lunes, 8 de noviembre de 2010

Feliz aniversario...

Hace trece años, un día como hoy llegamos por separado, uno y uno, a la iglesia y salimos juntos de la mano, convertidos en uno sólo; hoy sumamos cuatro: cuatro sentados a la mesa, cuatro tirados sobre la cama, cuatro en el coche, cuatro viendo televisión...; Ayer nos dio por recordar, durante el almuerzo, aquel día, fuimos reconstruyendo cada episodio, cada momento, el trajín, la sección de maquillaje, la peluquería, las fotos, en fin, cada detalle me venía a la memoria, al igual que a ti; nuestros hijos preguntaban, nosotros contestábamos.

A mi vino todo aquel año en el que había preparado con ilusión cada momento, porque me había propuesto disfrutar de mi boda desde el mismo instante del compromiso; así mi vestido de novia fue la unión de cuatro o más trajes que Marcio Peña supo a bien combinar; el tocado, el ramo, la decoración, los souvenirs, los centros de mesa, las flores, todo fue escogido con esmero, dedicación e ilusión, porque todo tenía que ser perfecto. No faltarón las discusiones de parejas y las riñas con mis padres, porque no siempre estábamos de acuerdo, pero las fuimos superando una a una hasta llegar al gran día. Recuerdo que cada compra que hacía, por pequeña que fuera, la envolvíamos en papel de boda, para el día antes de casarnos abrir todos los regalos como si lo estuviésemos viendo por primera vez; asimismo, tú cuando viajabas al interior del país, siempre venías con un regalo para nuestra casa, y es que los dos estábamos en la misma sintonía, los dos habíamos esperado aquel momento con la misma ilusión, a los dos nos había tomado tiempo, esfuerzo y lágrimas llegar hasta allí. Aquel año fue especial, lleno de preparativos, pruebas, compras y preparación para el inicio del más grande e importante de los proyectos de nuestras vidas.

Llegó el día mas esperado, llegó el día de la boda y nos fuimos de compra tú y yo, los que sabían que nos casábamos aquel día nos miraban asombrados cuando llegamos a la tienda, se quedaban pasmado con la tranquilidad que tenían los novios, y terminamos comprando una chaqueta y unos pantalones de jean para irme de luna de miel al lugar que yo te había pedido me llevaras, a Orlando, a Magic Kingdom, para junto a ti disfrutar de aquellos parques como niña chiquita. Luego de comprar me llevaste a mi sección de maquillaje y de ahí no nos volvimos a ver hasta que me fuiste a buscar para irnos juntos a la sección de fotos, te veías hermoso dentro de tu trajecito de pingüino, y yo debí verme bien también porque recuerdo tus ojos llenos de lágrimas al verme parada frente a la puerta esperando por ti, te dije: "mirarme bien y disfrutame, porque así no me vuelves a ver jamás"; y es que no era sólo el vestido, el maquillaje, el peinado, también era la ilusión, la felicidad de ver llegar aquel momento tan esperado, tan trabajado y tan llorado. Al terminar la sección de fotos, tocaba irnos a la iglesia, lo único que recuerdo es estar sentada al lado de mi padre en el coche, y de repente entrarme el pánico que no había tenido, ni durante el año, ni durante la semana previa, ni siquiera el día antes; casi empiezo a llorar, cuando papi me sacó de mis pensamientos, pues empezaban a asomar unas gotas de lluvia, yo sólo le dije: "el cielo me está bendiciendo", fue cuando clamé a Dios y le pedí que no me dejara entrar a la iglesia, si esto no iba a funcionar. Pero llegué, y mis miedos se disiparon, sé que vi a mi familia en pleno cuando llegué, pero al que recuerdo es a Tico esperándome antes de entrar a la iglesia, para darme un beso y un abrazo , entonces me sentí segura y entré camino al altar con pasos firmes y feliz de la mano de papi, recuerdo, justo llegando al altar, la cara de mami, que llorando, me mandó un beso desde lejos, lo siguiente fue ver tu cara y saber que todo estaría bien. De la recepción recuerdo sólo momentos contados, cómo flashes, recuerdo llorar abrazada a mi padre cuando me tocó marchar y recuerdo que no recuerdo mucho; llegamos a casa y nos dormimos, pues estábamos cansados y no había luz, además yo me había pasado todo el día con fiebre y al otro día marchábamos de viaje, entonces tocaba descansar.

En la luna de miel, me parecía haber vivido un cuento de hadas, me sentía como en las nubes, como si estuviese viviendo un sueño, aunque el pánico y la nostalgia volvieron a llegar al segundo día del viaje; sentía que había metido la pata y que había cometido el mayor error de mi vida, gracias a Dios, todo terminó en una anécdota que hoy podemos contar entre risas.

Hoy son trece años de todo aquello, y hoy seguimos juntos con la misma ilusión y el mismo amor que el primer día, hoy nuestro matrimonio está bendecido y completo con nuestros pequeños y hoy sabemos que, para nosotros y como dice Frank Perea, la suma de uno mas uno son cuatro.

Hace unos días me decías, no sé si de broma o por uno de esos arranques de complejo de inferioridad temporal que te entran a veces, que tú no merecías estar a mi lado; hoy te digo, que te has ganado estar a mi lado a pulso, a base de esfuerzo y dedicación, a fuerza de estar, de ser; te lo has ganado por méritos propios, porque me sigues amando a pesar de todo, porque has estado conmigo y hemos estado juntos y unidos en las buenas y en las malas, porque eres excelente padre y mejor esposo; porque lo has trabajado, porque lo sufriste y porque lo lloraste; porque supiste tener la paciencia que se necesitaba y porque supiste darme mi lugar, porque tu único propósito en la vida, desde que nos conocemos, es verme feliz, es hacerme sentir bien, única y especial. Porque me sigues amando y porque te sigues esforzando cada minuto por hacerme feliz, por hacernos felices.

Hoy, trece años después, puedo decir que tengo el matrimonio perfecto, ese en el que discutimos y reñimos, pero en el que hay mucho amor, y en el que no falta la comprensión, la comunicación, en el que sabemos escuchar, en el que nos sabemos perdonar y al que no le falta la dosis de humor tan necesaria para seguir adelante.

Hoy celebramos trece años y espero celebrar muchos, muchos más: Felicidades!!!

Felicidades Princesas...

Tarde pero seguro, esta entrada la escribí con el firme propósito de publicarla el 30 de octubre, pero a Vodafone no le dio la gana, y por vaga dejé pasar los días y aquí estoy, 9 días más tarde. Pequeñas, perdonenme, este era mi regalo de cumple para las dos.

Hace doce años, un día como hoy, dos personitas hermosas llegaron a mi vida, por separado, pero juntas convirtiéndome, en un solo día en tía y en madre. Hace doce años nacieron las dos niñas mas bellas del mundo mundial y parte del extranjero. Cada una es diferente, cada una es especial y cada una tiene su particular encanto; una pequeña, blanca, con pelo azabache y ojos achinados; la otra grande, trigueña, con el pelo ensortijado y unos ojos grandes, bellos y expresivos; las dos tienen una sonrisa hermosa que puede iluminar la noche mas oscura, las dos tienen la capacidad de, cuando las veo, hacerme sentir que la vida vale la pena solo por verlas sonreír. Hace doce años nuestras vidas cambiaron gracias a ustedes dos.

Cuando me da por recordar, puedo revivir cada detalle de aquel día de otoño, cuando creyendo que iba a ver nacer a mi pequeña sobrina, asistí a mi propio parto; puedo recordar la mezcla de angustia, alegría y asombro por todo lo que estaba sucediendo: habíamos compartido meses de espera, compras, malestares, cansancio, antojos y terminamos compartiendo el día del parto; no pudimos conocer a nuestras sobrinas cuando nacieron, porque estábamos muy ocupadas trayendo una pequeña hija al mundo. Les conocimos cuatro días más tarde, y sé que cada madre pensó que la otra bebé era más fea que la que le había tocado; cada madre pensó que su bebé era mucho más guapa que la otra y ambas madres dieron gracias a Dios por la bebé que habían traído al mundo. Y es que, mis pequeñas, cada madre hizo su pedido y de la fábrica le mandaron justo lo que esperaban.

Yo por ejemplo, había pedido una bebe con las siguientes especificaciones: blanca, con mucho pelo, con las piernas hermosas y con una sonrisa que me iluminara la vida; me acuerdo que, en mi espera, sólo atinaba a comprar pincitas para el pelo y la tía Angie se reía porque decía que me iba a nacer una bebé sin nada de nada de cabello, en cambio, naciste tú, tal cual te había imaginado, tal cual te había deseado, tal cual te había especificado y con la cantidad de pelo necesario para ponerte todas las pincitas que había comprado para ti. Estoy segura que lo mismo le paso a la mamá de Amelia, recibió justo lo que quería, la bebé más hermosa que sus ojos habían visto jamás; y es que, mamá naturaleza no se equivoca y nos envía justo lo que soñamos. El tiempo se encargaría de demostrar que las madres estábamos equivocadas, que cada una era hermosa, especial y diferente.

Hace doce años vinieron al mundo y me hicieron la más feliz de las mujeres sobre la tierra, tengo dos hijas, lo único que una nació en el vientre de mi hermana. Cuando salía con ustedes y me preguntaban si eran mías las dos, respondía que sí y agregaba, porque aunque una es mi sobrina, es tan mía como la mía. Y es que no puedo pensarlas por separado, aunque el tiempo, la vida, el destino y las circunstancias se hayan empeñado en separarlas y en alejarlas tanto a la una de la otra. Es difícil estar tan lejos un día como este y más difícil es cantar cumpleaños frente a una tarta con una ausencia y saber que al otro lado del charco hay otra tarta y hay otra ausencia.

A ti que estas tan lejos y que no puedo darte el beso y el abrazo que me gustaría y que no puedo cantarte cumpleaños te lo envío y te lo escribo: Feliz, feliz en tu día, mi pequeña que Dios te bendiga, que reine la paz en tu día y que cumplas muuuuuchos más...; y a ti, que te tengo a mi lado y que te puedo abrazar y besar, te abrazaré y te besaré por las dos y te cantaré cumpleaños y te miraré y en tus ojos la verá a ella y me sentiré menos lejos y la sentiré mas cerca.

Felicidades mis pequeñas y para las dos les dejo esta canción http://www.youtube.com/watch?v=K9oTgjoU530&feature=related, donde pone Paula, léase Maru/Meli, porque cuando la escucho vuelvo a recordar y a vivir cada momento, cada instante y cada lágrima que derramé hace doce años atrás...

Feliz cumpleaños a mis princesas, tarde pero seguro, y a los demás les digo, hasta dentro de muy pronto...

martes, 10 de agosto de 2010

41 velitas...


41 años!!!, eso son los que voy a celebrar. Según el calendario chino soy un gallo, según el nuestro un león, y aunque no creo en nada de esto, tengo que admitir que no se equivocan mucho en su descripción. De carácter fuerte y sin pelos en la lengua, creo que es lo que me ha permitido afrontar y enfrentar la vida con decisión y coraje.

