
Si vuelvo la vista atrás, puedo ver una pequeña inquieta, siempre alegre y muy llorona, aunque parezca paradójico, así era; porque eras capaz de hacer un cabreo que estremecía las paredes de la casa, y al momento estar riéndote cual cascabel de Navidad. Eras una niña hermosa, aunque mas de una vez me hubiese gustado matarte, gracias a Dios no lo hice; recuerdo aquella tarde, que en uno de tus acostumbrados caprichos, lanzaste el control remoto de la televisión nueva de papi por las escaleras, dijiste que había sido yo y se me pegó lo que te tocaba a ti; o el día que, en el cine, se me ocurrió que a mí si me obedecerías, inocente de mi, te colgaste como Tarzán de mis laaaargos cabellos, y gritabas como si te estuvieran matando; puedo recordar que solías limpiar tus zapatos de una manera poca ortodoxa; o que, luego de comerte junto a nosotras todo el cocktail de frutas, ibas y le contabas a mami lo que habían hecho Angie y Mari; te recuerdo en tu columpio, te recuerdo en tu cumple de pollito, te recuerdo en tu uniforme del cole y con tus primeras gafas; sobre todo te recuerdo hablando, madre como hablabas, hablabas a rabiar, no callabas, eras capaz de dormir a las gallinas, y no es una metáfora, es una realidad muy real.
33 años y parece que fue ayer; como pasa el tiempo y no nos damos cuenta; hoy eres una mujer y hasta ayer eras nuestra pequeña; a la que le celebramos los 15 años; a la que llevamos a la fiesta de graduación; a la que di mi primera charla de educación sexual; a la que le di los primeros concejos sobre aquel chico del cole que te gustaba. Hoy veo a mi Maru y me parece estar viéndote, es tan igual a ti, que mas que hija mía parece tuya; hoy te veo a ti y sé que en un abrir y cerrar de ojos, mañana estaré viendo a mi pequeña convertirse en mujer sin apenas darme cuenta; porque eso me pasó contigo, creciste tan rápido que pienso se me fue el tiempo y no te disfruté todo lo que yo hubiese querido.
Te tocó vivir situaciones muy fuertes a una temprana edad, situaciones que no se entienden ni siquiera cuando tienes 40 años; quizás por eso eres como eres, diferente a nosotras dos, nosotras somos lloronas, muy sentimentales y tal vez, sólo tal vez, nos ahogamos en un vaso de agua; pero tú, tú eres tan fuerte, no lloras con facilidad, ni con cualquier película como nosotras dos, eres capaz de afrontar situaciones que yo sería incapaz de enfrentar; como cuando te tocó sentarte frente a papi y mami y explicarle, con dos cojones, lo que te estaba sucediendo ¡¡¡Madre!!!, ahí empecé a verte como mujer y a admirarte como ser humano; ahí me di cuenta que la pequeña ya no era tan pequeña, era toda una mujer...
Treinta y tres años
Nada más son media vida
Treinta y tres años
Que se van con tanta prisa
FELIZ CUMPLE TITA!!!
1 comentario:
Solo tengo fuerzas para decirte GRACIAS!!!!
TQM!!!!!!!!
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