My only sunshine
You make me happy
When skies are gray
You'll never know,
dear How much I love you
Please don't take my sunshine away
He dejado muchas cosas en el camino, con el único propósito de ser madre y dedicarme en cuerpo y alma a mis dos soles. Olvidé mis sueños, aparqué mis proyectos y encerré mi carrera en una cajón de la mesita de noche. Deje de ser Mari, para convertirme en “la mamá de Maru” y en “la mamá de José”. Ya no soy María Teresa, la licenciada, la gerente, la profesional, la ejecutiva; hoy sólo soy “mami”, la que riñe, la que educa, la que guía, la que cuida; soy la cocinera, el chófer, la profesora, la enfermera, la psicóloga, la amiga, la enemiga, la Rottenmayer y la niñera de mis hijos.
Que si me siento frustrada, a veces sí; que si sigo teniendo sueños, claro que si; que si cambiaría algo de mi, NO. Mis hijos son todo para mi, son el porqué, el motor, los culpables de que me despierte cada mañana y piense que realmente vale la pena vivir. Quiero que mis dos peques sepan que no me arrepiento de nada, que soy feliz tal como estoy; que me quedo con ellos, a su lado y a sus pies, como dice Ricardo Montaner en una canción; quiero que estén absolutamente convencidos que, de tener otra oportunidad, volvería a vivir cada uno de los minutos pasados a su lado, porque son maravillosos, porque están llenos de vida, porque están llenos de risas, lágrimas, riñas y momentos llenos de pequeños instantes que valen la pena cualquier sacrificio.
Que las cicatrices de mis cesáreas son mis dos mas grandes premios; que no me da vergüenza lucirlas, me llena de orgullo poder decirles a los que preguntan, cuando llevo bikini, que son mis dos summa cum laude, que la de mas arriba es el de la licenciatura y la de mas abajo es la de la especialidad de la carrera mas hermosa que pude escoger; la que mas satisfacciones me ha dado y por la que he recibido el mejor y mas valioso de mis salarios.
Que las hora mas felices son las que empleé amamantadoles, jugando y acariciándoles sus pequeños pies; que disfrutaba bañarles y antes de cambiarles acostarme con ustedes y sentir su piel, lo que me llevo a mas de un accidente; que fueron como dos pequeños muñequitos con los que disfrutaba jugar a ser mamá; que me acuerdo perfectamente de sus primeras palabras, del sonido de sus risas, de su llanto, de la sensación de tenerlos por primera vez en mis brazos, de cada una de sus enfermedades, de cada uno de sus logros, de cada una de las pequeñas cosas que, como bebes les hacía especiales.
Hoy son dos niños felices, a pesar de las muchas cosas que les ha tocado vivir; son dos niños perfectos y estoy orgullosa de ser madre de dos criaturas absolutamente maravillosas. Hace casi once años que me graduaste como madre, y quiero que sepas que fuiste una niña hermosa, que mamá naturaleza te hizo tal cual te había soñado; que cuando te miraba en tu cunita no podía evitar llorar, porque te miraba y te veía tan perfecta, tan hermosa, tan mía, que la emoción me traicionaba.
Quiero decirte que aunque te riña, eres mi niña favorita en todo el mundo, que me encanta el híbrido que hay entre la niña pija y la niña hippie que hay en ti; que aunque no me gusta el rosa, me gusta que te guste; que disfruto mucho verte llenandote de “mis joyas” como tu le llamas, y que me preguntes que si te lo voy a dejar todo cuando me muera; que tienes una risa que siempre ha hecho que brille el sol; que sepas que aunque te escuche decir que me mandarás a una residencia cuando sea una vieja, o que me mandarás a Barcelona a vivir con mi tía, dudo mucho de que eso sea verdad, porque con solo dos añitos fuiste capaz de cuidarnos una fiebre a tu padre a tu hermano y a mi; porque te clavas a mi lado cuando me enfermo; porque te preocupa cuando comes en el comedor del cole, porque yo estoy en casa comiendo sola; porque te mortificaba el hecho de que tomara el café sola por las tardes......y porque, a pesar de tu carácter, tienes un corazón enorme, porque eres noble y tienes una inocencia que espero siga ahí aún cuando pasen los años.
