jueves, 21 de febrero de 2013

Pequeños Placeres...


La felicidad, para mi, es un camino, un fin, un estado mental, es construir día a día, es disfrutar de los pequeños placeres que me regala la vida; pequeños placeres que son:

Bañarme bajo la lluvia... 

Recoger caracolas en la playa... 

Un paseo por el parque tomados de la mano y comiendo chuches con los niños... 

Una taza de café con la familia... 

Un paseo por el malecón...

Un amanecer y un atardecer frente al Mar Caribe...

Caminar descalza por la arena... 

Un día de piscina con los amigos... 

Una copa de vino en buena compañía... 

Una taza de chocolate caliente en una noche de invierno... 

Hacer figuras en las nubes... 

Llegar al final de un buen libro... 

Disfrutar de una buena peli en el cine... 

Escuchar mi canción favorita... 

Reír a carcajadas con un buen chiste... 

Cantar bajo la ducha... 

Recibir un regalo inesperado... 

Que me den una sorpresa agradable... 

Disfrutar de la familia... 

Comer helado de chocolate... 

Recolectar frutos silvestres y comerlos sentada sobre la hierba...

Un bocadillo en un merendero...

Bailar hasta que me duelan los pies... 

Recibir a los amigos y la familia el día de mi cumpleaños... 

Dormir con mis hijos 15 minutitos cada mañana... 

Un beso al despertar y el beso de despedida... 

Tener a mis hijos en casa... 

Pasarme todo un día en pijama... 

Que me lleven el desayuno a la cama... 

Las Navidades en familia... 

Saborear un Red Rock rojo o un merengue Country Club en una tarde de verano... 

Escuchar el sonido del río... 

Un aguacero bajo un techo de zinc... 

El olor a tierra mojada... 

Un batido de zapote y un sandwich de los de la mama... 

Un Sancocho en un día de lluvia... 

El olor a café recién colado...

Recibir noticias de un buen amigo... 

Salir de compras y regresar a casa con muchas bolsas... 

Los viernes de pizzas, chocolates, sidra y Coca Cola... 

Disfrutar de un pan con tomate, mientras me rio con las ocurrencias de mis primas...

...Podría continuar así lo que me resta de vida o hasta que me cierren el blog, pero en definitiva, ser feliz es vivir disfrutando cada detalle...

Hasta la próxima.

martes, 19 de febrero de 2013

Pan con tomate...

Foto cortesía de Daniela Cristina

A primera vista parece algo simple, sencillo y sin mucho glamour, y así es, no es nada complicado, no es gourmet, aunque para nosotros es un plato exquisito, música para el paladar. 

No sé si esto llegó con algún Vitiello desde Italia, si es algo típico de allí, como la tortilla de patatas en España o el mangú de plátano en Rep. Dom., lo que sí tengo seguro es que mejor que esto, pocas cosas. 

Hablar de pan con tomate es hablar de familia, de unión, de encuentros, de tardes en Villa Duarte, de cena en casa de la abuela, de reuniones una tarde de domingo y de noches entre primos en casa de alguna de “las muchachas”. 

Crecimos con ellos, degustándolo, disfrutándolo, gozándolos. Recuerdo los que me hacía mi abuela, entre verdes y maduros, cortaditos en cuadritos, con ajito, sal, algo de vinagre, aceite de oliva, orégano y muuuuucho amor, servido en un plato sopero de los de mi familia, de esos que mas que plato es una ensaladera pequeña, con un trozo mas grande que yo, de pan tipo baghette; no sé decir qué sabía mejor, si el pan con el trocito de tomate o mojar el pan con el liquido que quedaba al terminar el tomate. 

También están los otros, los más recientes, son más fáciles y a la larga comes menos pan, que nos conviene a los que ya hemos dejado los años nobles atrás, esos que te permiten comer y comer, sin engordar. Estos consisten en el “pan de agua” relleno con tomates cortados en rodajas no muy finas, sazonados con sal y orégano. No me pregunten que tienen de especial, porque no lo sabría explicar; tendrían que probarlos, comerlos en su contexto histórico: en familia, sin diplomacia, sin etiqueta, sólo disfrutando de ellos y de la compañía. 

