sábado, 24 de diciembre de 2016

Esta noche es Nochebuena, y mañana Navidad...



Nochebuena otra vez y mañana Navidad; con esta ya son 12, y todavía no me hago a la idea de estar lejos de casa, y no aplica el refrán de que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, porque para mi estar con la familia era mi mayor alegría. No había compromiso más importante, que el estar con ellos. Por eso sigo sin acostumbrarme, y no importa cuántos doce años pasen, seguiré echando en falta mi gente, y aunque he construido mi Navidad con MI familia, de alguna manera mi corazón viaja y se instala allí todo el día, desde que amanece, hasta que logro dormir. He aprendido a coleccionar mis momentos, esos que mis hijos algún día compartirán con sus hijos, porque la vida se encargó de que ellos no tengan las historias de tíos, abuelos y primos que tengo yo alrededor de una mesa y un árbol de Navidad.

Hace dos años, mi hermana me pidió que le hiciera un belén tejido, empecé al otro día con la ilusión de una niña pequeña, porque me imaginaba mi trabajo allí, en su casa, debajo de su árbol y pensaba que era una forma de estar presente. A ese belén se agregó otro belén, porque cómo iba a enviar uno solo cuando tengo dos hermanas; y poco a poco fui tejiendo adornos para un árbol y para el otro, muñecos para mis sobrinos, flores para la mesa de mi cuñada y mi suegra...y así pasaron dos años desde aquel momento en que mi hermana me pidió aquel primer belén. Este año, al fin, les envíe lo que estuve haciendo durante todo ese tiempo, y este año, al fin esos "detalles" están en cada una de las casa y de las manos de sus dueños; y este año, de cierta forma, estoy pasando las Navidades junto a ellos, porque en cada punto que dí, en cada punto que tejí dejé un pedacito de mi corazón, y cuando cerré aquella caja, lo hice mandando todo el deseo y la ilusión de estar un poco metida yo ahí dentro y con mas amor del que me cabe en el pecho.

Sí, la ilusión se puede tejer; sí, los sueños se pueden tejer; sí, el amor se puede tejer, y sí, las distancias se hacen más cortas a través de esos puntos que llevan consigo todos los abrazos, todos los momentos y todas las risas y las riñas que en estos doce años no he podido vivir y compartir.

Feliz Navidad familia y amigos de aquí y de allí, y espero, algún día, estar presente pasando esta noche donde esta la otra mitad de mi corazón,  no solo con puntos dados a ganchillo.

Angie, tomé tu foto prestada, espero no te enojes :)