lunes, 25 de abril de 2016

Porque las tetas están para amamantar!!!


Hace unas semanas que no aparezco por aquí, por vagancia más que por otra cosa, pero, mira tú por dónde, vi una noticia en mi facebook con la que pase del estupor a la indignación, de la sorpresa a la rabia, de no creerlo a tener algo de qué escribir, porque como mujer, madre, mamífera y lactante en su momento, siento que no me podía quedar callada. Ya sé que a mi pocos me leen, y poco me importa, este es mi diario, mi suéltalo que te va a hacer daño, mi "lo escribo porque me da la gana"

Ayer o antes de ayer, no sé bien cuándo, vi que mi hermana Angie compartía con indignación las críticas negativas a la que fue sometida Laura Castellanos por publicar una foto amamantando a sus pequeños. Sentí vergüenza ajena cuando vi la foto y leí el "artículo" por llamarlo de alguna manera, no tenía ni idea de quién lo había publicado, no valía la pena ni conocer su nombre, sí que pensé que era un hombre, no porque piense que está bien que un hombre exprese tanta m...., sino porque me parecía imposible que tales barbaridades saliera de la cabeza de una mujer, pero, oh, sorpresa!!! resulta que sí, que tales palabras provienen de una persona femenina, que me imagino que tiene un par de tetas que están ahí para dar de comer a sus hijos, no para tenerlas de exhibición.

Antes de continuar me gustaría apuntar que, Según la RAE, el término teta se refiere a cada uno de los órganos glandulosos que tienen los mamíferos en número par y sirven, en las hembras, para la secreción de la leche. Dicho esto, continúo...

Yo quisiera que esa "periodista" me diga que fué lo que le molestó de la foto, porque yo, simple mortal, lo que veo en ella es el acto de amor más puro e incondicional; lo que percibo es entrega, complicidad, ternura, y sacrificio sin dolor, sacrificio con amor. Y digo sacrificio en el buen sentido de la palabra, porque lactar exige tiempo, espacio, tranquilidad. No hay horario para lactar, eres lactante las 24 horas, cuando tu pequeño lo pida, no importa lo que estés haciendo, lo dejas todo y te dedicas a eso.

Señora o señorita no sabía qué escribir y escribí cualquier cosa, perdón, pero es que sigo sin saber su nombre, y es que tampoco me interesa conocerlo. Explíqueme cómo es posible, siendo usted mujer del siglo XXI, sea tan retrógada, ignorante, morbosa y sucia que ve en una foto de una mujer amando a sus hijos, destape, exhibición pública y espectáculo. Porque lo sucio no está en el cristal, si no en los ojos que miran a través de él...y sí, aquí difiero con el principito, porque si las cosas dependen del cristal con el que se miren, el cristal suyo está asqueroso.

Y si tomarse una foto amamantando es todo eso que usted dijo, aquí va la mía de cuando era yo una descocada sexy de porquería, de cuando disfrutaba exhibiendo mis tetas, de cuando era yo stripper, gogo. Sí, porque en algún momento, según sus palabras era yo todo eso, porque me sentaba a dar de comer a mis criaturas sin importar que me viera el vecino, el cartero, el tato o el cuerpo de bomberos completo y no conforme con eso, también me tomé fotos, porque sí, porque quería guardar esa imagen para siempre. Porque Señora mía, lactar es un derecho del niño y un deber de la madre, y no hay momento más hermoso, especial y de mayor conexión que ese, porque a través de él no solo lo alimentas con nutrientes, lo alimentas con amor del bueno. Tanto es así, que cuando estaba en mis destapes y en mis exhibiciones públicas, el padre sentía celos, celos de no tener esa conexión que tenía yo con mis pequeños. O es que acaso no ha visto usted los ojos de un bebé y su madre cuando se están alimentando uno al otro, porque hay un vínculo tan grande en ese espacio de tiempo que, mientras una da de mamar y alimenta al niño, el otro succiona y alimenta a la madre. 

Tengo que aclarar, ya para ir finalizando, que no tengo el gusto de conocer a Laura Castellanos, pero ole por ella y por todas las mujeres que dan vida y amor a través de sus tetas y ole por todas aquellas personas, hombres y mujeres, que ven amor y no ofensa en una mujer lactando.