A pesar de mis años sigo creyendo en las personas, no importa cuánto me hayan podido decepcionar; creo en los reyes magos y en la magia de la Navidad; creo en dar mas que en recibir; creo que los seres humanos son bondadosos por naturaleza; creo en los cuentos de hadas, me siento una niña cuando veo los dibujos animados y disfruto como enana viendo las películas de Disney; me gusta jugar, reír, cantar, saltar, correr...

Pienso que la felicidad se puede alcanzar cada día si te lo propones; que se puede vivir con una sonrisa limpia y sincera; creo en que los problemas siempre tienen una solución y que no debemos regodearnos en las miserias; creo en que te puedes levantar tantas veces como te caes y que puedes comenzar de cero tantas veces como sea necesario; creo que siempre se puede ver el vaso medio lleno y que sólo siendo positiva atraerás cosas buenas; creo en un orden divino del universo, creo en Dios y lo siento y lo vivo, y creo en una madre celestial que te abraza cuando la necesitas.

Pienso que la gente siempre me ha visto mas hermosa de lo que realmente soy y siempre he querido ser tan linda por dentro como los demás me ven por fuera. Me gustaría ser menos tímida, mas simpática y tener mas amigos. Disfruto de mi familia, de mis padres, de mis hermanas, de mis sobrinos, primos, tíos...y los mejores momentos que puedo recordar son los vividos junto a ellos. Soy feliz con lo cotidiano y lo cotidiano me hace feliz; me encantan los besos de mis hijos y sus abrazos, y me emociona que todavía sea la mujer ideal para mi esposo. Creo que la verdad nos hace libres y que el amor es lo que nos mantiene vivos.

Soy fiel, sincera y de pocas palabras; soy demasiado sincera y esto me ha traído mas de un problema. No abrazo, ni beso a nadie si no lo siento. Me gusta regalar y me gusta ayudar sin esperar nada a cambio. Hasta hoy he tratado de ser buena como hija, como amiga, como hermana, como esposa, como madre, como mujer; a pesar de mis años sigo siendo terca, obstinada perseverante, un poquito orgullosa y algo inocente.

41 años ya!!!, lo que no sé es si deban felicitarme a mi o a las personas que me rodean, esas que me han aguantado durante todos estos años; esas que me han ayudado a llegar hasta aquí; esas que me han enseñado que no se está permitido abandonar antes de llegar a la meta.

41 años haciendo camino al andar, como dice Serrat...a partir de mañana empezaré a caminar el número 42, siempre hacia delante, con la cabeza en alto y con mi mejor sonrisa.

domingo, 18 de julio de 2010

Felicidades pequeño!!!


Ya tienes diez añitos, y parece que era ayer cuando aún te tenía entre mis brazos, cuando eras apenas un bebé; Dios mío que hermoso eras, que ojos, fuiste un bebé perfecto; cuando te vi por primera vez no pude evitar llorar. Mi niño, mi pequeño, mi bebé se está haciendo grande, y yo no puedo evitarlo; un día abriré mis ojos y ya serán mayores, ya no estarán a mi lado cuando despierte, ya no vendrán a buscar el calorcito de mamá a primera hora de la mañana.

Un día, por una conversación que escuchaste entre papá y yo, me dijiste: "entonces, yo no fui un bebé deseado"; en su momento te contesté y hoy te lo dejo por escrito, fuiste un bebé deseado, esperado y amado, muy amado; nunca quiero que pienses, ni por un momento, que no te quise, porque mamá y papá te aman desde el momento en que supimos que existías, desde el momento en que te sentí en mi vientre. Junto a tu hermana eres la razón de nuestras vidas, lo mas hermoso que nos ha sucedido, la mayor bendición de nuestra unión. Por ustedes vivimos, nos levantamos y seguimos luchando. Por ustedes somos capaces de ver el sol en un día de lluvia, porque ustedes son nuestro dos pequeños soles.

Hoy ya está terminando el día y con él tu cumple, hoy mamá te desea lo mejor del mundo, quiero que sigas siendo igual de bueno, igual de noble e igual de inquieto; porque me encanta verte jugar, me encanta que te muevas, que me hables, que me abraces; me encanta cuando pasas por mi lado y me besas sin ningún motivo y cuando me dices "mami, te quiero", porque son las palabras mas hermosas, no hay regalo, ni joyas, ni diamantes que superen esa frase. Te deseo, en este día todas las bendiciones, toda la felicidad y toda la dicha que te mereces.

Te amo, nunca, nunca lo olvides....

miércoles, 14 de julio de 2010

YoLou, el GPS de mi marido...

GPS = Global Positioning System
"Mi marido se compró un YoLou"... Esta expresión la puse en mi página de Facebook y a un amigo le llamó la atención, tanto que no dudo en preguntarme: “Mari y que’jeso?; yo le respondí que era una historia larga y que luego se la contaría, pero que en resumen lo que se había comprado era un GPS.

De dónde viene el nombre de YoLou, ya lo explicaré y lo entenderán, aunque sé que Angie, mi hermana sabe el porqué se llama así y no Tom Tom o GPS como el de cualquier hijo de vecino.

Hace años, cuando aún vivíamos en casa con nuestros padres y la tía, en uno de sus viajes, papi llegó, cual niño pequeño con juguete nuevo, con un pequeño aparitico, que estaba revolucionando en EEUU, porque te decía si habían radares y te iba indicando cada cierto tiempo, con voz de chica sensual parecida a la que escuchamos en los aeropuertos, la presencia del radar; lo instaló en su carro en cuanto tuvo tiempo, como quien estrena zapatos nuevos.

Según corría el coche, se escuchaba: “cuidado, a “x” metros hay un radar…”, pasaban 5 minutos y volvía la chica con voz sensual: “cuidado, radar a “x” metros…” y así a cada ratito; Dios mío, cuánto rendía el dichoso aparato, tanto como dos personitas que, cuando acompañaban al pobre español en el carro, iban todo el camino: “Eugenio, ten cuidado…”; “Eugenio, vete despacio…”; “Eugenio, que esta esquina no me gusta…”; “Eugenio, que vas muy rápido…” ; tanto así, que en alguna ocasión, rara ocasión, lograron sacar a Eugenio de sus casillas y Eugenio apagó el carro, sacó la llave y le dijo: “…anda, conduce tú!!!...”.

Que dónde encajan el YoLou que se compró Flobre, con el avisa radares de Eugenio, mi padre; bueno, que en una ocasión en el que el copiloto y el acompañante del asiento de detrás éramos mi hermana Angie y yo, cuando escuchamos a la chica de voz sensual que iba advirtiendo a mi padre insistentemente de que tuviera cuidado, no pudimos dejar de acordarnos de las dos personitas, y le dijimos: “uff, a este bicho deberíamos llamarlo YoLou…”.

Ya les dije que mi madre y mi tía se llaman Yolanda Y Lourdes, respectivamente?; y ya les dije que estas dos eran las dos que iban todo el camino dándole clases de conducción a Eugenio, mi padre?; y ya les conté que a quien mi padre le entregó las llaves y le dijo: “anda, conduce tú…” era mi madre y que ésta no tiene ni idea de conducir?.

Y por qué "Mi marido se compró un YoLou", pues porque el GPS del susodicho, tiene voz de chica sensual y cuando se pasa de velocidad le dice: “ha excedido usted el límite de velocidad…”, cual Yolanda y Lourdes…

Besos para esas dos mujeres tan especiales y queridas de mi vida singular, las quiero mucho!!!. En alguna otra ocasión les contaré cuando fui yo la que ocupó el lugar del piloto y mi madre iba a mi lado, les aseguro que no tiene desperdicio… Hasta la próxima…

lunes, 12 de julio de 2010

A proposito del Mundial...


Me puse a escribir a raíz de una conversacion con una amiga, porque en la misma habíamos hablado de las personas, de si confías o no confías en ellas, de las decepciones a lo largo del camino, de los limones que recibimos en la vida. Anoche, después de mi júbilo y mi celebración, dentro, todavía, de mi emoción, y con la adrenalina aún a tope, de alguna manera enlacé el partido que recién había visto con esa conversación y la vida.

En la vida, como en un campo de fútbol te vas a encontrar con rivales, que a veces te jugarán sucio y a veces harán un juego limpio; te toparás con árbitros que pitarán, de manera igual y justa a ambos equipos y otros que sólo te harán el juego imposible y difícil; verás seleccionadores que le dirán a su equipo "salgan a jugar, disfruten en el campo y diviertanse..." y otros que le dirán "salgan a ganar a como dé lugar, no importa lo que tengan que hacer...". Te econtrarás con adversarios que se hacen las víctimas, cuando son los victimarios; verás a jugadores ponerte la sancadilla para que te caigas y no puedas seguir jugando.

En tu camino, como en un partido de fútbol, encontrarás compañeros, conocidos, amigos, que se alegrarán con tus triunfos, mientras otros sólo desean disfrutar tus fracasos; te encontrarás con personas que te decepcionarán, te mentirán, te patearán hasta saciarse. Pero, tienes que seguir jugando a pesar de los golpes que te propinen tus compañeros; caerás, te retorcerás del dolor, querrás matar a tu adversario. Pero levantate, sacudete el polvo y sigue jugando, porque el gol de tu vida lo tienes que meter tú, enfrentando la vida, viviéndola, disfrutándola, mirándola cara a cara, siempre confiando en ti mismo, sin importarte lo que los demás hagan para destrozarte y para sacarte del juego. No importa cuántas veces te caigas, haz el esfuerzo otras tantas para levantarte, y cómo hizo Iniesta en el gol de su vida, en el gol de España, sigue jugando y lo lograrás!!!

A veces devolverás el golpe, como anoche Iniesta a Van Bommel, y te castigarán, te sacarán tarjeta amarilla; otras tendrás que llamarle mamón como Xavi Hernández al rival, porque te desesperarás, te cabrearás, te hartarás de las sancadilla, y alguien, desde el banquillo, saldrá y te dirá que has hecho bien. Hay que luchar, hay que seguir intentándolo, hay que pararse y seguir en el juego, a pesar del contrario y a pesar del árbitro.

Con los limones de la vida, haz una limonada y al balón pégale una patada, chuta a portería y encaja el gol de tu vida, para cuando el árbitro pite el final del partido puedas llevarte la copa a casa...

sábado, 10 de julio de 2010

Quien puede, no quien quiere...

Te juzgaron sin conocerte, apenas te vieron pensaron “es muy pija, delicada y frágil para este lugar”. Hicieron sus apuestas: “no durara nada”, “se marchara antes de desempacar”, “no aguantara”; y las perdieron todas, se equivocaron contigo; tú podías más que ellos, les demostraste que detrás de esa cara de niña y ese cuerpo frágil se escondía una persona fuerte y decidida, que no se asustaba con cualquier cosa.

