filosofía, porque otra cosa no, pero a tomarlo con filosofía lo aprendemos a puro coñazo desde que nacemos, me bañe, ya saben por mi olor a pueblo, me vestí, agarré mi bolso y me fui a casa de mi madre a ver a mis hijos y a esperar a su padre...ya habría tiempo para cagarse en to' el vivo, mientras planchaba el viaje de ropa que tenía en el canasto.

Para los que no lo saben, porque para saberlo hay que vivirlo, en algunos países, incluido el mío, por alguna razón que todavía no entiendo, mas que nada porque estamos en pleno Siglo XXI, la “luz se va”, y qué significa esto, que no importa que la pagues religiosamente, hay unas horas en el día en que sabes no cuentas con ella porque "se la llevan". Esto sucede a cualquier hora, cualquier día del año, sin previo aviso y puede ser desde 15 minutos sin luz, hasta...hasta que llegue, en una, dos, tres horas...o días, eso dependerá de lo grave de la avería de la planta o de lo que les de la gana de hacer a los tíos que la controlan, esto tampoco lo tengo muy claro.Ojo, que si no la pagas puntualmente, te la cortan...

Españoles, turistas de todo el mundo, que República Dominicana es esto, junto a otras cosillas, NO Punta Cana. Esta es nuestra realidad, esa es mi gente...y como dice una canción ochentera: El dominicano tiene un brillo...y un agujero en el bolsillo..."

Hasta otro encuentro ;)

domingo, 16 de junio de 2013

Las bicicletas son para el verano...


Sí señor!!! Este debe ser el titulo de alguna película o algo parecido, porque es que me ha salido bien, bien. Tanto que casi me siento orgullosa de él!!!

No sé si en realidad las bicicletas son del verano o no, puede que sea realmente el título de una película o de algún libro, o tal vez es que he tenido la inmensa suerte, prefiero llamarle bendición, de nacer en un lugar donde hay un verano eterno, donde puedes ir a la playa cuando se te antoje, salvo tormenta tropical, entonces te bañas bajo la lluvia y te lo pasas igual de bien. Lo que si sé es que nunca me he sentido mas dueña del mundo, mas libre y mas autosuficiente que cuando voy montando bici y el aire me golpea la cara y me alborota el pelo. 

Mi bici, la única de verdad mía que he tenido me la regalaron precisamente en un verano, creo que por haber pasado el curso. Eran tres bicis, una para cada una, la de Angie y la mía del mismo tamaño y de color rosa con blanco; la de Lourdita no recuerdo el color, pero me imagino que era azul, su color favorito y venía con canasto y dos rueditas. 

Con doce o trece años no sabía montar, nunca me había montado en una. Pero siempre he sido decidida y aprendí, vaya si aprendí, porque si los otros aprendieron y saben, yo no iba a ser menos. Me caí, me raspe las rodillas, le dañe las flores a mi abuela cuando me abalance sin control sobre ellas, me seguí cayendo y caí cientos de veces y otras tantas me puse en pie, me limpié las rodillas y entre los gritos de "Teresa, te vas a matar!!!" de mi abuela lo intenté hasta que la dominé...como debía de ser. 

No me tomó mucho andar echando carreras con mis primos alrededor de nuestra casa en la Lincoln. Me inventaba mil y una aventuras sobre ella, podía vivir una mañana en la casa de la pradera, andar por bosques llenos de misterios o ser perseguida por un oso peligroso, todo dentro de los límites de los jardines de mi precioso hogar. 

Aquellas bicis pasaron a otras manos, no voy a contarles el cabreo que pillé con mi madre, quien SIN PERMISO, ni autorización alguna de sus dueñas las vendió, vendiendo con ella mi primer vehículo de transporte. Su excusa, que ella las había comprado y por lo tanto ella podía venderlas...algo que todavía hoy me lo encuentro sin sentido, porque me la había regalado, por lo tanto era mía y aún hoy creo que lo suyo era, por lo menos, informarme de su decisión. Vale que daba lo mismo, porque yo me iba a cabrear igual y ella la iba a vender de todas formas, pero lo que es justo es justo.

Me encanta esa sensación de libertad sobre dos ruedas y pedalear y pedalear sintiéndome la dueña del mundo. Sin embargo tengo años, y cuando digo años, me refiero a años, muchos, muchos años que no monto en bici como cuando era niña, o soltera con el único compromiso real de sacar mi carrera adelante. 

La última vez, creo, si mi memoria no me falla fue cuando, casi, casi, no vivo para contarlo. Se me había metido en la cabeza que estaba gorda, cuando todavía no había comprobado que estar gorda era otra cosa y no esas onzas de mas que hacían que los jeans size 7-8 no me cerrarán como cuando me los compré. Como estaba “pasada de peso” decidí irme a montar en bici cada mañana, para ello me levantaba temprano, antes de empezar el trabajo diario de sacar la tesis de grado a tiempo para graduarnos; me vestía y alegremente cogía la bici de mi padre, a la cual me daba cierto trabajo subirme y algo mas controlarla, sin embargo con el tiempo y mucha maña nos habíamos llegado a entender. Me iba al mirador y lo paseaba sobre aquella dos ruedas por dentro; adoraba aquel paseo matutino, parecía estar en una peli de esas gringas, rodeada de arboles y sonido de pájaros. Al ser temprano en la mañana, la temperatura era agradable, y con mi walkman amarillo de la Sony, por una hora me sentía la dueña del mundo. En aquel entonces no la conocía, pero si hubiese tenido que ponerle melodía a ese momento, sería la música de “Verano azul”. 

