jueves, 9 de junio de 2011

Momentos # 2...

Momentos dos: El primer beso.

Si me preguntan cuando surgió todo, no lo sé; éramos amigos desde hace tiempo, desde siempre, por lo menos así lo vi yo durante un buen tiempo, diez años, si queremos ser exactos; a pesar de lo mucho que insistieron mis amigas, mi hermana y hasta los que me conocían poco. Yo no lo quería ver, no me quería dar cuenta y él tampoco habría su boca para decir con palabras, lo que según el resto del mundo, gritaba con los ojos y con los hechos. Para mí, miradas y acciones no eran suficientes y así se lo hice saber en su momento; momento que ÉL desperdició, diciéndome un NO rotundo a la pregunta directa de: Flobre ¿Tú estás enamorado de mi? habla ahora o calla para siempre. No, pero no hablo, no en ese momento y mucho menos callo para siempre, esperó, el muy bendito a que yo tuviera novio para sentarme y declararme su amor. Quise matarlo, colarlo por las rejas de la galería, tirarlo a la avenida justo cuando viniera un camión, estrellarlo contra la pared hasta que se le abriera la cabeza como una sandía...osea, yo no le había dicho a él "habla ahora o calla para siempre" porque no hablaste, porque vienes ahora a mortificarme, porque me dices ahora lo que te callaste tanto tiempo, no ves que ahora no puedo hacer nada al respecto. Todo esto pasó por mi cabeza en cuestión de segundos, sentía el cielo caerse a pedazos sobre mi, el mundo abrirse a mis pies, quería que la tierra me tragara, porque aquel amigo al que tanto quería y al que no quería hacerle daño me estaba partiendo la vida en dos con aquella declaración; no ves que ya tengo novio, le gritaba sin palabras, y no, no me atreví a contarle nada, en vez de ello, trate de ocultarle aquel noviazgo alejándome de él; se dio cuenta de mi lejanía y de mi noviazgo, y con la voz entrecortada una tarde me dijo "...no te alejes, por favor, sólo te pido me dejes estar al lado tuyo, como amigo, nunca mas tocaré el tema si no quieres, pero no me alejes de ti, por favor...".

Todo esto sucedió en 1990; aquí empezó un camino, a veces color rosa, a veces color de hormiga, de novios, amigos y enamorados que iban y venían, mientras él se mantenía un paso detrás, a veces, y otras a la vera, como dice Juan Luis Guerra en una canción, dándome apoyo, haciéndome compañía, siendo ese amigo que había prometido ser. Nunca mas hablamos de aquello, en cambio continuamos con una amistad, que tendía a tener grandes altas y profundas bajas; peleábamos, nos enfadábamos, reñíamos, reíamos y llorábamos juntos, como amigos, sólo como amigos. Supimos estar grandes periodos de tiempo sin hablarnos, bueno, sin hablarle yo a él, que para eso me doy bien...amigos, sólo amigos, con todo lo bueno y todo lo malo que esto puede tener...

Así estuvimos hasta 1996, cuando, por alguna extraña razón la relación cambió. Empezamos almorzando "los tres mosqueteros" todos los viernes; de ahí pasamos a almorzar él y yo sólo todos los días, luego él iba a buscarme al trabajo para llevarme a casa, y poco a poco surgieron las llamadas todas las mañanas a la misma hora, las largas conversaciones por teléfono; después vinieron los largos paseos solos, para ver el atardecer, comíamos helados, mirábamos el mar, contábamos cepillos y hacíamos figuras con las nubes, a veces agarrados de la mano, a veces sentados uno al lado del otro, a veces el con su brazo detrás de mi espalda; así poco a poco la relación se fue estrechando, nos hicimos mas cómplices, si cabía, empezamos a mirarnos de manera diferente, o por lo menos YO, empecé a mirarlo de manera diferente, nos empezamos a hacer falta y a hacernos indispensables uno al otro.

Se nos empezó a ver mas tiempo juntos, y la gente volvió a hablar, a comentar, ahora no solo los amigos y mis hermanas, ahora se le habían unido primas, madre, tías, etc., etc., etc. Pero todo seguía su curso, yo no escuchaba a nadie, estaba viviendo un momento en mi vida, un momento de tranquilidad y armonía, y lo estaba disfrutando al máximo, me sentía una adolescente otra vez, me sentía como una niña enamorada...aunque aún no lo quería ver.

Salíamos, hablábamos, caminábamos y pasábamos largo tiempo en su coche, a veces hablando tonterías, otras muchas en silencio; yo me recostaba sobre su hombro, y a veces dormía, muchas veces dormía. Pasaban los días, las semanas y los meses, y yo pensaba, ufff!!! en cualquier momento me besará, Dios mío!!! y yo que voy a hacer llegado el momento??? surgía una mezcla de ilusión y miedo: si me besaba todo cambiaría, para bien o para mal, todo terminaría o todo seguiría, la incertidumbre me acosaba, y la espera del primer beso me ilusionaba. Ya lo he dicho, como una adolescente, lo disfruté y lo viví como una adolescente.

