domingo, 20 de febrero de 2011

Hoy...

Hoy me siento lejos.

Hoy me siento sola.

Hoy siento que me estoy perdiendo muchas cosas, muchos momentos.

Hoy pienso que cambié calidad por cantidad; calidad de vida por cantidad de besos; calidad de vida por cantidad de abrazos; calidad de vida por cantidad de pequeños dientes caídos; calidad de vida por cantidad de fiestas de disfraces; calidad de vida por cantidad de cumpleaños, reuniones familiares y tazas de café; calidad de vida por cantidad de riñas, risas y lágrimas en compañía.

Hoy quisiera no existieran los océanos, las fronteras ni las grandes distancias.

Hoy estoy segura que el espacio aéreo es un coñazo y que no debería existir.

Hoy desearía cerrar los ojos y al abrirlos otra vez, ver toda esa cantidad de vida que un día cambié por calidad.

Hoy, particularmente hoy, es un día en el que me siento sola y muy, pero que muy lejos...

Hasta pronto...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estos dias,tambien me encuentro un poco nostalgica, y eso que en mi caso no tengo distancias de por medio.
Comprender te comprendo perfectamente, aunque en mi caso sea de otro modo, no por causa de distancia sino de ausencias.

Susana Martin

Anónimo dijo...

Amiga, se exactamente lo Que sientes. Por eso Muchas veces me he sentado a pensar de Que vale la buena calidad de vida Si no la puedes compartir con Los Que amas, tu familia y tu historia no son solo tus hijos y tu esposo, son tan bien tus padres, tu hermanos, tus sobrinos, tu amigo, tus lugares, tus sabores, tus olores, tus recuerdos, tus tradiciones, tu escencias. Llegamos con una maleta calgadA de memorias con la durisa tarea de crear un mundo al rededor nuestro, sin pensar Que el tiempo sigue, no se detiene y nuestro mundo aquel Que fue creado para nosotras, el distante sigue andando, sin varios de sus personajes "nosotras y nuestras respectivas families"

Anónimo dijo...

Escribi lo anterior ana

Beni dijo...

Es ya muy tarde. Entré en el correo de Olaya porque estaba entusiasmada con "todo lo que me mandó Mari" y quería que lo viera. Total: hoy ya no hago mi gimnasia nocturna.
La verdad es que leyendo tus escritos me sentí un poco como una intrusa invadiendo una vida ajena, pero al leer lo que escribiste este último domingo, no puedo resistir la tentación de darte ánimos.
La vida, además de otras muchas cosas, es una sucesión de pérdidas: de momentos, de personas... Pero también nos trae nuevas ilusiones con que aliviar esos vacíos.
Yo que, como sabes, hace poco pasé por unos momentos muy difíciles, en los que te das cuenta de lo fácil que es perder lo más importante que tienes, te animo a que disfrutes a tope de tu marido y tus hijos (que sé que lo haces) y que no dejes que te puedan esos momentos de nostalgia, que son inevitables.
Aún sin ser inmigrantes,todos añoramos algo; en mi caso el mundo de mi niñez: jugar a las damas con mi abuelo, sentarme en el regazo de María, correr por los bosques de castaños con mis amigos, las tardes de cuentos en el corredor de otra María, los veranos mojándonos en el arroyo...
Ya sé que no es lo mismo, tú tienes muy lejos a seres muy queridos con los que podrías estar si hubiéseis hecho otra elección, pero piensa que si os hubiéseis quedado allí a lo mejor te estarías reprochando el no haber dado el salto sobre el charco.
En fin, muchos ánimos y aquí tienes una mano tendida por si necesitas agarrarte.

Beni,mamá de Olaya.