No me puedes decir que amas si no respetas, si agredes, insultas, encierras, obligas, humillas. Llámame loca, pero creo que el amor es otra cosa.
El amor es estar en libertad, reír en libertad, hablar en libertad, vivir en libertad. Y no me vale el ‘’juntos hasta que la muerte los separe’’, porque amar no puede ser una obligación, y no me vale un peor es nada, porque, a veces, nada es mucho mejor que algo.
No me digas que es amor cuando maltratas de palabra, obra y omisión. Porque no solo pegar y agredir físicamente es maltrato, también insultar, no valorar, no darle su lugar, creerte superior…
El amor está hecho de detalles, un desayuno en la cama, que te despierten con una taza de café, una copa de vino para terminar el día, un paseo por la tarde, una película juntos, tomarle de la mano, mirarle a los ojos y recordarle y decirle lo mucho que le quieres. Porque el amor no se trata de joyas y diamantes, se trata de momentos inolvidables, y tú te olvidaste, pensando, quizás que esto no te pasaría factura, que la vida no te traería la cuenta.
Y, como dice una canción, te dedicas a perderla día a día, y se vuelve una costumbre ignorarle, no apoyarle, no mirarle, no hablarle; y los días se vuelven meses y los meses se convierten en años, y llega un día que se cansa de esperar, de luchar, de creer, de soñar. Y llega un día en el que abre los ojos y decide escapar, salir, volar, bailar, cantar. Y llega un día que se acaba, porque como siempre dice mi padre, hombre viejo y sabio, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante.
Y entonces es tarde, tarde para darte cuenta de lo mucho que le amas, de lo mucho que vale, de lo importante que es para ti; tarde para recapacitar y enderezar el camino que tanto se torció. Porque ahora eres tú o su tranquilidad y elige tranquilidad, porque es quedarse contigo o su paz y elige paz. Porque descubrió que puede sin ti, y lo que es peor, quiere sin ti. Descubrió que quiere volver a ser quien era, porque quiere recuperar lo que en el camino se le fue quedando por permanecer a tu lado. Porque abrió los ojos, abrió las puertas de su jaula, abrió las alas y echo a volar.
Ahora se te antojan los detalles, pero ahora los detalles sobran, saben a burla, huelen a insulto. Ahora ya no vale querer recuperar el tiempo, porque el tiempo no se recupera, porque lo que pasó, pasó, y está grabado en su piel y en su alma a base de dolor y lágrimas. Ahora es tarde, porque le abandonaste y aprendió a vivir sin ti. Ahora ya no existe, ahora no queda tiempo...
Esto va por todas aquellas personas que un día abren sus alas y vuelven a volar.
1 comentario:
Hay mana tu escribes tantas cosas lindas, no me cansare de decírtelo nunca... me siento muy identificada con este articulo... waoooo Dios te continúe bendiciendo en gran manera. a la distancia te quiere tu amiga Angélica... Un Abrazo grandote en Cristo.
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