Te insultaron, te humillaron, se rieron de ti; te miraron de arriba abajo, te tacharon de “ocupa” y te llamaron “mantenida”; dijeron que sólo habías llegado a incordiar, que nunca debiste llegar a ese lugar, que lo mejor que podías hacer era recoger y marchar.

Lloraste, pensaste en salir corriendo, te desesperaste y te sentiste miserable; pero no eras tú, quien iba a permitir que se salieran con la suya, que lograran su objetivo; no les darías la razón.

Secaste tus lágrimas, levantaste tu cabeza y comenzaste a caminar con pasos firmes y decididos. Te hiciste fuerte ante cada insulto, te creciste con cada obstáculo; les dijiste “conmigo nadie puede”, les hiciste saber “me voy cuando yo quiera, no cuando ustedes decidan” y les enseñaste, que cuando quieres, puedes ser todo lo terca, constante, consistente y decidida como te lo propongas; que nada tiene que ver que seas educada y culta con la fortaleza y el deseo de continuar.

Les demostraste que tú eres mucha mujer y que a ti te destroza quien puede, no quien quiere...

y definitivamente ellos no pudieron…

martes, 6 de julio de 2010

Cinco años de historias...

2005


2006

  2007

  2008

  2009


2010

Ya han pasado cinco años desde que dejáramos nuestra vida atrás y decidiéramos embarcarnos en una aventura, para mí mas locura que aventura; cinco años desde que dejamos nuestra tierra para venirnos a explorar nuevos horizontes; cinco años desde que empacamos nuestras maletas con sueños e ilusiones; cinco años de historias, vivencias, momentos; cinco años de risas y lágrimas; cinco años de habernos visto muchas veces solos, y otras de sentirnos arropados por una familia que aunque lejos, siempre nos ha hecho sentir su presencia, dándonos ánimos, fortaleciéndonos, haciéndonos sentir que, a pesar del gran charco que nos separa, no estamos solos.

Siete de julio, jueves en la mañana, tenemos que hacer transbordo en Barajas, pero nuestro avión sale hasta dentro de cuatro horas; siete de julio, el primer día del resto de mi vida; siete de julio, estoy sentada en el aeropuerto observando el ir y venir de la gente, sus sonrisas, sus prisas, sus emociones porque ya es verano y están de vacaciones; siete de julio, les veo y trato de adivinar lo que piensan, lo que siente, ¿acaso habrá alguien en mi misma situación?...

-...mami, tengo sed..., me trajo la voz de mi hijo al mundo; siete de julio, -...Flobre, voy por agua... -¿Cuánto es, pregunto... -...1.17 euros, me responden... -...Dios, que caro es esto, pienso...; siete de julio, me encuentro con mi, hasta ese día, ginecóloga, mi doctora, una amiga, me pregunta como estoy, yo le digo que bien; siete de julio, veo a Flobre hablar con alguien que conoce, un cantante católico, lo conocemos de la parroquia, nos invita a su concierto que será el sábado en Oviedo, Asturias, justo hacia donde nos dirigimos; siete de julio, nos llaman para abordar; siete de julio, llegamos a Asturias, salimos del Aeropuerto y allí está María Eugenia, la esposa de mi primo que nos fue a buscar; siete de julio, rumbo a Cereceda, la aldea donde nació mi padre; siete de julio, miro por la ventana del coche y de repente me doy cuenta que el mundo es muy grande ahí afuera y me siento diminuta, ínfima, sola; siete de julio, he cometido la mayor locura de mi vida, no debí tomar ese avión; siete de julio y aún no sabía todo lo que me esperaba, aún no sabía lo que me faltaba por vivir, reír y llorar...

Siete de julio de 2005; siete de julio que cambiaría el rumbo de nuestras vidas; siete de julio que fue el principio; siete de julio grabado con fuego en la memoria; siete de julio, sólo siete de julio....

Siete de julio de 2010; cinco años de vivir un día a la vez; cinco años de dormirme y pensar, falta un día menos para volver a ver a los míos; cinco años de no ser ni de aquí, ni de allí; cinco años siendo extranjera; cinco años de no pertenecer; cinco años haciéndome fuerte, porque "lo que no te mata, te hace crecer", me dijo mi hermana; cinco años de lucha y a veces desesperanza; cinco años de soñar con mis calles, con mis playas, con mi cielo azul; cinco años de Navidades y cumpleaños lejos de casa; cinco años, con todos sus días y sus noches; cinco años, que se dicen pronto, pero pasan lentos...

Siete de julio, mi siete de julio, nuestro siete de julio, el siete de julio de los Peña Díaz Vázquez...

jueves, 1 de julio de 2010

Nuestro límite es el cielo...


Esta tarde, estaban los niños viendo Extreme Makeover Home Edition, mientras yo trataba de descansar; no sé de que año era el capítulo, por llamarlo de alguna manera, que estaban echando, pues a estos le perdí la pista cuando me vine a vivir para acá; la fecha no es realmente importante, lo que quiero contar es que, tratando de dormir escuché al hijo mayor de la familia cuando, respodiendo a una pregunta, dijo: "la gente piensa que porque yo soy ciego, soy discapacitado, pero yo no veo mi ceguera como una discapacidad, la veo como una capacidad, porque yo soy capaz de ver a los demás como son, no lo que me enseñan mis ojos; los veo con el alma y el corazón, no veo su color, ni su físico, veo en su interior..."; cuando escuché esto sentí que la discapacitada soy yo, me dí cuenta que tiene toda la razón cuando dice, que nosotros los que podemos ver somos los que realmente estamos ciegos. Ya lo decía El Principito, en una de sus frases: "lo realmente importante es invisible a los ojos, pero no al corazón".

No sé cuantos programas de estos he visto, sin embargo este llamó mi atención, porque siempre he pensado que nosotros llegamos adonde queremos llegar, que somos nosotros mismos los que nos ponemos nuestros límites, y a veces, también el de nuestros hijos. Alguna vez escuché a alguien decirle a los niños, si quieres ser astronauta, esfuerzate y lo lograras, porque hay astronautas en la NASA que una vez fueron niños como ustedes. En el caso de la persona de este programa, él es el primer hijo de un matrimonio, nació con anomalías múltiples: nació sin ojos, con los parpados cerrados y sin capacidad para extender sus extremidades en 180º, actualmente es un adulto que necesita de sillas de ruedas para moverse; luego de varias operaciones lograron separarle los parpados y colocarles ojos de vidrios; sus padres decían que no permitieron que su hijo se regodeara en sus miserias, y le enseñaron que el podía lograr lo que quisiera, porque su impedimento era físico, no intelectual; aprendió a tocar el piano y toca la trompeta en la banda de la universidad, ayudado por su padre que es quien le mueve la silla de ruedas, pues él no puede por la falta de movilidad en sus brazos. Al momento en el que emitieron el programa, estaba por grabar su propio disco con canciones escritas por él.

No sé quien me despierta mas respeto y admiración, si el niño por haber llegado a hacer cosas que yo con todas mis "capacidades" no he hecho, o sus padres por no permitir que su amor de padres y su instinto de protección impidieran a su hijo volar con alas propias.

Esto es algo que quería compartir con ustedes, porque pienso que todos nosotros estamos incapacitados por nuestras capacidades; tenemos vista y no miramos, tenemos oídos y no escuchamos, podemos hablar y no nos comunicamos, tenemos brazos y no abrazamos, tenemos piernas y no caminamos, tenemos manos y no acariciamos; porque el mundo va muy de prisa, porque no tenemos tiempo, porque se nos hace tarde, porque llegamos mas rápido en el coche...

Realidad inmediata...


Como nos cambia la vida a medida que el mundo gira; el martes, luego de que pasáramos a cuartos de final, recibí una llamada de mi padre; como siempre nos llama luego de cada partido de la selección para compartir con su nieto, hayamos ganado o perdido; de repente me dí cuenta que estábamos hablando de fútbol, es decir, YO estaba hablando de fútbol con mi padre; hablabámos, por fin, el mismo idioma en cuanto a fútbol se refiere, porque yo, como buena dominicana, veía los mundiales, pero de ahí a entender había un trecho laaaargo.

Mira que me explicó lo que era un penaltie, cuándo era corner y cuándo saque de banda o de puerta, cuándo era falta o fuera de juego, lo que era una tarjeta amarilla o la roja; anda que no lo intentó, y por mas que me lo decía yo no le entendía. Fue llegar aquí, adaptarme a la realidad y a mi nueva vida con su cultura y entenderlo todo...bueno, todo, todo no, porque el fuera de juego, si bien me sé la teoría, en la práctica no logro verlo, me imagino que por mi condición de mujer.

Ahora tengo camisetas de mi equipo, jugadores favoritos y hasta me sé sus nombres, sus clubes, sus posiciones dentro del campo e incluso el ranking en la FIFA; vamos que España me ha hecho, no sólo entender el fútbol, sino hacerme forofa de él; nunca me imaginé que pasaría de ver a once tíos detrás de una pelota, a ver y entender el juego aquel que veía de niña junto a mi padre...

Ahora no sólo veo pelis, series y dibujitos animados, sino que soy capaz de sentarme a ver un partido de tenis entre Rafa y Federer, la F1 con Fernando Alonso, un partido de baloncesto y nuestro baseball de toda la vida; de esta forma puedo disfrutar de la tele con cada uno de los tres tesoritos de mi vida...

Hasta la próxima...

sábado, 26 de junio de 2010

Waterworld Vs. Porfirio...


Erase una vez, cuando yo era joven, soltera y sin compromiso; cuando no tenía novio y tampoco me interesaba tenerlo, nos fuimos al cine, una noche, Rene, Flobre y yo, para variar. Rene, fue el encargado de elegir la película, y nos metimos a ver Waterworld, que no es mala, es lo siguiente.

Estábamos en el cine, los tres sentados, yo en medio de ellos dos; la película se hacía interminable, porque debe ser, junto a "La sonrisa de Monalisa" de las peores películas del mundo mundial y parte del extranjero...claro, siempre hablando desde "pa'mi pa'mi gu'to, eh...".

La sala estaba practicamente vacía, habíamos alrededor de diez o quince personas; delante de nosotros se sentó una pareja, que llegó ya empezada tan maravillosa película. Estábamos concentrados, viendo a ver qué se podía sacar de aquello que veíamos, cuando de repente, sentimos el llanto de un niño, que lloraba sin parar. No sé porque pensamos que el llanto venía desde la parte de atrás de la sala , yo que le digo a mis amis: "Dios!!!, cómo se le ocurre a alguien traer a un niño a estas horas al cine..."; el niño seguía llorando, y yo, tan yo, vuelvo y digo en voz baja, pero parece que suficientemente alta, que la pareja de delante me pudo escuchar: "...La verdad es que hay gente como loca, mira que venir al cine a esta hora con un bebé y luego, a ver este di'parate de película...".