Aquella mañana, me acompaño Lourdita, mi hermanita, mi favorita porque no me decía que no a nada, se apuntaba a un bombardeo conmigo, todavía hoy lo hace. Ella tenía su bici adecuada a su edad, a su tamaño y rosa porque era niña, nada que ver con la de carrera profesional de mi padre que me quedaba “grande”. Luego del paseo matutino, y de disfrutar del verde, del olor a hierba y del trinar de los pajaritos, volvimos a casa, íbamos montadas las dos, cada una sobre sus dos ruedas, ella iba delante de mi, dobló hacía la derecha y siguió montada para coger la cuesta que nos llevaba al residencial donde viven mis padres. Recuerdo perfectamente, cuando la vi tan segura, decirme a mi misma: Mimisma, si ella puede, que es mas pequeña que tú, tú también puedes coger esa cuesta sin peligro. Claro, con lo que no contaba es que ella SÍ dominaba su bici, porque era la de ella, no la de su padre que le venía grande. Con lo que muy resuelta, muy yo y muy segura, doblé la esquina y enfilé hacía la cuesta sobre mis dos ruedas de carrera profesional. 

Lo siguiente fue perder el control, no saber como frenar y estamparme en la esquina con todo y bici sobre un árbol. Lo que vino a continuación lo tengo un poco vago, recuerdo que me levanté y que un señor se acercó a ayudarme, me preguntaba donde vivía y yo le decía que a mi casa no, que mi madre me iba a matar; dentro de mis nervios y mi miedo, me tocaba la cara y decía, mi cara, me la he dañado y me miraba el hombro y sólo podía pensar en el vestido de la boda de mi prima, la primera de nosotras que se casaba, que era con los hombros descubiertos y yo, mi hombro, lo tenía hecho polvo. Mientras yo estaba en “mi mundo”, Lourdita, cuando se dio cuenta de mi “accidente”, de la impresión se desmayó; con lo cual llegamos a casa una desmayada, otra accidentada y un señor, que no me acuerdo ni de la cara, ni del color, ni de nada, que nos llevo junto a las dos bici, al tiempo que intercedía por mi ante mi tía, para que no me riñera porque yo estaba “muy nerviosa” y no “es culpa de ella...perdió el control y se accidento”. 

Aquella fue la última vez que monté en bici, en parte porque mi madre al enterarse puso el grito al cielo, en parte porque mi pierna y mis hombros habían quedado guapos, guapos y tenía que recuperarme y en parte porque dejé que la vida me arropara con sus prisas, con sus problemas y con “las responsabilidades” que ya empezaban a asomar la cabeza. 

Desde entonces no he encontrado ni el día, ni el tiempo, ni el deseo, ni la bici, para retomar una de las cosas que mas me gustan en la vida. Lo que si que no pierdo es la esperanza de volver a montar en bici, pero esta vez acompañada de mi familia...eso sí, ahora sí que le pondré la melodía de fondo de la serie “Verano azul”. 

Nos vemos en otra noche sin dormir...

sábado, 25 de mayo de 2013

Mamita querida...


Hoy voy a dedicar este espacio a mi madre, a ninguna otra mujer, por muy madre que sea, por mucho que la quiera y por mucho que tenga que agradecerle. Hoy es sólo para ella... 

Quien me enseñó que los obstáculos están para superarlos, no para lamentarnos por ellos. 

Quien nunca me dijo “mi pobre hija...” porque nunca me miró con ojos de lástima... 

Quien me dijo que la vida no es fácil, que hay que luchar, que nos caemos y que tenemos que levantarnos y seguir adelante... 

A quien debo mi fortaleza, porque me dijo que ser fuerte era mi única opción... 

Quien me cosió alas fuertes para volar bajo cualquier cielo... 

Mi madre es una mujer maravillosa, a quien la vida le ha golpeado por donde mas duele, pero a quien vi recuperar la sonrisa. Cuando siento que no lo he tenido fácil, pienso en ella y me digo que no tengo derecho, y por ella, porque se lo debo y porque lo aprendí viéndola levantarse, una y otra vez, sonrío y sigo adelante. 

Me enseñó: 

 A no guardar rencor, porque me daña el espíritu... 

A no perder la fe, porque es la que me da la fortaleza... 

A poner la otra mejilla y a dar una lección de humildad... 

A secar mis lágrimas y seguir adelante... 

A perdonar, porque eso me hace grande... 

A ajustar mis velas y continuar navegando en mares revueltos...

A creer, a confiar, porque si ella es capaz de hacerlo, yo no soy quien para no hacerlo... 

A amar a mi prójimo, a practicar la caridad, a ayudar y a dar mi mano a quien lo necesita, sin esperar nada a cambio... 

A sonreír aunque la vida me golpee, porque sí, porque ella lo hace, porque tiene una sonrisa amplia, limpia y sincera... 

Mi madre es una mujer de puta madre, que es mucha mujer, mucha madre, mucha Yolanda... 

