Casi un año desde mi última publicación y como en mi última publicación, tomé distancia, como quien toma un jarabe para mejorarse. Tomé distancia para poder poner las cosas en su justo lugar, para limpiar mi cabeza de telarañas, para llenar mis pulmones de aire y para oxigenar el alma.
Casi un año en el que he viajado, he conocido, me he reencontrado conmigo, y con personas a las que amo profundamente. Un año que me ha enseñado que, a veces, hasta las personas que amas, en ocasiones, te hacen daño, sin quererlo, sin pensarlo, sin saberlo, sin desearlo; por eso, durante todo este año he ido aprendiendo a pasar de eso y seguir adelante, sabiendo que es más saludable y que me quieren a pesar del daño que pudieron hacer.
Un año en el que he reído mas de lo que he llorado, me he enojado poco y he reñido casi nada, en cambio he disfrutado mucho de los buenos momentos, y de los malos he aprendido, me he fortalecido, me he hecho más fuerte. Un año en el que me he hecho grande y en el que he aprendido a mantener la boca cerrada, a morderme la lengua, a no responder como me gusta y sí como dictan las normas…sí, un año en el que he practicado la diplomacia y el saber estar.
Casi un año en el que he estudiado, me he preparado, en el que he logrado avanzar y en el que me he dado algún capricho. Un año de recolocar, de tirar, de limpiar, de planificar nuevas rutas y de romper planes ya hechos. Un año de sueños rotos y sueños realizados
Estoy de regreso, no sé por cuánto tiempo, pero por el momento estoy aquí, con otra piel, con otro color, pero siendo yo misma, bien equipada y con las pilas puestas.
1 comentario:
bienvenida <3
Angie.
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