Aquí es cuando se pone buena la historia, porque resulta que el niño lo llevaba la pareja que estaba sentada justo delante de nosotros, y nosotros no nos habíamos dado cuenta, porque como les dije, pensábamos que el llanto del bebé venía desde la fila del fondo de la sala. La cosa siguió así:

Hombre: Te lo dije!, que no vinieras con ese muchacho al cine...

Mujer: A sí, y dónde lo dejábamos???...

Hombre: ...te hubieses quedado tú!!!

Mujer: Si, cooooomo no!!!

Hombre: a ver si callas al niño, o te vas afuera con él...

A estas alturas, ya la conversación estaba cogiendo fuerza...

Mujer: yo no voy para ningún lado, porque no sales tú con él...

Hombre: PORQUE TÚ ERES SU MAMÁ, Y YO NO QUERÍA VENIR CON ÉL...

Mujer: Porfi, a mi no me hables así que yo soy una mujer belicosa...

Hombre, que desde ahora le llamaremos Porfirio: QUE SALGAS TE DIGO...

Mujer: PORFIRIO!!!, que no me hables así, que tú me conoces....

...A todo esto, mi amigo René decía: "Pooorfi, Pooorfi, ta'te tranquilo, que esa mujer e'belicosa" y yo que le decía: "René!!! COÑO!!!, callate la boca, que se nos va a pegar algo..."; mientras, la película que se había montado en la sala continuaba...

Porfirio: ...a ver si te sales con el niño pa'fuera!!!...

De repente se escucha un ¡¡¡TITUA'!!!, al bebé lo jondiaron en una butaca, y se empezaron a caer a trompa' limpia, mientras el bebé lloraba en la silla...

Porfirio: ...TU TE TA'VOLVIENDO LOCA!!!...

Mujer: YO TE LO DIJE!!!!, QUE NO TE META CONMIGO, QUE YO SOY UNA MUJER BELICOSAAAA!!!....

Rene: ...Porfirio, ella te lo dijo, que era una mujer belicosa...

Yo: Rene, callate y agarra al niño que se va a caer...

...En eso que una señora que estaba sentada en la fila paralela a la nuestra, se levanta y toma al niño en brazos, mientras el acomodador llega y saca a la pareja afuera, la señora sale detrás para llevarle al niño; la sala quedó en silencio y todo volvió a la normalidad, a nuestra aburrida y mala, más que mala película...

Flobre y yo coincidimos, que esta "película" que se montó delante de nosotros, estaba mucho mejor, mas interesante y llena de acción que la Waterworld de los co....ninos; es tanto, que hoy por hoy, es imposible hablar de Waterworld sin mencionar a: "Porfi, no te metas conmigo, que yo soy una mujer belicosa..."

He aquí como una noche de cine, que parecía iba a ser muy, mas que aburrida noche, nos la salvó el momento "porfi..."

miércoles, 23 de junio de 2010

Buscando en el baúl de los recuerdos...

...cualquier tiempo pasado nos parece mejor...

Hoy, cuando entré al facebook me encontré con esta foto que subió mi primo; al verla, me fui, como por arte de magia, a mi niñez; a correr descalza en casa de mi abuela, a ver a la tía afanando y viendo por nosotras y a la abuela pendiente igual de sus hermosas y saludables plantas, como de sus nietos...

Entonces me dio por preguntarme: que sería de nosotros sin nuestros recuerdos, qué seríamos si no contaramos con nuestro pasado.

Por lo pronto este blog no existiría, porque él es producto de mis recuerdos, de mi pasado, que es lo que me define como persona; porque somos producto de eso, de nuestro pasado, nuestro presente es consecuencia de él.

Dice Ernesto Sábato "...todo tiempo pasado fue mejor...", no sé si fue mejor o peor, pero es lo que realmente tenemos, porque si nos ponemos a analizar, el futuro no ha llegado, no existe y el presente es tan efímero que con sólo decirlo se convierte en pasado; el pasado es lo que somos, lo que tenemos, si no fuera así, no nos empeñaríamos en inmortalizar nuestra vida en fotos y vídeos...

Es cierto que no podemos vivir siempre en el pasado, que debemos mirar hacía el futuro y que el presente debemos vivirlo a todo pulmón; pero sí que podemos alimentarnos de él; abrir un álbum lleno de fotografías, y volver allí y vivir de nuevo, por un instante, aquel espacio de tiempo que sólo se puede hacer presente en nuestra memoria.

Es hermoso recordar, y aún cuando no todo lo que recordamos siempre es alegre, es hermoso poder revivir cada vez que se quiera aquel tiempo que ya nos paso; alguna vez sonreiremos, otras lloraremos, pero siempre, siempre volveremos a vivir...

Gracias Mundito, por esta foto; foto que me llevó a ser niña otra vez, a esa edad donde todo era color de rosa y el mundo era perfecto.

Este vaso salía de la misma funda que salían las carteritas de bolitas y de animales, las pulseritas de colores, los yoyo's de vaqueros e indios y, como tu mismo dices en tu comentario, forma parte de la vida de todos los sobrinos de la tía Lourdes...

domingo, 20 de junio de 2010

Feliz Cumple, Tía!!!


Mujer de carácter fuerte, de convicciones propias y de una filosofía muy particular: ..."que no me digan que eso no se puede hacer, porque sí que se puede...."; "...no, mijita, no!!!, yo NO!!!...."; "tú ve, yo siempre quise uno así...".

La tía Lourdes es una de esas personas, que la quieres aunque no logres entenderla; mujer hermosa, aún con sus años, de unos ojos grandes y unas pestañas que no necesitan ser maquilladas para llamar la atención. Es el complemento de la mami; a ella vamos si queremos cambiar las cortinas del baño; si necesitamos saber si nos van esos zapatos o si el lazo rosa fucsia nos queda bien con el vestido verde de bolitas rosas con el que pensamos ir a la fiesta o a la que llamo para que me ayude con el disfraz de los pequeños.

La tía Lourdes tiene una gaveta llena de accesorios hermosos y de todos los colores, que combina cada tarde frente al espejo y a la niña de ojos negros y achinados que la mira fijamente desde su asiento en la cama, mientras piensa: "...cuando yo sea grande, quiero ser como ella..."; tiene un pelo rizo precioso, largo y de color cobrizo y le encantan las carteras y los zapatos, de hecho los tiene de todos los colores, igual que los collares y anillos que saca de esos maravillosos cajones.

Es la que mejor prepara los cumple, cuida cada detalle, y siempre, siempre tiene carteritas de bolitas o con formas de animalitos, unos yoyo's pequeñitos con un vaquero delante y un indio detrás, y unas pulseras de cuentas de todos los colores, que parecen no acabarse nunca y que son los protagonistas de todos los cumpleaños y piñatas de nuestra niñez; a ella le encanta comprar cosas y guardar cosas, "pa'un día que se necesite...". Es la que mejor hace las tortillas de patatas, la que hace las albóndigas de carne mas grandes de la bolita del mundo y la que mejor nos hace el arroz, habichuela y carne del mundo mundial y parte del extranjero. Mis hijos la adoran y no dejan de mencionarla, no paran de decir "....las albóndigas de la tía Lourdes, esas si que son bueeeenas y no las del colegio que son sosas, sosas, sosas..."; José dice que tengo que comprarle una casa para ella y otra para el abuelo y la abuela, y es que ella es una abuela mas, tan importante y tan querida como las otras dos.

La tía Lourdes es un ser especial, una persona que "para quererla, hay que entenderla...", pero a la que se le quiere, sí o sí; una persona que quiere hasta el dolor y en quien la palabra sacrificio se hace latente. No hay palabras para describir lo que ella es para mí, es la contraparte de mi madre, su complemento, su mitad, y es que no la concibo la una sin la otra, son como Zipy y Zape, como Batman y Robin, como la sal y la pimienta, como la noche y sus estrellas, como el día y el sol...son madre las dos, aunque a una le digamos mami y a la otra la llamemos tía...

La tía Lourdes ha hecho tanto en nosotras, que a veces, sin quererlo, la veo en mí; cuando decoro para Navidad; cuando limpio y limpio mi casa y siempre hay algo que seguir limpiando; cuando cada rincón tiene que tener un detalle; cuando todo tiene que ser, algo original, tener un toque personal y no ser una copia barata de los demás; cuando tiene que estar todo perfecto; cuando todo tiene que quedar bien; cuando todo tiene que estar en su lugar...;a veces, es Flobre quien me dice: "...es que eres igualita a tía Lourdes!!!, eso lo puedes dejar así, que ya está bien...", pero yo le digo que no, y es cuando sé que eso lo tengo de ella. Alguna vez, siendo joven dije: "cuando yo tenga mi casa, no voy a poner Navidad...", y creanme cuando les digo, que teniendo mi casa no puse más Navidad porque no supe ya donde ponerla, igual que ella, cuando llevó la Navidad hasta el gallinero del tío Toño en la casa de la Lincoln; ahora estoy lejos y aunque he tenido que aprender a vivir sin ella, todavía me hace falta su ayuda y su aprobación cuando quiero hacer o hago algo dentro de casa...

La Tía Lourdes es el cajón de su gavetero; mis zapatos de quince años; los vestidos largos; los cumpleaños; la alegría de la fiesta; el "...ay tu, ombe..."; la que mira por todos; la que está pendiente de nosotros; la tía favorita; las canciones de Rafael; el olor a comida recién hecha; una niña mas con los sobrinos-nietos; la que baila desde su asiento; la que susurra al teléfono...

Tía, eres una mujer especial, alguien excepcional y al igual que el verano te hiciste presente un 21 de junio, llenando de luz y de calor a todos a tu alrededor. Feliz cumple TÍA!!!! te mando un abrazo desde este rincón del mundo en el que haces mucha falta, porque la vida es distinta sin tí...

miércoles, 16 de junio de 2010

Cambio de nombre...


El blog de "Cuentos de Princesas y Guerreros" acaba de cumplir su primer añito, y luego de agradecer a todos los que sacan un tiempito para leer las locuras que escribo y me inspiran a seguir escribiendo y contando mis cosas, algunas veces graciosas, otras veces tristes, y según mis hermanas, muchas veces lacrimógenas, he decidido cambiar el nombre del blog...SÓLO EL NOMBRE, POR FAVOR!!!, NO SE ASUSTEN...qué porqué, bueno, primero porque en mi blog no hay cuentos, hay historias, anécdotas, situaciones, estados de ánimos, todos míos, todos verídicos; por otro lado, y es lo que mas me ha motivado a hacerlo, fue una conversación entre mi pequeña y yo; estábamos hablando de algo que le había sucedido a ella, y yo le decía que no se dejara abatir por ello, que la vida hay que vivirla siempre con una sonrisa, que nosotros elegimos si nos sentamos en el mejor lugar para disfrutar de todo lo que nos sucede, o, por el contrario, decidimos hacerlo desde el último banco, el más lejano, en donde no vemos nada y donde lo mejor de ella nos lo perdemos; concluí diciéndole, que siempre, siempre tenemos que ver el vaso medio lleno, que esa es la única forma de disfrutarla al máximo...