Me viene a la memoria uno de los tantos “momentos” junto a Flobre, aún no éramos pareja, aunque ya estábamos en el camino de serlo; estábamos en casa un viernes en la noche sin planes en el horizonte, hablando de todo y de nada en particular; Angie llegó con Alex y sólo entrar por la puerta me dijo: Vamos a comer “pan con tomate” pa’ donde Mayra, te apuntas? No me lo pensé, salté del asiento y me preparé para “arrancar”, miré a Flobre y le pregunté si quería venir, mas por educación que por otra cosa, porque entendía que planazo, planazo para un viernes en la noche no era; él sin entender bien la algarabía, dijo que sí, mas por estar conmigo que por lo “emocionante” de la invitación, al ver su cara de “no entiendo nada”, le dije tendrás que comerlos para entenderlo. De regreso a casa le pregunté que le había parecido y me contestó: Cuando me invitaste, te juro que no entendía, me parecía algo tan básico, realmente no le veía lo especial, ahora sé que no es sólo “pan con tomate”. 

Y es que amigos, no sé exactamente dónde está el misterio del sabor, pero les aseguro que nuestros panes con tomate son mucho mas que “pan con tomate” 

Los invito a una tarde en el Caribe, junto a mi familia “italiana” a disfrutar de un exquisito “pan con tomate”

miércoles, 13 de febrero de 2013

Te regalo...


Compañer@, hermana, amig@, esposo, hija, hijo... 

Te regalo el sol para que caliente tu piel. 

Te regalo el viento para que alborote tu pelo. 

Te regalo un arco iris que de color a tu vida. 

Te regalo la lluvia para que acaricie tu cuerpo. 

Te regalo un soplo de brisa para que te susurre al oído.

Te regalo la luna para que cuide tus sueños.

Te regalo las estrellas para que adornen tu cielo.

Te regalo notas musicales para que escribas tu melodía. 

Te regalo la primavera para que te vistas con flores. 

Te regalo una rosa para que te perfumes con su aroma. 

Te regalo los pájaros para que te canten cada mañana. 

Te regalo el abecedario para que le pongas letra a tu canción. 

Te regalo una sonrisa para que ilumines tu rostro.

Te regalo una ilusión para que te acompañe en el camino.

Te regalo doce meses y un montón de corazones para que celebres San Valentín todos los días. 

En Latinoamérica celebramos el día del amor y la amistad, nos vestimos de rojo y nos intercambiamos entre amigos, hermanos, padres e hijos tarjetas, globos, caramelos y chocolates...os invito a hacer lo mismo, para que vean lo divertido que puede llegar a ser el día de San Valentín sin la presión de que “no nos quiere nadie” si estamos solter@s. 

Feliz día de San Valentín a todos y cada uno de los que forman parte de mi vida, sobre todo a los seres que hacen que vivir valga la pena.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Esto también pasará...


Había una vez una princesa que siempre estaba alegre y sonriendo, era la alegría del palacio, se pasaba el día cantando y bailando por los pasillos. Era tal su felicidad que en el reino la llamaban la princesa feliz. El reino era un reino feliz, pues su princesa era una princesa feliz. 

Un mercader que pasaba por allí, se acerco al palacio llevando un regalo para “la princesa feliz”, le entrego un pequeño cofre y le dijo que lo abriera sólo cuando los problemas parecieran no tener solución. El mercader marchó y nunca mas se supo de él. 

Un buen día la princesa dejó de sonreír y su alegría había desaparecido, nadie sabía que le pasaba y sus súbditos estaban preocupados y se preguntaban con insistencia que le pasaría a “su princesa feliz. En el reino ya no se escuchaba sus cantos y su risa y se había vuelto un reino triste y gris. 

De repente, una mañana la princesa recordó las palabras del mercader y al abrir el cofre encontró un papelito que decía “Esto también pasará”; la princesa cerró el cofre, volvió a sonreír y el reino recuperó la alegría. 

Cuando los problemas te agobien, los hombros te pesen y el sol no brille, abre el cofre y Sonríe no importa que, porque ESTO TAMBIÉN PASARA. 

Este cuento es lo único que recuerdo de una novela venezolana de cuando era una cría y quise compartirlo con ustedes porque ESTO TAMBIÉN PASARA...