Esto va pa’ti mami, porque te amo, porque me amas y porque me has hecho esta mujer que soy, mas o menos buena, mas o menos amable, mas o menos humilde, pero fuerte y llena de coraje y valor para ver a la vida de frente, como tú lo has hecho. 

Feliz día de las madres, Yolanda, eres una madre a todo dar...las habrá mejores, las habrá peores, pero como tú NINGUNA!!!

jueves, 9 de mayo de 2013

Primeros pasos...

Preparando la primera cena con invitados

Hoy me desperté pensando en una persona muy joven, que hace poco se ha ido a vivir con su novio. Cuando me lo dijo, lo hizo con los ojos llenos de brillo, con una gran sonrisa y con ilusión en cada una de sus palabras. Me alegré por ella, me alegré por los dos, en estos tiempos que corren, en los que cualquier negocio fracasa, es alentador ver que hay personas que inician una empresa de esta magnitud juntos. 

Les veo y me acuerdo de cuando yo misma comencé a dar mis primeros pasos en mi vida de casada. En mi caso era imposible plantearse irme a vivir con mi novio, sin antes pasar por el altar, eso, con mis padres, no era tema de discusión; así que lo hice todo “de manera correcta”, hubo cenas familiares con sus padres, con mis padres, pedida de mano, anillo de compromiso, vestido de novia y velo. Nueve meses preparando nuestra vida juntos; nueve meses comprando y escogiendo cada detalle. Todo tenía que ser perfecto, cada mueble, plato, jarrón que compraba lo hacía con la ilusión y la emoción de toda mujer que prepara su nuevo hogar. 

Pero este no es el tema, el tema es mi amiga y la vida que esta empezando, le pregunto y hablamos de todo un poco; del tema suegra no abundaré, ya lo hice en una entrada anterior, porque es que las suegras, por buenas que sean, por muy bien que nos llevemos con ellas y por mucho que la queramos, dan mucho de sí, son seres muy especiales, casi, casi, fantásticos llenos de momentos, momenticos y momentazos que bien se merecen un entrada sólo para ellas. En el tema bebes tampoco entro, porque ya para eso están los padres, tíos y abuelos, que no sé que se les mete cuando una tiene pareja con los dichosos hijos. Ojo, que creo que los hijos son necesarios, pero en su momento, así que de eso no hablamos. El tema que mas me gusta, es el de la cocina, quizás porque fue el que mas se me atragantó y me divierte mucho recordar mis pinitos en la cocina y me divierte ver a las nuevas “ama de casa” dar sus primeros pasitos. 

De soltera cociné casi nunca, mas bien NUNCA, mi madre lo primero que le soltaba al pretendiente de turno era “no cocina, se le quema hasta el agua hirviendo...”, que no sé yo si de verdad esta mujer quería que yo me casara y le dejara mi habitación libre para ella agrandar la suya...que aún sigue sin agrandar y mi habitación tiene mas muebles que nunca. 

Llegué a mi nuevo hogar sin ni idea de cocina, y entre luna de miel y primeras invitaciones a los recién casados libré varias semanas. Pero todo llega, y llegó la primera cena, teníamos hambre y sería la primera vez que nos pararíamos frente a la estufa a hacer algo consistente (por lo menos yo) que no fuera calentar leche y mezclarla con cacao. Nos levantamos resueltos a hacer de cenar, abrimos la nevera y todos los armarios de la cocina y sacamos salchichas, maíz, jamón, queso y unos mejillones que me había comprado mi madre para que tuviera algo en la despensa para picar si alguien llegaba a visitar “...porque a los recién casados todo el mundo los visita...”,  todo a la sartén a rehogar con aceite de oliva y unas tostadas que fuimos preparando a la par, para acompañar Coca Cola, como siempre. Nos quedo como para chuparse los dedos, pero nunca fuimos capaces de hacerlo otra vez, porque entre lo que le echamos y con lo que sazonamos, nunca nos volvió a salir nada ni siquiera parecido. Fue nuestro primer “plato al gabinete”. 

Así pasó nuestra primera cena en pareja, pero llegaron las otras, esas en las que invitas a los amigos, a tus padres, a tus hermanas, a la familia en pleno. La de mi hermana fue una pasada, no recuerdo qué cenamos, pero a juzgar por las fotos quedó bien, porque nos estamos riendo y todo. 

La de la familia en pleno fue un poquito peor, era la primera vez que cocinaba para tanta gente: sus padres, hermana, cuñado, mis hermanas, mi cuñado, mis padres, mi tía, él y yo; sobró arroz, que igual sobró por lo pastoso y soso y faltó pollo a la crema con setas, igual porque me quedó de puta madre y a todos les gustó; el postre era una tarta de la repostería, así que con eso acerté. 

También está la cena para sus compañeros de trabajo, aquí me daba bastante miedo cómo iba a quedar, me salvaba que estaba de unos meses de embarazo, pero soy muy exigente y esa cena tenía que salir muy, pero que muy bien. Para la ocasión elegí un plato con el que quedaría como una reina: una lasagna. Compré los ingredientes y, al momento de prepararla, caí en la cuenta que nunca había hecho una, me las sabía comer, eso sí, pero prepararla ya era otra cosa. No me acobardé y cero llamar a la tía o a la suegra, me dije a mi misma “misma, utiliza la lógica, que sacaste una carrera adelante con un índice académico de 3.5 de 4, pasaste cálculo en “B” y todas las materias propias de la carrera de administración en “A”...no puede ser mas difícil sacar una lasagna adelante”. 