Ella, después de una pausa, me dijo:

-mami, yo quiero sentarme en el mismo sitio que tú, para ver el mundo desde el mismo ángulo que tú...

De aquí, que desde hoy "Cuentos de Princesas y Guerreros" pase a llamarse "Mi Mundo Según Yo"; y es que, después de todo, este blog es sólo la forma desde donde yo vivo la vida y veo el mundo...espero no vayan a dejar de leerme con este cambio, porque como ya les dije, sólo cambia el nombre, la esencia seguirá siendo la misma, incluso la dirección URL la dejo igual para evitarles molestias...

Les quiero mucho!!!

martes, 15 de junio de 2010

...y me sentó detrás!!!



Era por allá por los noventa, y si la memoria no me falla y luego de enlazar varios acontecimientos perrrrsonales, creo que hablo de principios o mediados de 1994.

Estaba yo viendo la tele y recibí una llamada de mi entonces, querido y entrañable, amigo Flobre para invitarme a la playa, a Boca Chica; mi respuesta fue, toda yo, toda mía, “bueno, si quieres que vaya tendrás que esperar a que termine Melrose Place, hasta las tres de la tarde”; él, respiro, y así, siempre bueno, siempre complaciente, después de una pausa me dijo: “...ok, a las tres estoy en tu casa...”; como siempre, fue puntual y hacia las tres estaba en casa con René, el tercero de los tres mosqueteros por aquellos días; entré al coche, el “cepillito” amarillo y me dice que primero vamos a pasar a buscar a una amiga por su casa, yo iba, como siempre, sentada delante, al lado de él y René detrás. Llegamos a casa de la amiga y me dice como si nada: “Mari, pásate para atrás...”; ósea ¡¡¡QUE YO ME SENTARA DETRÁS!!!, cuando en la vida esto!!!; nada, que me quede mirándolo por unos segundos, sin dar crédito a lo que estaba escuchando, y sin mas, salí y me senté junto a René en la parte de atrás; claro que no le dije nada, porque no sería yo que le mostraría el coraje que me había dado y el cabreo que había pillado porque me habían relegado a un segundo plano por una caraja que yo ni conocía y de la que nunca, nunca, nunca me habían hablado...

Llegamos a casa de la susodicha y recuerdo ver al padre de la “amiga” que entró al coche con una tabla de surf, y a la hija riñéndole y a Flobre riéndole la gracia; Dios, y todavía decía que era una amiga, si se notaba que estaban en algo; si no como coño se explica que YO, tuviera que sentarme detrás por una simple amiga...JA!!! a mi con ese cuento, este se cree que yo soy tonta!!!...

De camino, desde mi asiento en la PARTE DE ATRÁS, iba observando todo, veía cómo la tipa esa cambiaba con una confianza indignante las emisora de radio, y a Flobre como iba ji, ji, ji y ja, ja, ja con la muy, muy; CARAJO!!! Que ese era mi sitio y ese era mi radio y ahora esta igualada iba como si fuera la dueña!!!. Y por si fuera poco, pone una cinta de, nada mas y nada menos, que Ricardo Arjona, y Flobre, FLOBRE CANTANDO!!!; y a mi éste con que era una amiga, por mis coj.... que de amiga nada, que estos dos tenían algo; porque es que no se imaginan el trabajo que me dio a mi que el tipejo este escuchara merengue, porque es que cuando lo conocí, el muy pijo, comparon de la mi.... sólo escuchaba Cat Stevens, y ahora viéndolo cantar eso, ósea, RICARDO ARJONA, se puede ser mas viejo, pero no mas cursi; y todavía me dice que son sólo amigos, que no tienen nada JA!!! A otro perro con ese hueso, que eso yo no me lo trago!!!...

Todo esto era lo que iba yo pensando de camino a la playa, mientras la “amiguita” me decía: “...oye, oye esta canción, esta si que me gusta, me encanta como compone este tipo...”, ¡¡¡por Dios!!!, vaya coñazo!!! y yo: “...si, si, si, la verdad es que se oye bien...”, Ricardo Arjona, que nunca me ha gustao’ coño!!! Y esta caraja a la vela, que si mira que bien se oye, que mira que bien escribe; y al e’tupido de Flobre, resulta que ahora LE GUSTABA EL RICARDO ARJONA...y así me dijo que eran sólo amigos; que no, que no, que esa tipa y el estaban en algo...

Llegamos a la playa y adivinen que, pues nada, que me ignoro toooooda la tarde, se la pasó atendiendo a la “amiga”; ¿y para que me llevó entonces? ¿para qué me sacó de la cama? Tan cómoda que yo estaba, ¿para restregarme a la novia en la cara?; JA!, que si se creía que me iba a dar celos, estaba muy, pero que MUY EQUIVOCADO, celosa yo, JAMÁS; pero cojona, que esta tipa había venido a invadir mi espacio, se sentó en MI SITIO y manejo MI RADIO, y lo peor de todo, me estaba quitando a MI AMIGO!!!. Pero celos no eran, que no, que no, que yo nunca he tenido celos de este...

Así todo el viaje, el de ida y el de vuelta; mirando a la caraja esa de reojo y con la mosca, que digo la mosca, un tiburón detrás de la oreja, mas mosqueada que el carajo con la tipa esa; el viaje llego a su fin, y con el tiempo, y luego de mucho decírmelo, comprobé que de verdad, verdad eran sólo amigos, nada mas que amigos, solamente amigos, simplemente amigos; claro que a Flobre lo tuve lo suyo sacándole en cara la barbaridad que me había hecho cambiándome por su "amiguita" nueva; él sólo me decía, "...que no tenemos nada, que sólo somos amigos desde hace tiempo...", claro que yo, para fastidiar, argumentaba "...amigos, sí!!!, desde hace tiempo, sí!!!, y yo porque no la conocía a ver, cuéntame, dime porque yo no la conocía???...".

Ayer hablaba con ella y le decía que le iba a contar cómo le había conocido; así fue cómo te conocí y todo esto era lo que iba pasando por mi cabeza en aquel viaje, que todavía recuerdo como si fuera ayer, eso sí, ahora me río de lo NO celosa que estaba, y de toda la película que, entonces, me monté yo solita en mi cabecita...

Años después, ya estando todos casados, ella, él, yo, nos encontramos en un café, ella fue a saludarle y yo, en un momento en el que ella marchó a buscar a su esposo, le digo, con el tono que me caracteriza: “...y ella quien es???” y él que me responde: “Rosanna, la del viaje a la playa...”; volvió con su esposo, se hicieron las presentaciones de lugar, nos sentamos todos juntos y ahí nos quedamos hablando largo rato, poniéndonos al día de todo, enseñándonos fotos de los niños y todos tan contentos; desde entonces es considerada amiga de la pareja...ya ven el tiempo coloca a todos en su sitio, yo la no celosa, estoy casada con el descarado, tipejo, abusador de mi amigo y soy la que mas habla con la descarada, tipa esa de su "amiguita nueva"...

Para Rosanna, la amiga de mi amigo, hoy amiga mía;

Hasta otra...

lunes, 14 de junio de 2010

Amigos para siempre...


Anoche, mientras trataba de dormir, recordé una frase que escuche hace unos días y que decía que el amigo es la familia que escoges. Me vino a la memoria una de las clases de Sor Rosa en el colegio, donde nos decía que a la familia no la escoges, te llega por imposición, la quieres, la aceptas, pero no la puedes escoger; te guste o no es tu familia y tendrás que quererla y aguantarla quieras o no quieras; en cambio los amigos, nos decía, los escoges, los quieres, los cultivas no porque tienes, sino porque quieres.

Como en cada noche de insomnio, me dio por filosofar sobre este tema: los amigos, mis amigos. No a cualquiera llamo amigo, pero si se lo llamo, esa persona sabe que puede contar conmigo en las duras y en las maduras; soy de esas amigas incondicional, que sólo exige amistad a cambio de amistad; tal vez por eso digo tener pocos amigos, porque los que tengo, son de verdad, de esos con los que sé que cuento sin necesidad de que me lo digan.

Alguien me dijo alguna vez que los buenos amigos no existen, porque si son amigos, la palabra bueno esta de mas; porque o eres amigo o no lo eres; que puedes tener amigos mas o menos íntimos; pero que en la amistad o eres SIEMPRE buen amigo, o no eres amigo. Lo curioso es que la misma persona que me lo dijo, resulto que, al final, no era tan amiga...

En el camino te encuentras con algunas personas que la sientes cercana, lo sientes amigo, pero terminas dándote cuenta que no lo fueron en realidad; porque el amigo es amigo, no importa que su situación social cambie; no importa si esta casado o está soltero; no importa si se ha enojado contigo o con tu hermano; el amigo está dispuesto a escucharte, a enojarse contigo, a perdonar si es necesario, a pedir perdón si el error fue suyo; el verdadero amigo, es el que saca tiempo para estar contigo en los momentos importantes de tu vida; ese que no le importa si tu perteneces a una religión diferente a la suya; ese que no busca excusas, ni se refugia en su trabajo y compromisos para no llamarte o para no ir a visitarte. No digo nombres, pero tienen apellidos; esos a los que una vez llame amigo y me di cuenta que no tenían tiempo para esa amistad.

Y es que amigo es ese que tienes a tu lado cuando lo necesitas, ese al que le puedes decir cualquier cosa, que aunque se enoje contigo, sabes que estará junto a ti; con el que te ríes cuando estas feliz y con el que lloras cuando lo necesitas; esa niña con la que comenzaste el colegio, y que veinte años después de salir de él, cuando la vuelves a ver sientes que el tiempo no ha pasado; esas hermanas, con las que te llegas a compenetrar tanto, que mas que amigas ya le llamas primas; esas que te dan apoyo a través de Internet, y las que te siguen y te dan ánimos a través de tu blog; esa que se convirtió en la tía de tus hijos, porque terminó siendo como una hermana para ti; esa que, aún teniendo hijos y esposo, un trabajo que atender y un negocio que sacar hacia adelante, saca tiempo para ir a visitarte; ese que te llama un día cualquiera sólo para saludarte; esa que te regaló una postal navideña con un regalo metálico dentro, porque sabía que no estabas bien económicamente; esa con la que te peleas en Internet y con la que terminas riendo por la tontería; ese con el que hablas de vez en cuando, pero igual lo sientes cerca.

Como dije no doy nombres, pero sé quienes son cada uno de ellos, con quien cuento y con quien no; a quien llamo compañero de universidad, conocido y amigo; quien pasó de ser un colega en el trabajo y en la oficina a ser ese amigo verdadero; y quien dejó de llamarse mi amigo para pasar a ser compañeros o conocidos. Porque la amistad, igual que cualquier relación, tiene que ser cuidada, mimada, cultivada, no se puede abandonar; al verdadero amigo no le importa tu color, tu religión, tu cultura; tu amigo está contigo siempre, en las buenas y en las malas, no importan las tempestades, las distancias, ni el tiempo que ha pasado; a los amigos los unen muchas cosas en común y los complementan todas sus diferencias...

