Que le vamos a hacer, amigos, si llegue tarde a la repartición de brújulas y me toco venir sin ella; eso sí, tengo memoria privilegiada, puedo acordarme de cosa que sucedieron hace años luz con lujo de detalles; puedo reproducir una conversación tal cual, decirte donde estabas sentado, quienes estaban presente y hasta con que ropa andábamos vestidos todos los que estábamos. Me ubico perfectamente en el espacio tiempo, relacionando acontecimientos con fechas exactas, pero soy incapaz de ubicarme en el espacio físico; si me apuran mucho, soy capaz de perderme dentro de mi casa. No, no, NO tiene nada que ver con la edad y la pérdida de neuronas, soy así desde siempre, y es que como dije antes vine sin brújula...sin GPS de serie, que digo yo.
Mi entrada de hoy va del día que me perdí de mi oficina a mi casa. Era el 07 de octubre y era el cumpleaños de Flobre, como cada año, desde que nos casamos, teníamos una pequeña reunión en nuestra casa con sus padres, hermana, mis padres y hermanas. Yo salía a las cinco de trabajar, pero ese día me tuve que quedar un poco mas en la oficina; cuando vi la hora eran casi las seis de la tarde, y como quería inflar unos globos, además me quería bañar y tenerlo todo listo para cuando llegarán, decidí cambiar de ruta, porque con la que yo tomaba siempre tardaba como una hora o mas para llegar por los embotellamientos de la hora pico.
Yo trabajaba en el Instituto de Maternidad San Rafael, y es aquí donde empiezo a dar direcciones, para que, por lo menos los dominicanos se vayan ubicando y sepan de mi pequeña odisea; ya a los de por aquí trataré de ubicarlos en zona asturiana; la Maternidad San Rafael queda en la Calle García Godoy, No. 11, esquina Av. Bolivar; saliendo por la puerta, mientras me dirigía al coche, me dije, "voy a tomar la ruta de Flobre, después de todo, no creo que me pierda, pues ya la he tomado con él varias veces..."; justo aquí empieza la aventura: enciendo mi coche y me voy por la "ruta" de Flobre, con tanta suerte que toooodas las calles estaban cambiadas de direcciones, porque estaban construyendo los elevados de la 27 de febrero (una de las principales avenidas de Rep. Dom.), habían enderazado esquinas y doblado calles, y yo intentando salir de aquello donde me había metido, empecé a darle pa' lante, sin preguntar a nadie, porque eso sí, llego al fin del mundo, pero preguntar JAMAS!!! Así me fue.
Yo tenía que llegar a mi casa en el Ensanche Quisqueya, empecé a tomar carretera y llegué a un lugar totalmente desconocido para mi, era como si me hubiesen soltado en medio de la nada; según yo, nunca había estado allí, aunque habían cosas que "extrañamente" me parecían familiares. Llamé a Flobre por el celular y le dije que estaba perdida, que no sabía a donde estaba, el me preguntaba que tenía cerca y yo le respondía, un parque; el me preguntaba, pero dime algún comercio o tienda que veas, y yo le respondía el Banco Popular, que es como decir aquí un Cajastur o un bar; el me decía, pregunta a alguien para que te ubiques y me ubiques, y yo le gritaba ¡¡¡a quien le pregunto, si no veo a nadie...!!! la calle estaba repleta de gente y de coches y yo "no veía" a nadie!!! y todo por no preguntar; el, insiste y me pregunta, pero dónde estás??? y yo que le grito "COÑO!!! si supiera donde estoy, no estuviera perdida!!!..." y le tranque, sin mas.
Vuelvo y arranco mi coche y salí de aquel lugar, y entro a una carretera donde no había ni una sola lucesita, yo miraba a ambos lados y solo veía monte y mas monte, suena el celular, Flobre al otro lado que vuelve a preguntarme, por dónde andas??? Para este momento ya estaba yo que botaba humo por la nariz, los ojos y los oídos, y le digo ¡¡¡MIRA, YO ESTOY EN UNA CARRETERA, CAMINO A UN PUEBLO, CUANDO LLEGUE A UNA GLORIETA, YA TE LLAMO PARA QUE ME VAYAS A BUSCAR!!! y volví a cortar la llamada, sin más. Parece que con esta entendió, porque no volvió a llamarme.
Antes de continuar hago un paréntesis, la glorieta en Rep. Dom. es lo primero que encuentras en cada pueblo, como digo yo, las que te dan la bienvenida al llegar, y son, como les digo, un lugar techado que hay en los parques, donde, se ponen las pequeñas orquestas a tocar; aquí también las hay, lo que no sé es como se llaman.
Seguía yo en mi trayecto, segura de que llegaría a un pueblo, y ¡Oh, milagro!, llegué a un lugar que yo reconocía, era la calle que le pasaba por detrás a la casa de mi hermana, que quedaba en los Ríos (dominicanos, sigan ubicándose...); llamé a Flobre y le dije "...Ya!!!, ya estoy ubicada, ya voy pa'casa..."; y es cierto, yo ya sabía donde estaba, pero era incapaz de cojer de ahí a mi casa y, para entonces, tampoco pensaba arriesgarme!!! Entonces me dirigí a casa de mi mama, zona conocida, pasé frente a su edificio y de ahí agarré la ruta para llegar a mi destino. Para cuando llegué eran casi las nueve de la noche, con lo cual me encontraron sin bañar y con las cosas sin hacer; los globos ya los habían inflado Flobre y la pioja, que todavía no había cumplido un añito.
Para los que no han entendido nada, les ubico, imaginense que yo salgo por la puerta de Salesas y tengo que llegar a Gijón; pues es como si yo hubiese llegado a Infiesto y de ahí cojí hacía Covadonga, para poder ubicarme y, entonces, llegar a Gijón...mas o menos, sé que he exagerado algo, pero se los pongo así para que tengan una "pequeña" idea de la travesía que hice para llegar del punto "A" al punto "B" y todo porque no me asignaron una pequeña brújula al nacer...
Ahora lo cuento y es de reírse, pero es que la paso muy mal, me pierdo en los estacionamientos, en el barrio, en los centros comerciales; si cojo pa' la derecha, es pa' la izquierda...; menos mal que tengo a mis hijos, que son mis copilotos y me van guiando, cual pequeñas brújulas, no, porque estos dos hablan, cual pequeños GPS.
Osea, es que tengo un tío, hermano de mi madre, que nunca fui capaz de ir a su casa sola, porque me perdía, y no es que me llevaron una vez, NOOOOOO!!!, fui conduciendo, de noche, de tarde, de día, de copiloto, sentada en la parte de atrás...pero soy incapaz de ubicarme para llegar hasta su casa.
Y todavía, esto no es lo más grave, lo mas grave es que en la Parroquia Santísima Trinidad, cuando me tocaba ser Ministro Extraordinario de la Eucaristía o cuando me tocaba recojer las ofrendas, y me decían dónde tenía que ubicarme, siempre, SIEMPRE, le preguntaba a Flobre donde era que tenía que ponerme, así me dijeran que me tocaba en el pasillo central, porque sencillamente, no me ubicaba...
Algo parecido me sucede con las personas, que si las saco de su entorno, igual se me pierden en la memoria; pero esto es leña de otro costal y ya lo contaré en otra ocasión; eso sí, ya les adelanto que es igual de alucinante...
...Y pensar que tengo memoria fotográfica e histórica para algunas cosas y para otras solo tengo una neurona chocando contra las paredes del cerebro!!!