A ti, que mañana cumples nueve años, te digo que fuiste un bebé perfecto, que naciste hermoso, que te pareces a papá, incluso desde las sonografías; que llenas mi vida con cada una de tus ocurrencias; que disfruto cuando te veo jugar; que el mundo se me ilumina cuando veo tus ojitos y escucho tu risa; que, al igual que tu hermana, eres mi niño favorito del mundo mundial; que me enternece el nivel de nobleza que hay en tu corazón, porque amas hasta el dolor, porque eres capaz de llegar al sacrificio por los seres que amas; porque me enorgullece ver como quieres y proteges a tu hermana y como nos quieres a nosotros; porque, cuando la una me dice que me enviará a la residencia, tu me dices que me llevarás a vivir contigo; porque cuando te cargo como a un niño pequeñito, me dices que cuando yo sea una viejecita que ya no me pueda valer, tu también me cargarás y me cuidarás como yo le he hecho contigo; porque eres una extraña combinación entre tu abuelo Eugenio y tu padre, para mi dos hombres perfectos y dignos de admirar; porque eres un niño absolutamente fabuloso y has sido, junto con tu hermana, la mayor bendición de mi vida.
Quiero que sepan que siempre contarán conmigo, que estaré ahí aún cuando no se los diga. Que no importa lo que hagan, ni lo viejos que sean, siempre serán mis niños. Que espero sean felices siempre, que nunca pierdan la fe y la esperanza en la vida, que siempre vean el mundo como el lugar maravilloso que es; que sean capaz de vivir en armonía con ustedes mismos y con los demás; que logren el equilibrio perfecto al que aspira todo ser humano; que encuentren la otra mitad que les complementará en su vida de adultos; que crean en los Reyes y en Santa, no importa lo que les digan los demás......recuerden que es cuestión de ilusión; que la felicidad no es un estado, es un fin y que está llena de pequeños momentos construidos por nosotros; que sean capaces de hacer limonada con los limones que les da la vida, que son muchos; que vivan cada minuto como el único y el ultimo, recuerden que cada instante es importante; que disfruten con plenitud de sol, de la lluvia, de la montaña, de la playa, del campo, de la ciudad; que se apoyen como hermanos toda la vida, y que sepan perdonarse uno al otro; que den gracias a Dios por todo, todos los días, porque a veces no entendemos su designios, pero contar con El es importante para seguir adelante......en resumen, que sean felices no importa cuanto se empeñe la vida en lo contrario.
Les quiero mucho, no lo olviden nunca......
dear How much I love you
Please don't take my sunshine away
He dejado muchas cosas en el camino, con el único propósito de ser madre y dedicarme en cuerpo y alma a mis dos soles. Olvidé mis sueños, aparqué mis proyectos y encerré mi carrera en una cajón de la mesita de noche. Deje de ser Mari, para convertirme en “la mamá de Maru” y en “la mamá de José”. Ya no soy María Teresa, la licenciada, la gerente, la profesional, la ejecutiva; hoy sólo soy “mami”, la que riñe, la que educa, la que guía, la que cuida; soy la cocinera, el chófer, la profesora, la enfermera, la psicóloga, la amiga, la enemiga, la Rottenmayer y la niñera de mis hijos.
Que si me siento frustrada, a veces sí; que si sigo teniendo sueños, claro que si; que si cambiaría algo de mi, NO. Mis hijos son todo para mi, son el porqué, el motor, los culpables de que me despierte cada mañana y piense que realmente vale la pena vivir. Quiero que mis dos peques sepan que no me arrepiento de nada, que soy feliz tal como estoy; que me quedo con ellos, a su lado y a sus pies, como dice Ricardo Montaner en una canción; quiero que estén absolutamente convencidos que, de tener otra oportunidad, volvería a vivir cada uno de los minutos pasados a su lado, porque son maravillosos, porque están llenos de vida, porque están llenos de risas, lágrimas, riñas y momentos llenos de pequeños instantes que valen la pena cualquier sacrificio.
Que las cicatrices de mis cesáreas son mis dos mas grandes premios; que no me da vergüenza lucirlas, me llena de orgullo poder decirles a los que preguntan, cuando llevo bikini, que son mis dos summa cum laude, que la de mas arriba es el de la licenciatura y la de mas abajo es la de la especialidad de la carrera mas hermosa que pude escoger; la que mas satisfacciones me ha dado y por la que he recibido el mejor y mas valioso de mis salarios.
Que las hora mas felices son las que empleé amamantadoles, jugando y acariciándoles sus pequeños pies; que disfrutaba bañarles y antes de cambiarles acostarme con ustedes y sentir su piel, lo que me llevo a mas de un accidente; que fueron como dos pequeños muñequitos con los que disfrutaba jugar a ser mamá; que me acuerdo perfectamente de sus primeras palabras, del sonido de sus risas, de su llanto, de la sensación de tenerlos por primera vez en mis brazos, de cada una de sus enfermedades, de cada uno de sus logros, de cada una de las pequeñas cosas que, como bebes les hacía especiales.