Para todos mis amigos y para aquellos que una vez lo fueron...

domingo, 13 de junio de 2010

Pesadilla...


Ayer, hablando con una amiga me acordé de una de mis pesadillas más recurrente; se las voy a contar, eso sí: ¡¡¡Cuidadito con reírse, que esto es muy serio!!! Y no está la cosa como para que se estén riendo a mi costa...

Todos tenemos una pesadilla en nuestra vida, recurrente, que se repite, que nos angustia. En mis pesadillas yo no sueño con que me persigue un perro rabioso y no puedo correr; tampoco sueño con que quiero gritar y no puedo; ni siquiera con el famosísimo sueño de que estas marcando un numero que no logras marcar porque te equivocas o porque no puedes verlo; o ese en el que vas desnuda o con poca ropa en medio de la calle; aunque no niego que alguna que otra vez he tenido este tipo de pesadillas, porque después de todo me considero alguito normal, pero no son las mas angustiantes, ni siquiera las que mas se repiten.

Mi pesadilla es la historia; si, si, LA HISTORIA, la historia del colegio; Y NO SE RIAN, COJONA!!! Que esto es muy, pero que muy serio, ya se los dije antes. En el colegio no me lleve nada bien con esta materia, mis compañeras y mi “frustada” profesora de historia puede que se acuerden; la verdad es que en el colegio fui muy mala estudiante; pero la historia tuvo lo suyo, mi encuentro con ella fue del tercer tipo, me rebosó, me angustio, me morrrrtifico durante toda mi vida escolar.

No había forma de que yo entendiera porqué carajos tenía yo que aprenderme tantos y tantos nombres de descubridores, conquistadores, tantas guerras, fechas, movimientos, batallas; y no hablemos de las famosas edades de la historia, que ya es suficiente con ir cumpliendo yo años, como para tener que estar aprendiendo que si los cuadros, que si los monumentos, que si las esculturas y todos, toditos los que pintaron, hicieron o dijeron algo que antes nadie había dicho ni hecho.

Me acuerdo de que en un examen nos iban a salir todos los nombres de los conquistadores de América y la fecha de cada conquista y/o descubrimiento, anda que no había nombres ahí, y por mis c..... que no me los aprendí; al fin y al cabo, nunca he sido cotilla!!!; también recuerdo las mil y unas batallas de la historia de mi país, Dios!!! Cuántos nombres, cuántas fechas, cuántos héroes, cómo carajos se puede pelear tanto y tener tantos presidentes en tan poco tiempo: tampoco me las aprendí; y qué me dicen de las obras arquitectónicas, que había que aprenderse cada tipo de adornito que se les ocurriera ponerles a cualquier simpático sin oficio, porque eso era lo que las identificaba y las diferenciaba entre si; que si el rosetón, o la cúpula, o las columnas que si eran así o asa, te decían si eran del pre-románico o del románico, o qué se yo de dónde o de cuándo.

Después de este pedazo de desahogo que acabo de hacer entenderán porqué mi animadversión con la historia; es que nunca me ha gustao’, es que no puedo con ella, me supera; entiendo que debemos conocer nuestra historia, para entender nuestro presente y mejorar nuestro futuro, muy poético esto, pero igual no me gusta y punto. De ahí mi eterna pesadilla, y no es que na’, es que se repite y se repite, a través de los años, no importa lo que yo ya haya vivido, ella vuelve y vuelve, como Balaguer.

Tengo veinte y tanto años de graduada del cole y todavía me sueño con ella, la historia; resulta, que siempre estamos en el momento presente, y que me llaman del CONES (Consejo Nacional de Educación Superior), donde llegan las calificaciones de estudiantes universitarios de República Dominicana; me llaman, y me dicen que me van a quitar el título de Licenciada, porque debo historia del colegio; que tengo que examinarme otra vez, y que si apruebo, entonces, tengo que volver a la universidad a estudiar empezando de cero, así como si nada, como si fuera sencillo comenzar de nuevo.

Siempre es el presente, y siempre lo que yo he hecho hasta ese momento, no vale, no sirve, ¿PORQUÉ? Porque debo, nada mas y nada menos, que la historia del colegio; y no crean que lo que mas me agobia es volver a empezar la universidad, que eso lo llevo asumido, lo que mas me agobia es TENER QUE ESTUDIAR HISTORIA!!!... Si, rían todo lo que quieran y todo lo que puedan, que ya sé que es de reírse, pero no saben ustedes como despierto bañada en sudor y sin respiración por culpa de mi amiga la historia.

Hasta otra, espero se hayan divertido bastante a costa mía y a pesar de habérselos pedido; la verdad que no les culpo por ello y tampoco les guardo rencor... Besos para todos!!!

sábado, 29 de mayo de 2010

Felicidades Mamá...

Porque me llevaste en tu vientre y me quisiste desde el primer momento;
porque dejaste tu vida de lado para vivir la mía; por todas las noches que pasaste sin dormir junto a mi cama;
por las veces que te alegraste de mi felicidad; por las veces que has llorado mis fracasos;
porque estas ahí siempre;
porque me pusiste alas y me enseñaste a volar;
porque contigo aprendí a caminar, a reír, a cantar, a vivir;
porque siempre serás necesaria en mi vida; porque soy lo que soy porque lo aprendí de ti;
porque entre todas eres la mas bella;
porque cuando me abrazas siento que nada malo me puede pasar;
porque cuando oigo tu voz mi mundo se llena de luz;
porque me quieres tal como soy; porque eres el ser mas hermoso que hizo Dios;
porque eres capaz de grandes sacrificios por mí;
porque te necesito cada día de mi vida;
porque cuando me dejes seguiré necesitándote como niña chica;
porque cuando sea grande me gustaría ser como tú;
porque hueles a galleta, a primavera, a flores;
porque te quiero, porque me quieres y porque te lo mereces...
Feliz Día de las Madres a ti que sin ser mi madre te duelo y me dueles como si lo fueras;
a ti que me diste a tu hijo para compartir mi vida;
a ti, a ti y a ti que me hiciste tía;
a ti que estas embarazada;
a ti que acabas de tener a tu primer hijo;
a ti que estas queriendo serlo y no lo logras;
a ti que te mereces este nombre por tus esfuerzos, sacrificios y dedicación a cuidar niños que no son tuyos;
a ti, mujer dominicana, porque dentro de cada una vive una madre en potencia;
pero sobre todo a ti Mami, porque entre todas eres la madre mas maravillosa que pude tener...
Felicidades en tu día madre dominicana!!!

martes, 11 de mayo de 2010

De paseo en familia...

Vista aérea de Playa Grande

Hace un tiempo escribí algo sobre la familia y decía que la familia es esa que está contigo en los cumpleaños y en los funerales, en las fiestas y en los hospitales, cuando lloras y cuando ríes; esa con la que te peleas, pero con la que sabes que cuentas siempre; la familia son las tortillas españolas, las albóndigas y las habichuelas de la tía Lourdes, los panes con tomates y los yaniqueques y el café de Tico. Esta es mi familia, sin propiedades, sin herencia, sin dinero; españoles, dominicanos e italianos todos unidos en las buenas y en las malas, sin importar las distancias.

Con esta familia, mi familia, hubo una época en la que nos dio por hacer turismo interno por nuestra pequeña y hermosa isla; nuestro primer gran recorrido fue por la costa norte. Era el año 1995, finales de febrero, y era un fin de semana largo por el carnaval y las fiestas patrias, hablo del sábado 25, domingo 26 y lunes 27 de febrero.

Nos reunimos en casa de Tico y Vanessa el 23 de febrero en la tarde para hablar del viaje y los detalles, me acuerdo de éste día por dos razones importantes, la primera porque es el cumple de mami, la segunda es fuente suficiente para otra entrada, por lo que será contada algún otro día; después de mucho conversar y conversar y de escuchar una y otra vez a Berrido, en ese momento la pareja de mi prima, hablando de la diferencia del transporte urbano y el transporte rural, y luego de que el viaje estuvo suspendido y casi cancelado, llegamos a ponernos de acuerdo: Saldríamos el sábado temprano, todos juntos, y tía Thamara sería la encargada de ubicar el hotel, algo pequeño y en el pueblo, porque hospedarnos en un hotel de playa nos salía muy costoso y la idea era divertirnos al máximo con el mínimo de gasto. Terminó la reunión cada uno sabiendo lo que tenía que hacer y con el día, el lugar y la hora en la que nos reuniríamos para iniciar nuestro viaje.

El sábado temprano, nos reunimos todos en casa de mami, éramos, no sé cuanto éramos, pero ahora mismo los nombro uno a uno: tío Mundo, tía Tati, Purita, Evelyn, Carolina, Mundito (no recuerdo a ciencia cierta que estuvieras Mundito, corríjanme si me equivoco) y Rudy; papi, mami, tía Lourdes, Angie, Lourdita, Alex y yo; Mayra y Daniela; Thamara, Berrido, Víctor Manuel y Dharma; Vanessa, Tico, Italina, Huascar, Felo y Cristina; tía Thamara, Tony, Leandro y Daniel (algunos de estos ya no están en la familia, aunque algunos son padres de miembros muy queridos e importantes); no recuerdo si Doña Oneyda y tía Sura también andaban, espero confirmación de alguno de los de arriba.

Como pueden ver nos apuntamos unos cuantos al viaje, y nos repartimos en unos cuantos carros, si, si, carro, porque allí es carro y no coche como aquí, los carros que iban son: el de tío Mundo, Berrido, Tico que aportó dos, papi, tía Thamara y el de Thamara; partimos el sábado en la mañana rumbo a Puerto Plata todos juntos en loca caravana; no se pueden imaginar ustedes la cara de los que nos miraban, cuando parábamos en medio de la carretera (siiii que en República Dominicana esto se puede hacer y no viene la guardia civil a joribiarte el viaje), uno detrás del otro, para tomar agua, refresco o para comer pan con jamón y queso, tortilla o patatas de bolsa, que para eso iba el baúl del carro de papi “timbi” de to’.

Páramos varias veces en el camino, bajo la mirada atónita de los transeúntes; en una de estas, nos tocó parar en un pueblo, porque varios de nosotros teníamos necesidades fisiológicas importantes que resolver; era un pueblo pequeño con lo básico para vivir, no tenían sanitarios, por lo que tuvimos que hacer uso de las letrinas de los paisanos, que no digo yo que no estuvieran algo aturdidos, asustados o paniquiao’ al ver esta turba de gente que invadió sus casitas; fuimos entrando uno a uno, hasta que llegó el turno de Berrido, quien estaba en la letrina, ya saben, haciendo lo que se hace en una letrina, cuando las cuatro hojas de zinc que hacían de pared de ésta cayeron al suelo, no sabemos bien porque, si fue que Berrido se apoyo en ellas, o que vino el lobo y sopló y sopló; el caso es que el Dr. Berrido quedó al descubierto total en el momento mas íntimo y privado de cualquier ser humano, por menos que quisimos reírnos, las carcajadas no faltaron.