Después de tan maravilloso análisis y de creerme que una cosa tenía que ver con la otra, me puse manos a la obra: herví las pastas, preparé la carne, la salsa roja, la crema bechamel, el payrex y a montar. Primero un poco de aceite al fondo para que no se pegara, una capa de pasta, otra de carne y salsa roja, otra capa de pastas y otra de queso mozzarella y la bechamel, y vuelta a empezar hasta llegar a la última capa, donde la terminé con la bechamel, el queso parmesano y listo para hornear. Debo decir que salí triunfal, sé que al final nada tenía que ver el índice académico en la universidad, pero sí que me sirvió utilizar la lógica. 

Sin duda alguna, el tema arroz fue lo que peor se me dio, llegó realmente a frustrarme. Entre los regalos de boda me llegó una “olla arrocera” de estas “que hacen el arroz solo, señora, no tiene usted que preocuparse, usted pone el agua, echa el arroz y ¡listo!” MENTIRA!!! Que no era tan sencillo, cuando no se me ahumaba, me quedaba una pasta, cuando no crudo...hasta que no le cogí el tranquillo, la de arroz que dañe. Pero esto no es todo, había otro problema, la olla arrocera no hacía “concón” y yo quería ser toda una mujer cocinera dominicana, de estas que les queda “el concón” crujiente sin llegar a romper muelas. Pues nada, ahí que cogí mi caldero, ese que me regaló mi madre y que hasta ese momento no había salido del gabinete, y manos a la obra, a cocinar mi primer arroz blanco, para que “mi marido” se lo mpara almorzar al día siguiente en la oficina. Puse a hervir el agua, lavo el arroz, echo sal y aceite al agua ya hirviendo, echo el arroz, lo muevo, lo tapo y doy la media vuelta. Todo bien, sí, pero es que había que estar pendiente a que el arroz secara, para moverlo, bajarle el fuego y que terminara de cocinar a fuego lento. Un pequeño detalle que pasé por alto y allí que el arroz no se me ahumó, no se me apastó, no se me pasó, no, no, no, el arroz directamente se quemó, quedó negro y el caldero pa’ tirar. A volver a hacer arroz en la olla arrocera, hasta que volví a recuperar la confianza, como diez años mas tarde. Por supuesto, Flobre al otro día compró algo para llevar y fue lo que comió. 

El tema de las habichuelas, garbanzos, guandules, lentejas y demás legumbres, también tiene tela, pero este se me daba “algo mejor” porque los compraba enlatados y bastaba echarles un poco de sal, pasta de tomate y dejarles coger cuerpo. El problema estuvo cuando me tocó ponerlos a ablandar para luego cocerlos. Las primeras habichuelas me quedaron no duras, no, lo siguiente!!! El tema carnes se me daba bastante bien, ahí me autocalifico con un 7 de 10, sobre todo si eran pechugas ya deshuesadas, que las pechugas dan mucho de sí, lo mismo sirven para llevar al horno, freírlas en la sartén, que para cortar en trocitos y hacerlas con setas y crema bechamel. 

Con el tiempo he aprendido a hacer de todo y hoy soy capaz de hacer desde un arroz, habichuela y carnes, a una tortilla española; ésta es mi mas grande orgullo, finalmente darle la vuelta a la dichosa tortilla sin que se me desparramara por todas partes me hizo sentir que había llegado al culmen de la cocina. Cuando me casé, junto con aquel caldero, mi madre me regaló una sartén antiadherente, pequeña, coqueta, de esas de teflón “...para que aprendas a hacer tortilla...”, la sartén quedó igualita a través de los años, porque yo la verdad es que intentarlo, no lo intente, mas que nada porque, teniendo a la tía cerca, quien se animaba a competir con ella y sus ya famosas y reconocidas “tortillas españolas” 

Como dicen por ahí, la necesidad tiene cara de hereje, y cómo la tía y la suegra me quedan tan lejos he tenido que aprender a cocinar si quiero que mis hijos coman. Ya soy capaz de hacer las legumbres con el paso previo de ponerlas a ablandar, el arroz no se me quema, no se me pasa, me queda graniaito y con el concón como a mi me gusta. Sigo haciendo lasagna de vez en cuando, y hasta soy capaz de comprar un pollo entero, desmembrarlo, cocinarlo por partes y con los huesos hacer un fume que luego me sustituye las famosas “sopita de pollo”. El pescado y frutos del mar ya es otro tema, solo me lo puedo comer, porque es que si lo cocino, el olor me revuelve el estómago y me hace devolver lo que no me he comido. 

Aún tengo temas pendientes como las croquetas, el sancocho, las albóndigas (que pasa igual que con la tortilla, que no hay quien compita con las de la tía), la sopa (que pasa igual que con las albóndigas y la tortilla) y alguna otra cosa que ahora se me olvida. Pero todo se andará, que si no es para mis hijos, ya lo haré para mis nietos. 

Y es que los principios no son sencillos, ni fáciles, ni simples; tropezamos mucho, pero aprendemos de esos tropiezos, nos divertimos y vamos creciendo juntos. Espero que mi amiga, esa que esta iniciando su vida en pareja, en su propio espacio, aprenda como yo, de manera divertida. 