Hoy son dos niños felices, a pesar de las muchas cosas que les ha tocado vivir; son dos niños perfectos y estoy orgullosa de ser madre de dos criaturas absolutamente maravillosas. Hace casi once años que me graduaste como madre, y quiero que sepas que fuiste una niña hermosa, que mamá naturaleza te hizo tal cual te había soñado; que cuando te miraba en tu cunita no podía evitar llorar, porque te miraba y te veía tan perfecta, tan hermosa, tan mía, que la emoción me traicionaba.
Quiero decirte que aunque te riña, eres mi niña favorita en todo el mundo, que me encanta el híbrido que hay entre la niña pija y la niña hippie que hay en ti; que aunque no me gusta el rosa, me gusta que te guste; que disfruto mucho verte llenandote de “mis joyas” como tu le llamas, y que me preguntes que si te lo voy a dejar todo cuando me muera; que tienes una risa que siempre ha hecho que brille el sol; que sepas que aunque te escuche decir que me mandarás a una residencia cuando sea una vieja, o que me mandarás a Barcelona a vivir con mi tía, dudo mucho de que eso sea verdad, porque con solo dos añitos fuiste capaz de cuidarnos una fiebre a tu padre a tu hermano y a mi; porque te clavas a mi lado cuando me enfermo; porque te preocupa cuando comes en el comedor del cole, porque yo estoy en casa comiendo sola; porque te mortificaba el hecho de que tomara el café sola por las tardes......y porque, a pesar de tu carácter, tienes un corazón enorme, porque eres noble y tienes una inocencia que espero siga ahí aún cuando pasen los años.
A ti, que mañana cumples nueve años, te digo que fuiste un bebé perfecto, que naciste hermoso, que te pareces a papá, incluso desde las sonografías; que llenas mi vida con cada una de tus ocurrencias; que disfruto cuando te veo jugar; que el mundo se me ilumina cuando veo tus ojitos y escucho tu risa; que, al igual que tu hermana, eres mi niño favorito del mundo mundial; que me enternece el nivel de nobleza que hay en tu corazón, porque amas hasta el dolor, porque eres capaz de llegar al sacrificio por los seres que amas; porque me enorgullece ver como quieres y proteges a tu hermana y como nos quieres a nosotros; porque, cuando la una me dice que me enviará a la residencia, tu me dices que me llevarás a vivir contigo; porque cuando te cargo como a un niño pequeñito, me dices que cuando yo sea una viejecita que ya no me pueda valer, tu también me cargarás y me cuidarás como yo le he hecho contigo; porque eres una extraña combinación entre tu abuelo Eugenio y tu padre, para mi dos hombres perfectos y dignos de admirar; porque eres un niño absolutamente fabuloso y has sido, junto con tu hermana, la mayor bendición de mi vida.
Quiero que sepan que siempre contarán conmigo, que estaré ahí aún cuando no se los diga. Que no importa lo que hagan, ni lo viejos que sean, siempre serán mis niños. Que espero sean felices siempre, que nunca pierdan la fe y la esperanza en la vida, que siempre vean el mundo como el lugar maravilloso que es; que sean capaz de vivir en armonía con ustedes mismos y con los demás; que logren el equilibrio perfecto al que aspira todo ser humano; que encuentren la otra mitad que les complementará en su vida de adultos; que crean en los Reyes y en Santa, no importa lo que les digan los demás......recuerden que es cuestión de ilusión; que la felicidad no es un estado, es un fin y que está llena de pequeños momentos construidos por nosotros; que sean capaces de hacer limonada con los limones que les da la vida, que son muchos; que vivan cada minuto como el único y el ultimo, recuerden que cada instante es importante; que disfruten con plenitud de sol, de la lluvia, de la montaña, de la playa, del campo, de la ciudad; que se apoyen como hermanos toda la vida, y que sepan perdonarse uno al otro; que den gracias a Dios por todo, todos los días, porque a veces no entendemos su designios, pero contar con El es importante para seguir adelante......en resumen, que sean felices no importa cuanto se empeñe la vida en lo contrario.
Les quiero mucho, no lo olviden nunca......
4 comentarios:
alo más lindo para Jose y Maru. Espero que lo guarden para siempre.
Qué reg
:)
Una madre maravillosa, unos hijos preciosos. Que Dios los bendiga siempre.
La verdad que se te da bien la escritura, das en el clavo, leyendote me pongo como protagonista y me pasa exactamente con mi Daniela y mi Gabriel, son mi let motiv!!
Wanda
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