Seguimos nuestro camino, seguros de que llegaríamos al hotel y podríamos comer y descansar algo; aaaaamigos, cuando llegamos al hotel reservado para nosotros, ¿qué encontramos?, ya les cuento yo lo que encontramos: llegamos y resulta que las habitaciones dobles, eran dos camas de una plaza (90 cm.), separadas por 10 centímetros entre ellas y con unos colchones que parecía los había llevado Colón en su primer viaje; en cada habitación había un cubo, que cuando se nos ocurrió preguntar que para que estaba ahí, la doña nos dijo: "eso es para cargar el agua para bañarse", no pregunten por el agua tibia, eso era una utopía; teníamos un solo baño, ya saben para 30 personas, entre ellas tres niños de cuatro años, que en lo que nos cepillábamos los dientes y nos bañábamos una a una, ya nos iba a llegar el día de regresarnos; tía Thamara, la pobre, no sabía bien qué decir, después de todo, ella fue la encargada de buscar el lugar; a tío Mundo casi le da lo que andaba, y estaban todos los hombres esperando fuera en lo que las mujeres se ponían de acuerdo en cómo programarían los horarios para entrar al baño y salir algún día de allí; yo por lo pronto ya estaba decidida a dormir en el carro de papi, que por mucho estaría más cómodo que las camas que nos tocaban y de bañarme, ja!!! Ya me bañaría yo cuando regresara a mi casa, así oliera a “chimicuito”, a ver quién me iba a hacer entrar en aquel baño y posar mis pies en la bañera, lo de cepillarse los dientes lo llevaba bien, lo demás no sabía cómo lo resolvería, pues si no pensaba posar los pies, mucho menos pensaba posar lo demás en ningún lugar de aquel baño.

Gracias a Dios que estaban Angie y Alex (el novio de Angie, mi hermana), que habían estado anteriormente en Puerto Plata y se acordaban de un pequeño hotel en el que habían estado; pues pa’lla agarramos todos, y lo cierto es que era un hotelito de lo más acogedor, parecía una casa grande con muchas habitaciones, tenía un pequeño lobby o salón decorado con mueblecitos antiguos y un pequeño televisor, que daban la sensación de que estabas en casa; lo más importante, cada habitación tenía un baño y había agua, incluso salía tibia y todo.

Ocupamos dos plantas de este hotel y nos adueñamos de la cocina y del salón, que pasó a ser nuestro desde que arribamos en él. Como teníamos que cocinar y ya era muy tarde, decidimos irnos a comer por ahí, y llegamos a una “fonda” que se puso de “bote en bote” cuando entramos nosotros, aquí comimos arroz blanco, guandules, habichuelas, carne guisá, en fin de todo un poco. Cuando terminamos, dimos un paseo por el pueblo para conocerlo y terminamos en la Playa San Souci bañándonos hasta bien entrada la tarde, casi noche; llegamos al hotel y cenamos pan con jamón y queso en nuestra cocina que ya habíamos tomado por las buenas, vimos un poco de televisión en nuestro salón y luego marchamos a dormir. Pueden imaginarse que el hotel era casi, casi nuestro, a tal punto que anulamos a los otros huésped que estaban allí.

El domingo nos levantamos temprano y nos fuimos a “buscar” una playa donde bañarnos, salimos sin rumbo y pasamos por Montecristi, allí nos detuvimos para ver los manglares, no recuerdo si llegamos a hacer el recorrido en bote entre ellos, seguro que no, porque después de todo, éramos 30 personas; llegamos a Playa Grande en Río San Juan, hermosa, de arenas blancas y unas olas espectaculares, coronada por un inmenso cielo azul; mi madre ya me había dicho antes de salir del hotel, que ni me llevara el traje de baño, porque yo no podía bañarme, pues la noche anterior había tenido fiebre, yo le dije que sí, pero mi traje de baño me lo llevé puesto; no me mal entiendan, la idea era hacerle caso a mami, pero cuando llegue y vi aquella playa, con aquellas olas y un paisaje que parecía mas bien de postal, se me olvidó que en, algún momento, había pensado en obedecerla, comencé por quitarme el reloj, mi madre al verme la actitud que me dice: “Teresa que no te puedes bañar...” y yo que le digo, no mami, no me baño, sólo voy a mojarme los pies, mientras me quitaba la ropa y me quedaba en traje de baño; ay!!! Tan linda e inocente mi madre, igual no se lo creyó, no creo que no, porque era bastante obvio lo que en adelante iba a hacer; me fui rumbo a la playa, y me metí hasta que me cubrió el cuello, cuánto gozar, cuánto me divertí, cómo lo disfruté...claro que todo tiene consecuencias, y como decía mi abuela “un gustazo, un trancazo”, el trancazo llegaría unos días más tarde, y no de mano de mi madre, no, no, de manos de la providencia o de la justicia divina, da igual como quieran llamarlo.

Regresamos al hotel bien entrada la noche, en un viaje agobiante, largo y cansado, llovía a cántaros, por lo que tuvimos que disminuir la velocidad, recuerdo que se me hizo tan largo que estuve al punto de ponerme histérica dentro del carro porque quería salir, Alex, que era el que conducía, sólo me decía “ya estamos llegando, tranquilizate”.

Al fin llegamos, y nos fuimos a bañar para luego bajar a cenar y ver algo de tele; estaba Angie o Evelyn, no recuerdo cuál era de las dos, en la ducha (dormíamos nosotras tres con Caro y Lourdita en la misma habitación), cuando se fue el agua, Angie o Evelyn, tuvo que salir enjabonada, de pies a cabeza, al medio del pasillo a dar voces para que le subieran agua para quitarse el jabón, a duras penas la pudimos escuchar, imagínense a treinta personas: españoles, italianos y dominicanos, tratando de hablar, a cuál de los tres grupos grite más; cuando estuvimos todos bañados y cenados, nos pusimos a ver televisión, hasta que uno a uno decidió marchar a dormir, pues al otro día dejábamos el hotel, pero antes de regresarnos a casita, iríamos a conocer Samaná y sus playas.

El lunes madrugamos para empacar nuestras cosas y subir todo a los vehículos, desayunamos y nos despedimos de los dueños del hotel, dándoles las gracias por todo y con la promesa de que volveríamos en otro viaje; como dije, nos fuimos rumbo a Samaná, para llegar allí, tuvimos que pasar algunas montañas, que nos regalaron mas de un paisaje espectacular, y a mami más de un susto, que no se atrevió a bajarse del carro, ni siquiera para tomarse la foto de familia al borde de un precipicio, con la bahía de Samaná detrás, el contraste del verde y el azul nos regaló una foto de familia maravillosa.

Llegamos a la playa, esta vez ya no me dijeron que no me bañaran, total ya el desastre estaba hecho; la playa era hermosa, con arenas blancas y aguas cristalinas, y una tranquilidad que daba la sensación que el mundo estaba muy, muy lejos.

Llegó el momento de marcharnos y decidimos entrar al pueblo de Samaná, a comer pescado con coco, con tanta suerte que ni pescado, ni coco, estaban de fiesta y no había un alma en las calles; encontramos una panadería abierta y entramos toooooodos a comprar pan, dejando una vez más a los dependientes con los ojos a cuadritos, nos llevamos todo lo que había, ósea, que la panadería ese día hizo su agosto con la turba. Lourdita y Caro, que en ese entonces eran dos renacuajas, pidieron ir al baño, y entramos hasta el salón de una casa para que nos prestarán el baño, como la gente de mi país es tan amable y nosotros teníamos tanto morro, nos lo dejaron sin ningún reparo.

Emprendimos el viaje de regreso a la capital, en el que nos encontramos con comparsas celebrando nuestra fiesta de carnaval.

Llegamos a casa agotados y muy cansados, pero con la sensación de haber pasado unos días inolvidables e irrepetibles, regresamos a prepararnos para al otro día ir a trabajar y los niños regresar al colegio.

Todos volvimos a nuestro diario vivir, y se acuerdan de mi baño de playa encima de la cabeza de mi madre, y del trancazo del que les hablé, pues bien, resulta que estaba yo trabajando cuando siento un pequeño picor en los labios, mi compañera de trabajo, me dice que eso es un herpes y me dice que me compre una crema para parar su crecimiento, les juro que era la primera vez en mi vida que escuchaba la palabra “herpes”, nunca me había dado ni por asomo algo así; llamé a mi padre para que me la comprara de camino a casa, esa noche era la despedida de mami de sus compañeros de trabajos, pues dejaba la compañía después de 30 y tantos años de trabajo; yo fui tranquila a mi fiesta, eso sí con mi labio embatuzado de la crema, era la primera vez que me salía una cosa de esas y mucha experiencia no tenía yo, la verdad; marché a dormir con la certeza de que la cremita había hecho su trabajo y al otro día la cosa esa que tenía en el labio habría desparecido; Vaya sorpresa la mía, cuando me levanto para irme a trabajar, entro al baño y me miro en el espejo, no se imaginan ustedes lo que parecía yo, el labio me había crecido hasta la nariz, me veía como la mujer elefante; le dije a papi, mira yo hoy no voy a trabajar, porque parezco un mono de feria, y me acosté otra vez en mi cama; cuando mi madre me vio, puso el grito al cielo, miren a ver si estaba yo guapa con mi labio a lo Angelina Jolie, llamó a Thamara, la prima médico de la famila, para que me fuera a ver.

Resultado un herpes alérgico a causa del sol y la fiebre, complicado con paperas del lado derecho de la cara; ja, ja, ja, una semana sin trabajar con el labio mas grande que el de la mona Chita, no podía ni comer, el labio no me lo podía cubrir de lo enoooorme que estaba; me pusieron bajo tratamiento de antibióticos y me dejaron en cama; y allí que fueron mis primas Purita y Evelyn a visitarme y cuando me vieron no dejaron de hacer bromas al respecto, cosas como : “priiiiima y ese labio tan sexy...”, con ellas me reí, hasta que llegó papi y me dijo: “Mija, usted si está fea...”, ya estaba en el segundo día de tratamiento y, hasta ese momento, no me había vuelto a parar frente al espejo, pero al decirme papi eso fui a verme, y comencé a llorar porque “mira lo fea que estoy...” “parezco la mujer elefante...” “ya me voy a quedar así para siempre...”, etc., etc., etc., mis hermanas y mi madre consolándome y tratando de echarme ánimos, y yo con la firme convicción de que aquello me había pasado por desobediente y de que por eso me quedaría así de guapísima para el resto de mis días.

Ya ven como si que era justicia divina lo del trancazo, desde entonces, cada vez que cojo sol o me da una calentura, ahí que viene el herpes, no con toda la premeditación y alebocia del primero, pero jamás me he podido deshacer de tan molesto bicharajo; eso si, el labio volvió a su lugar, gracias a Dios, y yo volví a ser la de siempre, para tranquilidad mía.

