Acabamos de celebrar tu cumpleaños apenas ayer, y tengo varios días por escribirte algo a manera de regalo inmaterial y no comestible, que perdure por lo menos en la red. Algo que, hasta hoy, no se ha materializado.
Leyendo las felicitaciones que te enviaron no dejaba de pensar que menos mal que existe en mi calendario el 7 de octubre, porque un día como ese, hace 49 años atrás, la luna, las estrellas, los planetas y los astros se alinearon perfectamente a mi favor. Te miro, te observo en silencio, a veces cerca, a veces a cierta distancia y me digo a mí misma “mimisma, que suertuda eres”, porque entre tantos, entre todos te vi y, aunque me tomo tiempo, te reconocí; y porque entre todas y entre tantas me viste, me elegiste y con todo el trabajo que te dio, que te di, me conquistaste, me enamoraste y cambiaste todas mis variables y mis fijas, dando un nuevo resultado en la ecuación.
Digo y repito para mí, para el mundo y para el que me quiera oír, que si no hubiese sido contigo, hoy no sería con nadie. Tengo la firme convicción que sigo casada, más por tu esfuerzo que por mi empeño, o más por tu empeño que por mí esfuerzo. Porque me amas con mis virtudes y por encima de mis defectos. Con mis TOCs, mis locura, mis obsesiones maniacos compulsivas y, porque no admitirlo, mi carácter de mierda, ese que me acompaña incluso desde antes de nacer.
Así eres tú el amor con mayúsculas, mi felicidad con mayúsculas. He aprendido de tu mano a ver en lo complicado lo sencillo y en lo sencillo lo hermoso. Has tejido conmigo mis sueños y me has ayudado a hornear mis ilusiones. Te lo digo y se lo digo al mundo y al que me quiera leer, eres de lo que no hay, de lo que ya no queda, de esas piezas de valor incalculable que solo unos cuantos privilegiados podemos tener. Eres ese café que me despierta a vivir y el té caliente que me ayuda a dormir.
Como dice una canción:
“Pero llegaste a mi vida
Cambiaste todo lo que pensaba
Acomodaste lo que sobraba
Sacaste el polvo que me estorbaba.
Pero llegaste a mi vida
Me diste todo sin pedir nada
Me regresaste la pasión
Me devolviste la ilusión
Me hiciste el más bello favor”
...porque me has dado tanto, me has dado todo, tus miradas, tus mejores palabras, tu tiempo y tu espacio. Has luchado a mi lado contra mis demonios, me has enseñado a creer en mi y a superar mis miedos, me has ayudado a mirar y plantar cara a mi dragón.
…y Como canta Violeta Parra “Gracias a la vida que me ha dado tanto…” Tanto de lo que no compra el dinero, todo de lo que no tiene precio.
Ayer los amigos y familia te felicitaban por tu cumpleaños y yo no dejaba de felicitarme por la inmensa dicha de tenerte conmigo, de tenerte cerca, de contar contigo, de poder continuar juntos en el camino, abriendo las puertas y las ventanas a tu lado con las manos entrelazadas.
Feliz 49 años, este es mi regalo, sin cajas, sin moños y sin papel. Alguien dijo que la vida es solo un espacio entre el día de nacimiento y la muerte, y yo me alegro haber coincidido en ese breve espacio de tiempo, porque sin duda, mi vida es mejor y más divertida al lado tuyo.
Lacrimógeno, cursi y azucarado, sí y qué. Esa soy yo, alguien que ama mezclar ingredientes con azúcar y llevarlos al horno.
2 comentarios:
Ay Dio!!! Que lindooo!! Ojala yo encontrara alguien que me quisiera aunque sea un chin de este modo. Te quiero amiguis!!!❤️
Felipe Jimenez
Tu si eres de lo que no hay������������
Flobre
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