martes, 9 de marzo de 2010

El Tren de la Vida

Muchas veces he escuchado la frase de que la vida es un tren y debemos tomarlo, hasta llegar a nuestra parada final. Si es así, y podemos hacer esta comparación, en cuál de los vagones iré yo, cuántas personas se subieron y se bajaron en las diferentes paradas. De qué forma me cambió cada una de esas personas, o cómo influí yo en cada una de ellas. Si la vida es un tren, cuáles son las paradas, a dónde vamos o desde dónde partimos; cuándo, cómo y dónde decidimos subirnos a él e iniciar el viaje. Porque tengo la impresión de que cuando era pequeña, eran mis padres los que iban en ese tren y yo era sólo parte del equipaje; no me mal entiendan, un equipaje especial, delicado, y muy amado, pero equipaje al fin; en que momento dejo de ser una mochila para comprar el ticket y ser un pasajero mas. En cuál estación de mi vida me subí: cuándo salí del cole, cuándo cumplí la mayoría de edad, cuándo me casé, cuándo tuve a mis hijos, ¿¿¿cuándo??? Y si la vida es un tren, quienes son mis compañeros de viaje; en qué parte del vagón iré sentada. No sé si los trenes se dividen en clases como los aviones; si es así, en qué clase viajaré yo, primera, económica, turista? Y cuándo pasamos por túneles, que significado tiene eso para cada uno de los pasajeros; porque habrá a quienes la oscuridad le dé algo de miedo, pero a otros como a mí, les dará por disfrutarla lo poco que dure cerrando los ojos. También me gustaría saber de qué hablamos durante el viaje, quienes son los viajeros que me acompañan durante todo el viaje, qué nos dan de comida; porque anda que no suele ser largo el trayecto. Cuándo sabemos que la parada es la nuestra y tenemos que bajar, alguien nos lo dice, alguien nos lo avisa, o sólo nos bajamos y ya. Y el tren es de carbón o eléctrico; yo particularmente prefiero el de carbón, a mi me parece mas guapo y pienso que es mas lento en el viaje; podemos apreciar más el paisaje y el entorno. Y a las personas que nos mareamos en los viajes, que hacemos, nos atiborramos a pastillas durante todo el viaje, o llega el momento en el que nos acostumbramos y ya no nos hace daño el movimiento. Y hablando de esto, mientras viajamos, qué vemos afuera, hay otras personas saludándonos o despidiéndose; y cuándo alguien se baja en una parada que no es la nuestra, pensamos que ahí terminó nuestro encuentro, o quedamos de juntarnos en algún otro viaje para quedar a tomar un café. Y si el tren es nuestra vida, que vienen a ser los rieles? Y el Señor que nos sella el ticket, ¿quién es? Y el que conduce el tren; y si nuestros compañeros de viajes no nos gustan podemos pedir que nos lo cambien; y si cuando llegamos no nos gusta lo que vemos y queremos seguir el viaje, o queremos devolvernos, podemos? Y si por el contrario, queremos bajarnos en algunas paradas atrás, porque queremos visitar a alguien, o simplemente porque queremos conocer el lugar ¿podemos hacerlo? No sé, pero no me hagan caso, anoche no dormí muy bien y me dio por pensar en trenes...

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