Hicimos varios viajes más juntos, pero ninguno igual a este, eran mas bien paseos de ida y vuelta; este viaje fue inolvidable, único y muy especial y el año 1995 fue un año espectacular en donde compartimos muuuuchas cosas como familia. En este año nació el bebo, primer nieto de sus abuelos y un sobrino para la barsa de primas, que ya estaba gestándose en este viaje que acabo de contar, pero del que no nos dimos cuenta hasta meses mas tarde, por razones que no vienen al cuento ahora. De todo esto tengo muchas fotos, pero están donde está la otra parte de mi vida, junto a todos y cada uno de los recuerdos maravillosos que conservo en la memoria y junto a esa familia, que pase lo que pase, permanece unida.

Por aquellos días que no volverán...

Perdonen si me equivoco con los nombres de los lugares, tomen en cuenta que de esto hace ya 15 años y mi memoria es buena pero no milagrosa.

miércoles, 21 de abril de 2010

Un extraño en casa...

Hace unos días atrás estaba viendo la televisión, y de repente me acordé de algo que me hizo estallar en carcajadas; Flobre que estaba al lado mío, me mira con cara de "¿¿¿Y a ti que carajos te dio???", y yo le explico que me estaba acordando de la noche en Cereceda en la que tuvimos aquella extraña visita; y me reía porque la historia tiene lo suyo. Era una noche de verano, el año 2006, y era alrededor de media noche, ya llevábamos un año aquí; estábamos viendo la televisión, y como dije, aún vivíamos en Cereceda, la pequeña aldea donde nació mi padre, hermosa y paradisiaca, situada en la falda del Monte Sueve en Piloña. Estábamos todos juntos en la cama, menos el pequeño Jose que ya se había dormido; en aquel entonces vivíamos en tres habitaciones: una cocina, una habitación para dormir y el baño, por lo que dormíamos los cuatro en una misma habitación, aunque en diferentes camas. En un corte comercial aproveché para ir al baño, abrí la ventana para ver el cielo, pues siempre me gustó el cielo de Cereceda repleto de estrellas, sobre todo en las noches de verano, que parece que están tan cerca que podrías tocarlas con sólo alzar las manos.
Estaba yo en mi momento estrellas del cielo, cuando escuché un sonido que parecía provenir del desván de la casa, sonaba como una persona adulta con dificultad para respirar; como no se suponía que hubiese nadie mas en casa, llamé a Flobre y le digo: "shhh, escucha..." y efectivamente él escuchó el mismo sonido; pero ya saben todos los que conocen a Flobre, lo muy dueño de sí que es y lo muy suave que coge las cosas, al punto de que puede estar cayéndose el mundo, que el no se inmutará. Empezó a hacer conjeturas, que si un zorro, que si un gato, que si un ratón; conjeturas que yo desmontaba una a una, porque el zorro, como carajos va a subir al desván, y el gato, el gato no hace ese tipo de ruidos y el ratón menos; para este momento ya yo había agarrado a mi hijo que estaba durmiendo en la otra cama, y a mi hija y me había metido con los dos en mi cama, cual gallina con sus pollitos, como si yo sola pudiera protegerlos de cualquier intruso que anduviera cerca. Me pasarón todo tipo de ideas en la cabeza, sobre todo en el momento en que, sea lo que fuera que estaba arriba, cruzó el desván de un lado a otro en lo que parecía ser una carrera, además de que, a parte de la extraña respiración, también se escuchaba como si alguien estuviese tocando una puerta, y hasta una tabla de madera cayó al suelo. En en ese momento las teorías del gato y el ratón se había desmontado completamente, pues más sigilosos que estos dos no hay animal; fue cuando le dije a Flobre: “ni gatos, ni zorros, ni leches, eso es un hombre y tú llamas a la policía o yo agarro el coche, monto a mis dos muchachos en él y me voy para Infiesto a dormir frente al cuartel de la policía, en lo que todo esto se aclara”. Acto seguido, luego de este ulitmatum, mi paciente marido llamó a la policía, y en unos 15 minutos los teníamos en casa. Las noches en Cereceda estan iluminada sólo por las estrellas y la luna, no hay farolas y las dos casas que hay no encienden luces; los policías se pusieron a “inspeccionar” el lugar, acompañados de mi marido y de una pequeña linterna; dieron un rodeo a la casa, y volvió a escucharse “la respiración”, Flobre le dice: “ahí está, ¿la escucharon?”, uno de ellos dijo haberla oído, pero el otro se quedó con cara de “ a mí que me cuentas, yo no oigo nada!!!”; siguieron buscando por los alrededores de la casa, y al no encontrar nada decidieron subir al desván; a todo esto, yo seguía como mamá gallina, con mis dos muchachos debajo del brazo, protegiéndolos de nuestro “hombre asmático”. Buscaron la escalera, abrieron la puerta que iba al desván, que estaba situada en el techo justo al lado de la cama donde dormíamos Flobre y yo, y donde me encontraba yo con mis hijos protegiéndolos contra el crimen; el policía, muy amablemente, me pidió permiso luego de dar las buenas noches, y subió al desván delante de Flobre; ¡¡¡Vaya sorpresa con la que se toparon al llegar arriba!!! Nuestro extraño visitante era una madre lechuza con su cría. Los ruidos que escuchábamos, que parecían de alguien tocando la puerta, era ésta dándole picotazos a una pequeña ventana donde se reflejaba la luna, tratando de salir; los pasos era ella, de un lugar a otro, tratando de escapar de aquel lugar; y la tabla que cayó, ¡pobrecita! me imagino que fue producto de algún coñazo que se dió; y la respiración del hombre asmático era, nada mas y nada menos, que la respiración de la cría, que según supimos, nosotros y los policías ese día, es el sonido típico de ellos cuando están así de pequeños. La noche terminó de esta manera: Flobre hablando con los polis afuera, en la puerta de la casa, de Bávaro, pues uno de ellos había estado allí; Jose durmiendo, sin enterarse de nada; Marú en la cama junto a mi; y yo mirando la televisión con mis dos hijos, luego de que nuestro intruso con problemas de respiración se esfumara. Cuando Flobre entró, al cabo de hora y media, me explicó todos y cada uno de los ruidos que habíamos escuchado y lo hermosa e impresionante que era mamá lechuza cuando abrió las alas para salir por la ventana, que previamente le habían abierto, y lo sumamente tierno que era el lechucito que tan tremendo susto me había hecho pasar. Al otro día subimos todos, cámara en mano, a conocer a nuestro pequeño visitante, y a ver si nos topábamos con mamá lechuza para conocerla y pedirle permiso para fotografiarla y documentar así uno de los momentos mas acojonantes que he pasado en mi vida; los que me conocen bien saben que a pocas cosas les tengo miedo en esta vida, pero es que no era yo la que estaba en “peligro” eran mis dos polluelos, y ahí sí que me vuelvo tantito cobarde. No encontramos a mamá lechuza y nuestro pequeño inquilino se asustó y se ocultó, al ver la turba que había subido, otra vez, a invadir su, hasta la noche anterior, tranquilo hogar. Cuando días mas tarde se lo contamos a mis tíos, que vivían sólo a unos pasos de nosotros al bajar la colina, fue tanta la risa que les dio que hasta ignorante me sentí, porque para ellos era tan normal aquel sonido, que no se explicaban cómo nosotros no lo habíamos reconocido. ¡¡¡Jolines!!! Como pa’reconocer el sonido de un animal que, hasta ese momento, sólo había visto en las fotos de los libros de geografía y en las enciclopedias ilustradas. Lo que si me queda claro, es que los PDV debemos ser los protagonistas de una de esas anécdotas que se cuentan entre colegas mientras se comen churros con chocolate en el bar de la esquina.
Hasta la próxima....

martes, 13 de abril de 2010

Hasta mañana...

Aquella noche, antes de irse a dormir le preguntó: "cuándo vuelves a dormir conmigo, es que ya no te gusta?"; desde que se habían mudado a la casa grande, dormían juntos, no por falta de camas, sino para cuidarle durante la noche. Respondió: "pronto dormiré contigo otra vez; cuando todo haya pasado me quedaré a tu lado para cuidarte y no dejar que nada malo te pase". Marcharon a la cama sin saber que aquella era la última vez que se veían...
Hasta mañana...

lunes, 29 de marzo de 2010

Feliz Cumpleaños Don Flobre, esté donde esté...

Hoy, mientras comiamos una comida típica de mi Quisqueya, no pude evitar trasladar mis recuerdos y verme sentada en la mesa en casa de mis suegros, y volver a vivir, por un instante, aquellos días en los que veía disfrutar a mi querido Don Flobre de su plato de arroz con abundante habichuela y ricamente “salciao’” con salsa de carne guisa’. Sentí nostalgia, primero porque aquellos días han quedado atrás y luego porque ya mi suegro no está. Cuando marché no imagine que jamás volvería a encontrarle, porque cuando regresé aquel verano, de aquel viejo lleno de vida no quedaba nada, había iniciado el camino a un largo viaje del que nunca regresaría. Me quedé con el deseo de comer concón con habichuela junto a él; de compartir una Presidente bien fría en la galería de su casa, comprada especialmente para “mi nuera”; me quedé con el deseo de verlo reñir como lo hacía antes. No encontré a mi Don Flobre, encontré lo que había dejado de él la enfermedad; bastarón dos años, sólo dos años. cuando lo vi, pasaron tantas cosas por mi cabeza: las fiestas, las tardes en su casa; mis sueños de ver a mi hija bailar un merengue con él en sus quince años...
Don Flobre era un ser muy especial, una de esas personas con un gran corazón, a la que es muy fácil tenerle mucho cariño; fue el único de mi familia política que vio más allá del físico, o de lo que pudiera ofrecer; siempre me demostró que me quería, aún cuando yo hiciera mis berrinches de niña malcriada, o a pesar de no estar de acuerdo conmigo. Siempre dijo que era como su hija, y así me trató, como padre a hija, que a pesar de sus muchos errores no le niega la palabra, ni deja de darle un beso y un abrazo del todo sincero. Se me fue, y aún cuando estuve allí para verlo partir, creo que le volveré a encontrar, cuando vuelva a mi país, esperándome en su galería, dispuesto a darme uno de esos abrazos grande, sincero y lleno de amor. Hablar de Don Flobre es hablar de honestidad, de valores, de pulcritud y de amor para los que les rodeaban. A Don Flobre le encantaban las Navidades, los cumpleaños y los brownnies; disfrutaba como enano de un día de reyes junto a sus nietos, y de una siesta en una tarde cualquiera. Trato de que mis hijos nunca le olviden, porque es un abuelo al que ningún nieto debería olvidar, pero es difícil, eran muy pequeños. Yo por mi parte, siempre le diré lo bueno y maravilloso que era, y siempre sabrán que para mí fue el mejor suegro que me pudo tocar. Doy gracias a Dios por darme la oportunidad de conocer a una persona como él, que junto a mis padres, forman los pilares de lo que soy hoy en día. Siempre le llevaré en mi corazón mi querido Don Flobre…