Y como decía Porky: esto es to, esto es to, esto es todo amigos. Nos vemos pronto...

lunes, 22 de abril de 2013

Suegras...


Si es que hasta la palabra es fea!!! 

Lo primero que voy a aclarar es, que aunque hable en primera persona no siempre las anécdotas que cuente serán mías...que tengo suegra y no quiero que se enoje conmigo, y es que también tengo amigas, conocidas, hermanas cuyas historias enriquecen mis conocimientos (haaala, que ahora me siento toda una profesional de la palabra escrita!!!). 

También voy a aclarar, que de todas las suegras, quizás me tocó una de las mejores, a la que tengo que agradecer, y agradezco, el esposo que tengo; y no es peloteo, que no, que no, que me lo enseñó de lo mas bien, además de que, al margen de que podamos tener diferencias, es una buena mujer. Ya está, ya lo he dicho... 

Las suegras son esos seres que piensas que han nacido con el único propósito de tocarte las narices; mientras eres la novia, no pasa nada, todo son risas, ji ji ji ji por aquí, ja ja ja ja por allá, y te das con un canto en los dientes “...porque me ha tocado la mejor del mundo...”, pero, cuando, la pareja en cuestión, decide dar el siguiente paso, es entonces cuando esa mujer tan amable se convierte, de repente, en otra persona distinta. Claro está, ponte a pensar, que eres esa persona, que “total ni tan guapa es, ni tan simpática, ni tan inteligente” que se va a llevar lejos de casa a ese pedacito de sus entrañas, que “con lo que vale mi niño y con lo guapo que es, bien se merece otra cosa mas de “su nivel”. 

Todo suele empezar el día que, juntos y llenos de ilusión, van y les anuncian que se van a casar; en ese momento, tu suegra abre los ojos como platos, y cuando logra sobreponerse a la noticia y en un intento desesperado de que este monstruo escape con su niño, dice, muy resuelta “...y dónde piensan vivir, porque es que todo está muy caro y muy difícil, cada vez hay menos vivienda...” (MENTIRA!!!), hace una pausa que a ti te parece eterna, porque por primera vez no sabes por donde vienen los tiros, añade con un tono de aparente amabilidad “...si quieren y como aquí nos sobran habitaciones, pueden quedarse con nosotros, en lo que encuentran donde vivir...”. Tu, de forma también amable, sonríes y le dices, “...si, si, ya lo pensaremos...estaría bien...” mientras piensas “...ni de coña me mudo yo aquí, por muy cojonudos que sean estos dos...”, e inmediatamente te quedas a solas con tu futuro esposo, le dices de forma muy contundente y enérgica “Ni se te ocurra, que para tu casa no me voy a vivir, que para eso me quedo en la mía donde vivo de puta madre!!!”. A partir de aquí esta el conflicto servido... 

Después vienen los preparativos de la boda, que dan mucho de sí, empieza una competencia absurda entre ambas familias, a ver quien va a ser el padre mas elegante y la madre mas guapa de la fiesta; opinan de las damas, de la tarta, del vestido “...que mira, que aquí está con el que yo me casé, que igual, haciéndole algunos arreglillos, te queda...” y tú vuelves a sonreír y, aunque piensas “Señora, pero no se está viendo usted el tamaño...que a mi su vestido de novia me quedará como minifalda...”, y realmente le dices, en un tono amable pero muy falso “ay!!! Muchas gracias, pero es que ya he visto uno que es que me encanta!!!”. 

Y llega el día de la boda y las fotos, y la tensión y los nervios...total que están en plena sección de fotografía y tu suegra se te acerca y en un tono bastante cínico y puntilloso te dice “...anda, y es que no es blanco el vestido, pero bueno, eres mona y se te ve bonititico...” Mona!!! Bonititico!!! O sea, que quiere decir esta vieja metiche!!! nada que respiras y vuelves a sonreír. 

La cosas van subiendo de color y de tono a medida que avanza la relación, y frases como “MI HIJO, y a ti quien te plancha estas camisas???!!!”, o la mejor de todas, “...que estas mas flaco, estas comiendo bien, te tratan bien???!!!” y tu, sabiendo que lo de sonreír va a durar mas bien poco, ignoras el monologo, porque es que tu ya esposo, tampoco dice nada. Cuando, por fin, te quedas a solas con él le gritas “...que coño se ha creído tu madre, que mira que yo era “una señorita” que vivía muy bien...y cómo es eso de que “si te tratan bien”, como si estuvieras haciendo el servicio militar!!!...” y luego continuas con que si no me defendiste, que si no dijiste nada, que yo a ti no te importo, que vete a vivir con tu madre, que la quieres a ella mas que a mi... 

