domingo, 7 de diciembre de 2014

Navidad...


Llega Navidad, y me encanta!!! Y la disfruto y la vivo con la expectación propia de una niña y la fe de una católica. 

Creo en la magia de la Navidad y creo en el milagro de la Navidad. Disfruto las luces, el árbol, las canciones, las películas, los belenes, los adornos y la cena. 

Me encantan las reuniones con amigos, los aguinaldos, las cenas y el calor especial que tienen los encuentros familiares.

Creo también en los reyes magos, y como cualquier pequeña les escribo mi carta. Ya no pido muñecas, ni juguetes, ahora pido ser feliz, vivir en paz, y estar en armonía con todo lo que me rodea. Pido humildad, un corazón sencillo y paciente. Pido fortaleza de espíritu y constancia en mi camino. Pido capacidad de discernimiento, amor para dar y manos fuertes para ayudar y sujetar. Pido cosas que el dinero no puede comprar y que sólo de cielo pueden bajar

Dentro de 18 días es Navidad, y como cada año estaba escribiendo acerca de esta fecha, cuando me tope con este escrito del Papa Francisco, no sé si lo escribió ya siendo Papa, o antes; no sé si corresponde a una homilía, o es un discurso o una charla; tampoco tengo la certeza de que sea de mi querido Francisco. 

Pero cuando lo leí  pensé que nada de lo que yo dijera podría superarlo. Y lo comparto por dos razones: 
1. Porque es justo que ustedes, los que se toman un minuto para leer mis majaderías, lean algo con contenido verdadero, y 
2. Porque es una forma de quedarmelo un poquito y no perderlo en el ciberespacio.

Del Papá Francisco...

"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio, para oír la voz del Amor. 

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. 

El árbol de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. 

Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. 

La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. 

Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad. 

Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. 

La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. 

Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quién. 

La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. 

El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano. 

La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. 

La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras. 

La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado. 

Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. 

Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad". 

Y recuerden: "Que Santa Claus no ocupe el lugar del Niño Dios en la Navidad".