Aún recuerdo aquel día, y pasarán muchos años antes que se me borre de la memoria; estará ahí grabado con fuego, creo, hasta el fin de mis días. Ya era la hora, ya todo estaba empacado, ya los niños estaban listos y ya los coches esperaban fuera, todo estaba listo; todo, menos yo….
No estaba preparada para tomar ese avión, dejaba muchas cosas atrás, mi vida entera, personas a las que necesitaba y a las que amo; atrás dejaba a mis padres, mis hermanas, sobrinos y todo lo que habían visto mis ojos hasta ese momento. Dejaba atrás 35 años.
Recuerdo que de camino al aeropuerto me tocó ir con mi hermana en su coche, íbamos la pequeña y yo; comenzó a llover fuerte, tan fuerte que me dije: y si no podemos despegar, y si se suspendiera el vuelo. Seguía absorta en mis pensamientos mientras mi hermana me hablaba de no sé que tienda de ropa, aquí en España, mientras, yo seguía pensando: "si se cancela el vuelo, ni Dios hace que me vaya de aquí". Me agarraba a cualquier cosa, fe, esperanza de que no pudiéramos marchar, de que nunca subiéramos a ese avión.
Llegamos al aeropuerto, y los minutos pasaban, mientras yo pedía un milagro, que se detuviera el tiempo, que cancelaran todos los vuelos, que mi pasaporte estuviera vencido; que se yo cuantas cosas pedí, pero el momento se acercaba irremediablemente. Ya nos habíamos hecho el check in, y solo faltaba pasar la puerta de migración. Recuerdo que la última persona con la que hable fue con el tío Mundo, me despedí entre lágrimas y terminé la llamada. Me abrazaba a los míos buscando que no me dejaran marchar, esperando, vuelvo y repito un milagro.
Había llegado la hora, me despedí entre sollozos, me dejé registrar llorando, embarqué llorando y estuve ocho horas de vuelo llorando, pidiendo fortaleza y tratando de entender, aceptar y asimilar lo que estaba sucediendo. Cuando llegue a Madrid, ya estaba mas tranquila, resignada diría yo; aquí tocaba hacer el transbordo hacia Asturias, donde me esperaba “mi familia”. Cuando llegué a Asturias, ya de camino a la casa materna de mi padre, mi destino final, tuve la terrible sensación de ser muy pequeña en un país muy grande y de estar muy sola.
Llegamos a la casa paterna y me recibieron con los brazos abiertos, me abrieron las puertas, esas misma que luego cerraron. Fueron días muy difíciles, fueron momentos muy delicados, lloré y lloré y lloré, y todavía sigo llorando, ya no tanto, ya no tan frecuente; ahora entiendo a mi abuelo y a mi padre, cuando viendo una noticia de su país, se le cristalizan los ojos por las lágrimas.
Aún sigo sintiendo que este país es muy grande y que sigo muy sola; aún sigo teniendo la sensación de que, tal vez, nos equivocamos al dejar tanto atrás; aún sigo pensando que, quizás la solución era otra; pero aquí estamos y es inútil vivir en el pasado, debemos mirar hacía adelante y avanzar con pasos firmes; es lo que trato de hacer cada día desde entonces. Tengo a mis hijos, y tengo a Flobre, ellos son mi vida, mi todo, la razón de todo, los que hacen que me levante cada mañana y mire al sol; pero debo decir que si tuviese la oportunidad de cambiar los hechos, sin duda lo haría. Salimos buscando un futuro mejor para nuestros hijos, y lo hemos conseguido, mentiría si dijera que no; pero en el camino dejamos lo verdaderamente importante: el cariño, el calor, los amigos, la familia.
En honor a aquella tarde, en la que me despedí de los míos.....
5 comentarios:
AY Amiguita!!!!! Igual me paso a mi, pero yo no me fui con tanta gente y era mi papi que me estaba esperando con los brazos abiertos, pero despues de pasar tantos anos en esta isla caribena tropical es muy dificil abandonarla y mucho menos a su gente. No lo pueden hacer gente que solo tienen viviendo pocos anos, por que lo podriamos hacer nosotras que pasamos toda nuestra vida en ella? Es muy duro, pero hay que tirar hacia adelante de la mejor manera posible. Y saber vivir en compania de la eterna nostalgia que se embarco con nosotros en el Aeropuerto Internacional de Las Americas (AILA). Yo ya estoy en mi pais, estoy feliz, pero pase por lo que pasaste y sigues pasando y te comprendo de cora, ;). Pero todo obra con un proposito.
Besos para todos.
Hola Maria Teresa, Te sigo repitiendo que me identifico tanto contigo que cada vez que te leo lloro por que en cada una de tus palabras estas reflejando mis sentimientos. Lo unico que te puedo decir es que tu al igual que yo tenemos dos personitas a las cuales le tenemos que abrir los horizontes. Tenemos que ser fuerte por ellos, por que ellos nos necesitan fuerte, tus padres lo hicieron por ustedes, ahora a nostros nos toca por ellos. Debemos de mirar hacia delante, no olvidando nuestro pais y a los nuestros, sino convirtiendonos en apoyo de todos los que nos rodean, esten donde esten.
ADELANTE AMIGA.......NO ESTAS SOLA.
Ayalibis
Mari,
Se como te sientes al yo marchar de Santo Domingo, donde pasé los mejores años de mi vida. No es facil dejar atras a tus seres queridos y amigos. Pero mi consuelo es que ha sido mejor vida para mis hijos...y por ellos recorro el fin del mundo para mejorar sus vidas. Ahora mismo estoy en Santo Domingo pero vuelvo para Miami porque aún creo que es mejor vida para mi familia sin pensar en el sacrificio que mi esposa y yo hacemos sin el cariño de nuestros padres, amigos y la mejor calidad de vida social que nos puede brindar nuestro pais. Que Dios te bendiga y sigue fuerte que los frutos serán mayores que los sacrificios. Saludos a Flobre. Se les quiere mucho. Abrazos.
Victor.
Mari, que puedo decirte que no hayas vivido? Deje atras todoo, como bien dices, La nostalgia es eterna, esas lagrimas siempre afloran en los momentos mas inesperados. Es como si las raices nos reclamaran, Pero tiramos hacia delante, afortunadamente tienes una familia preciosa, por la que habra valido la pena todo, en mi caso un Esposo maravilloso que trata de cubrir esas nostalgia con su amor. Finalmente tenemos que dar las gracia a Papa Dios porque solo El, sabe porque nos trajo hasta aqui, cual es el plan...??
Un abrazo muy fuerte y demas esta decirte que me identifico plenamente con lo que escribes, no puedo dejar de emocionarme cuanto leo esos sentimientos que tambien he vivido y vivo.
Un abrazote
Firmado Cristina...jajajajaj
perdon
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