El primer embarazo también da mucho de sí, y es que va a ser abuela y eso las hace grandes y muy sabias, empiezan los consejos, a los que no les haces caso ni mucho, ni poco y que “si es niña ponle el nombre de tu abuela, que es muy guapo, y si es niño, el tuyo, que Pedro es un nombre muy lindo, a donde va a parar...”; ya en este punto, ni risas, ni leches, que ya ha pasado mas de un año y esta señora no entiende y le dices en tono mas bien borde “...el nombre a la criatura se lo voy a poner yo, que para eso lo llevo yo nueve meses, aguantando insomnio, acidez, calores y las hormonas a su puta bola...”. Se hace el silencio...y llega el momento del nacimiento y, otra vez la competencia absurda y sin sentido de ¿A quién se parece” y tu suegra muy resuelta te dice, “...ves, que fulanito y menganita dicen que es igual a Pedro, que a ti mucho no se parece...” a lo que tú agotada y con pocas ganas le respondes “...bueno, señora, mientras no se parezca al lechero, por mi todo bien...”. 

Y así un sinfín de momentos que dan para llenar folios y folios, porque es que, amigos, las suegras dan para mucho...las de ambos lados, que tu madre, por regla de tres, también es una ellas. 

Las suegras se meten en tu casa, disponen almuerzos, friegan trastos, limpian cajones, cambian cuadros, muebles de sitio, lavan, limpian. La mía, sin ir mas lejos, una tarde me llamó y me pregunta por su hijo y yo le digo que esta durmiendo “porque llego con algo de fiebre, que parece que le agarró la gripe esa que anda...” acto seguido y muy desesperada me dijo que ella iba en seguida a hacerle un tesito, a lo que yo le dije muy resuelta, “no, no se preocupe, porque es que yo también se hacer té...” 

Las hay altas, bajitas, con el cabello rojo, rubio o con canas, mejores o peores, buenas o menos buenas, cojonudas o unas auténticas hijas de puta, pero todas son suegras, madres de sus hijos, a ese que ella llevó nueve meses, al que cuido mas que a su vida, al que ama hasta morir y al que tu, a primera de cambios, te llevaste de su lado. Es algo que podrán superar, pero no perdonar, que te llevaste a su pequeño, aunque su pequeño tengo casi cuarenta años, este barrigón y casi calvo. 

Yo, en mi caso, delimité mi espacio como los gatos, tracé la línea que no podíamos cruzar ni ella, ni yo, y así nos hemos llevado bien durante un buen tiempo. Tenemos diferencias, nos hemos enfadado y, a veces, nos hemos dejado de hablar, pero todo vuelve a la normalidad, porque entendí que no solo me case con Pedro, también me casé con su familia, y a ellos les guste mas o les guste menos “este cajuil tendrán que chupárselo”. 

Ya terminando me acuerdo de un chiste donde se encuentran dos mujeres y una le dice a la otra: 

 -Y tus hijos, que tal están, son dos no?... 

-Si, niño y niña, el varón se acaba de casar y le ha tocado una vividora de lo peor, no trabaja, se la pasa de viaje o en el club o en la peluquería, le exige la tarjeta de crédito a tope para fundírsela en las tiendas de marca...ya lo último es que hizo que le comprara un coche de lujo, último modelo, de esos que aparcan solos...una verdadera zorra!!!” 

-Vaya por Dios, le dice la otra...y tu hija, que tal le va en su matrimonio? 

-Uy!!! De maravilla, tiene un esposo maravilloso, no la deja trabajar, le paga todos sus caprichos, le tiene una tarjeta de crédito a tope y hasta le ha comprado un coche último modelo, de esos que aparcan solitos... 

Y esto, señoras y señores, es una suegra. 

A todas las suegras del mundo, porque yo también seré una y seré, como todas, un verdadero coñazo...

miércoles, 10 de abril de 2013

Las niñas buenas van al cielo...


...Y las malas a todas partes..., si ya sé que es el título de un libro o algo así, pero tengo que confesar que, desde que aquella amiga, la misma por la que años antes me sentaran en la parte de atrás del cepillito, me la dijo me encantó y me di cuenta que yo siempre he pertenecido al primer grupo.

Hay dos tipos de mujeres: las valientes y las buenas, yo soy de las segunda, aunque me gustaría haber pertenecido a las del primero. Las valientes le echan un par a la vida y desafían todas las leyes familiares y de la sociedad. 

Las valientes viajan solas, viven mil aventuras, sueñan y luchan por alcanzar lo que sueñan. Las valientes se atreven a todo aquello que yo ni me planteaba, y si me lo planteaba, no lo llevaba a cabo. Así perdí mas de un tren en la vida: nunca hice esa maestría fuera de mi país “porque es imposible estar tan lejos de casa...”; nunca viajé sola porque "me da miedo perderme..." nunca "brille" (hacer pellas) en el colegio por temor al castigo.

Recuerdo, que fuera donde fuera, mi padre y mi madre sabían donde yo estaba, si íbamos al cine, los mismos de siempre, a la misma hora de siempre, al mismo cine de siempre, y de ahí nos íbamos a cenar, como casi siempre, yo me las arreglaba, SIEMPRE, para llamar a mi padre y decirle, “nada, que nos vamos a cenar después de la peli, para que lo sepas y no te preocupes...”, así no me “portaba mal”. Ojo que entonces no había celulares.