Pero el primer beso no llegaba, él no se decidía, no daba el paso, por vergüenza, por miedo a mi reacción, ve tu a saber, el caso es que el paso no lo daba. Recuerdo una noche de esas que nos quedábamos en el coche sin apenas hablar, estacionados frente al puerto, estaba recostada sobre su hombro y levanté la cabeza, y como en novelita rosa, me encontré con sus ojos negros, grandes y llenos de luz y con su boca muy cerca de la mía, pensé en besarlo, en dar yo aquel paso, que era evidente que, tarde o temprano, tendríamos que dar uno o el otro. Pero NO, soy yo mucha Mari, soy yo mucha mujer y soy yo mucha dama; NO, NO, NO!!! ese paso le correspondía a él, porque cómo si no le iba a cachetear si no me gustaba; no, no, no, a currárselo papito, que esto no es "Renault Ocasión".

Seguíamos saliendo y yo seguía esperando y el seguía sin decidirse. Una noche nos fuimos al cine, luego a cenar y antes de regresar a la casa, nos quedamos en el coche, en nuestro lugar de siempre, frente al puerto; puedo describir cómo andaba vestida, puedo enumerar los accesorios que tenía, puedo decir, incluso, el color de lápiz labial que llevaba aquella noche. Llegamos al puerto, nos estacionamos y luego de un ratito hablando, me recosté sobre sus brazos, el me cogio y me sostuvo entre ellos de cintura para arriba, de modo que yo quedé mirando hacía él; cerré los ojos y algo me dijo en ese momento: ábrelos, incorpórate y límpiate el pintalabios, porque lo que viene a continuación lo requiere; así lo hice y volví a mi posición anterior y cerré los ojos de nuevo; de repente llegó el momento tan esperado para los dos, de repente se decidió, se lleno de valor y me besó...hizo una pausa y me miró, yo lo mire y le devolví el beso; nos besamos y cuando terminó aquel beso, solo me dijo: pensé que me ibas a cachetear...volví a besarlo y marchamos pa' casa, ahora sí, sin hablar, sin apenas mirarnos, llegamos, salí y me despedí con un "hasta mañana" sin mas, sin besos, sin mirada, sin nada, con los pies en las nubes y tonta del todo como niña de 15 años...

Dicen que el primer beso no se olvida, y yo digo que depende de qué primer beso se hable, porque ni de coña este fue mi primer beso, eso sí, fue el primer beso que me dieron en el que sentí que de verdad me amaban, que de verdad yo era importante para aquella persona, que de verdad era cierto que yo era su amor y que él, de verdad, sólo quería que yo fuera feliz. De aquel día ha pasado tiempo ya, y créanme, sigo disfrutando cada beso como el primero, y como dice una canción de Manolo Escobar "...por un beso que le dí en el puerto, me siento metido en esta prisión, si lo llegan a saber mis huesos, le lleno de besos hasta el corazón..."

A partir de aquí, surge otra historia, porque a mi querido Flobre no se le allanó el camino, NO, se tuvo que seguir esforzando y tuvo que seguir luchando, aunque ya le dejaba agarrarme de la mano y besarme, siempre y cuando no fuera en publico...pero esto es material de otra historia, quizás para momentos #3 me decida a contarlo...quizás...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es curioso a veces nos pasamos la vida buscando el amor cuando
realmente lo tenemos al lado
Jejeje para mi y otras personas fue de mucha sorpresa cuando supimos la noticia de que estabas de novia de Flobre,porque tantos años que el estaba enamorado tuyo y tu nada de mirarlo diferente como amigo eso mismo le paso a una gran amiga mia.
Asimismo.
Yocasta Jorge

Anónimo dijo...

jajaja... fue tantas veces el cántaro a la fuente que se rompió al final!!!

Ay Mary... que historia esa la tuya!

Wanda

Anónimo dijo...

El amor es así, llega cuando menos te lo esperas, pero siempre llega cuando tiene que llegar ni antes ni despues, por mucho que huyas el siempre te encuentra.
Y si tienes la suerte de encontrar al amor de tu vida hay que agarrarlo con todas tus fuerzas para no perderlo porque cosas asi solo pasan una vez en la vida y puede uno sentirse afortunado de encontrarlo.
Os deseo mucha felicidad en cada dia, en cada año, en cada siglo...

Susana Martín

Anónimo dijo...

Ay Mari, que momentos!!!!!!!! mujer sigue escribiendo, tus escritos me facinan!!!!
Tendras alguna anecdotas de cuando estabas en la escuela??? alguna travesura estudiantil que quisieras compartir.
No pares de escribir,
Saludos,

Ynessa.

Anónimo dijo...

waooooo!!! que lindo y romantico!!! me encanto!!!

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Me encanto!! Mi historia parecida, pero Yo Si Le plante el beso. Despues de 20 anos de casado Le dice a todos que Yo me Le arroje,,,, Hahahahaha.!!! Me encantan tus escritos, no pare.... Ana Ayalibis.