El día que se me olvido llamar, se me paso, o simplemente me apetecía saltarme las reglas, porque sí, porque un día es un día, al llegar a casa estaba madre, envuelta en un llanto inconsolable, yo me asusté, no sé qué cantidad de cosas pasaron por mi cabeza; hasta que ella logró articular palabra y entre sollozos me dijo “...llamó una mujer y dijo que tu andabas con “X” y que “X” lo único que va a hacer es pegarte una barriga...”, yo solté una carcajada burlona y le dije, indignada y molesta “...anda que tú también, mami, que no sé si lo sabes, pero las barrigas no se pegan, hay que hacer ciertos pasos que yo, si los doy, exijo preservativo...”. Di  media vuelta, dejando a mi madre con la palabra en la boca, mientras trataba de digerir lo que yo acababa de gritarle. Uy!!! Que malvada había sido.

Cuando me entraba un ataque de rebeldía y quería “vengarme” de mis padres, pedía permiso para ir al cine y me iba a otro lugar. Así de mala he sido, así. Que me podía mucho el miedo y ser descubierta. Recuerdo haberme ido a un concierto en el que no había dicho toda la verdad al momento de pedir permiso, cuando estaba allí me encontré, primero, con el jefe de mi padre y luego con unos amigos de la familia. Me entró nauseas, vértigo, mareo, me sudaban las manos, me dio taquicardia y las piernas me temblaban. Los minutos que estuve hablando con cada uno de ellos me parecieron eternos. A la hora de volver a casa, no quería llegar para no enfrentar a mis padres, porque estaba segura que, a esas alturas, ya le habían ido con el cuento y me iban a castigar de por vida. Ahora lo pienso y me río, pero aquel día lo pasé realmente mal. 

Me costó mucho acostumbrarme a salir por ahí “sin permiso”, y así llegué a mi luna de miel, con la sensación de estar haciendo algo “políticamente incorrecto”, y estando en pleno viaje de novios, sentía la extraña sensación de que me iba a encontrar con quién sabe cual conocido de mis padres, que luego les iría con quién sabe qué cuento y la que se iba a liar y la que me iba a caer. Con esa sensación de incomodidad estuve, hasta que logré auto convencerme de que no estaba haciendo nada malo, que si estaba allí, tan lejos de casa, con un hombre y SOLA, es porque me había casado, con lo cual estaba haciendo, una vez mas, lo “políticamente correcto” 

Cuando de recién casada nos fuimos al cine de siempre, con los amigos de siempre y nos fuimos a cenar, como siempre, en el carro le dije a Flobre que me prestara el celular, que para ese entonces ya empezaba a haberlos, me miró y me pregunta como para qué y yo le contesto “para llamar a papi...” me dijo, resuelto y triunfante “no te hace falta, tú andas con el permiso en el bolsillo”. 

Nunca fui la mas valiente de mis hermanas, de hecho, soy la mas cobarde y eso lo he comprobado día a día a través de los años. Siempre fui políticamente correcta, nunca hice nada de lo que pudiera arrepentirme, “porque le tenía miedo a jugar con fuego”; mis hermanas no, aún cuando son mas jóvenes, son mas atrevidas, mas valientes. No es que se portarán mal, pero sí que eran, o son, mas atrevidas, osadas, arriesgan mas...

La que me sigue, parecía mayor que yo, tanto que era ella que me explicaba ciertas cosas y tanto que era ella que me protegía en el colegio, cuando, lógicamente, debería ser al revés. Ella se atrevió a tomar ese avión e irse a trabajar fuera de su país, el mismo que yo nunca cogí; ella se atrevió a irse sola a Nueva York, yo todavía no conozco la gran manzana y tal y como están las cosas, cada vez lo veo mas difícil; ella se iba con sus amigos de la uni a la playa o a los pueblos, yo no me atreví ni a pedir el permiso. Igual ella no lo sabe, pero siempre la admiré por ser tan valiente, tan decidida, tan resuelta. Luego esta la mas pequeña, esa que yo sentía que tenía que proteger, hasta que con, un par, y para perplejidad mía, se sentó delante de mis padres y le dijo que estaba embarazada...ojo, sin haberse casado, que si no lo he dicho antes, mi familia es MUY tradicional, de esas que “usted de esta casa sale con velo y corona...que usted no es una cualquiera”, y ahí estaba mi hermanita, la mas pequeña, la menor, la indefensa, don dos narices, diciendo lo que yo, si me habría tocado a mi la papeleta, no hubiera hecho jamás, antes me hubiese ido a vivir a Dajabón, porque allí nadie me hubiese buscado. 

Y aquí estoy con cuarenta y tantos años, comprobando que pasé de ser una hija buena, a una buena esposa, a una madre buena y abnegada. Nunca fui desobediente, ahora lo sé; nunca me porte mal, ahora lo sé; nunca hice nada que no fuera “lo correcto” ahora lo sé. Coño, si todo lo hice como la sociedad, la puta sociedad y la familia exigía: primero estudiar, sacar tu carrera, luego trabajar y “establecerte profesionalmente” y ya, cuando “te llegue la edad” buscar un buen hombre para casarte. Y hasta en esto último fui a escoger al que siempre llevó camisa blanca, pantalón negro, corbata y maletín, que era obediente con sus padres, amable y cariñoso con su hermana y el que nunca dijo una palabra fuera de contexto delante de mí. Cuidado!!! que es el mejor de todos, como, lógicamente, tenía que ser. 

Nada que, como me dijo aquella noche mi amiga, por la que me sentaron atrás en el cepillito, “las niñas buenas van al cielo y las malas van a donde les da la gana...incluso al cielo”...

Nota: Si volviera a nacer, volvería a vivir como he vivido y volvería a tomar las mismas decisiones...aunque, quizás arriesgaría un poquito mas y sería menos "buena"...quizás.

domingo, 7 de abril de 2013

Casi verano...


Todavía es primavera, aún falta lo suyo para el verano y el invierno parece que no quiere marcharse. Pero obviando estos detalles, las alergias, la lluvia y estas temperaturas tan extrañas y tan características de esta estación, el verano está cerca cosa que me anima, y hace que se me olviden la alergia que me acompaña y este tiempo tan raro. 

Yo es que soy muy del verano, igual porque nací en una isla donde hay un verano infinito de enero a diciembre, en los que las estaciones del año las diferenciamos por la “brisita que sopla”. Allí tenemos la “brisita de Navidad”, que da igual que sople en octubre o en enero y, que si la tengo que comparar con alguna brisa de este lado, sería una de esas de final de la primavera. Está la “brisa de Cuaresma”, que aunque no lo crean, empieza a soplar el mismo miércoles de ceniza, esta es como esa caliente que llega del Sahara, que brisa es, pero casi mejor que no soplara, porque mas que refrescar, parece que te da mas calor. Estas "brisas", que estoy segura sólo entendemos nosotros, diferencian nuestras particulares estaciones, y vamos si la diferencian... 

Lo bueno del verano permanente es que puedes ir a la playa cuando te apetezca o quedar para montar en bici o en patines cualquier día del año. Si el planazo se te fastidia porque una de esas tormentas tropicales llegó, como de costumbre sin previo aviso, pues te pones pantalones cortos y una camiseta vieja y sales afuera a bañarte en el torrencial zumo de nubes y corres y cantas y bailas cual Gene Kelly en “Singing in the rain”, pero sin paraguas y disfrutando como una enana: a mas agua, mas diversión. Lo malo, es que estas tan acostumbrada al eterno verano, que no sabes lo que tienes, hasta que no lo echas de menos...que, actualmente, es mi caso. 

Pero sin lugar a dudas, para mi, lo mejor del verano es la ropa, fresca, sexy, guapa y con estilo, porque a donde van a parar los gorros, guantes, bufandas, abrigos y botas cuando los comparamos con los bikinis que te ayudan a enseñar, sin caer en lo descocada sexy de porquería, lo pantalones cortos que te hacen lucir tus piernas infinitas y las sandalias que dejan tus hermosos dedos al aire. 

No, señores, es que no hay punto de comparación, porque la ropa de invierno será de todo, menos sexy y elegante, que con tanta ropa, a ver quien es el guapo que logre sacar algo en claro debajo de tanto trapo, que te llegas a sentir cebolla debajo de capas y capas de ropa. Y no vamos a entrar en detalle de lo agobiante que es, venga a abrigarse hasta las orejas para salir y venga a desvestirse cuando entras a cualquier lugar, que yo no sé a los demás, pero a mi me desquicia hasta enloquecer. Que las botas me gustan, pero para un día; que las bufandas y los gorros están bien, pero para que los use otro; que la nieve es romántica, sí , de acuerdo, pero en las postales de Navidad!!! Na’, que aquí hay que “agua y ajo” porque el invierno comienza en otoño y termina en primavera...si termina, que bien puede pillarte un verano, que ni verano ni na'. 

Lo de bañarse debajo de un aguacero (Entiendase por aguacero, lluvia repentina, abundante, impetuosa y de poca duración) queda totalmente descartado, primero, porque lo que aquí es una tormenta, allí es sólo lluvia, por lo menos en Asturias, que en los años que tengo viviendo de este lado sólo he vivido una tormenta como las de allí, mucha agua en muy poco tiempo, lo demás es lluvia, solo lluvia, por tiempo indefinido, durante días y días, sin tregua. Segundo, y no menos importante, el agua de este lado es helada, no importa en qué época del año estemos, olvídense de agua templada, que eso aquí, sencillamente no existe, y no voy a profundizar en el tema playas, porque no hay punto de comparación, por ningún lado... 

Lo dicho, me encanta el verano, la ropa, el calor, llevar sandalias y olvidarme de los leotardos agobiantes e incómodos. Viviendo aquí creo que lo disfruto mas, me imagino que porque es tan corto, que lo espero con ansias y trato de respirarlo todo lo que pueda, como si con eso lograra almacenar un poco para el invierno.

En el verano aquí los días son mas largos, que digo largos, larguísimos, empiezan temprano en la mañana y se prolongan hasta las diez de la noche. Es una de las cosas que mas disfruto del verano español, eso y el tinto de verano o la sidrina, que no sé a los demás pero a mi me encantan. Las fiestas también tienen su punto, que aunque participe muy poco de ellas, disfruto ver a las personas con cara y actitud festiva.

Salir a dar un paseo por las tardes es como recuperar energías, ves a las personas animadas, alegres, sentadas en las terrazas bebiendo café, cerveza, sidra o lo que pinte, mientras los niños corretean por las calles peatonales...todo lo contrario al invierno, en los que las calles están vacías y oscurece muy pronto. 

En conclusión, estoy feliz porque ya casi es verano, ya estoy empezando a sacar la ropita que me gusta, las sandalias y poniendo cara veraniega...

Hasta otra...